lunes, 26 de junio de 2017

La hora de la política y de los “políticos profesionales” - Luis Montilla

Pasados 80 días de jornadas de protestas, fuertes confrontaciones y refriegas en las calles, bajo el sol, la lluvia, gases lacrimógenos, kilómetros de marchas, en casi todo el país, donde el saldo en rojo ha sido miles de detenidos, cientos de heridos y más de 60 personas asesinadas; comienza como es natural la angustia de nuestra gente, la fatiga cívica, el incremento de la incertidumbre y por supuesto las preguntas dirigidas a qué va a pasar en estas circunstancias y cuál será el desenlace de esta terrible situación política.

Hace un par de semanas reflexionaba sobre estas preocupaciones que ya comenzaban a plantearse, y observaba, que estábamos “entrampados”, en medio de dos bandos en pugna, una minoría (Gobierno) y una mayoría política (Oposición), que tratan de imponer sus intereses políticos. La minoría “atrincherada” en un Gobierno sostenido a la fuerza de las instituciones del Estado y la cúpula militar, que se coloca al margen de la Constitución y convoca a fuego de las bayonetas una ANC, con la única finalidad de mantener de manera indefinida, la suspensión de las elecciones regionales de gobernadores de estado, las municipales de alcaldes y si les es posible, las elecciones presidenciales pautadas para diciembre 2018, porque saben que si se cuentan en unas elecciones libres, democráticas y con sufragio universal, perderían por “paliza”. 
Del otro lado, una oposición partidista agrupada en la MUD-AN, que se dispuso a recuperar su fuerza política utilizando el único mecanismo de lucha democrática que le queda, que no es otro, que el de reagrupar a su gente a través de las iniciativas de movilización y jornadas de protestas pacíficas, establecidas en la Constitución como un derecho político; lo que le ha permitido recuperar el “musculo político” para intentar restablecer el orden constitucional y recuperar el voto como derecho político.
Así las cosas, no se puede ocultar que la violencia desatada ha potenciado la crisis, llevándola a niveles insospechados, inaguantables, donde el país se desintegra, se paraliza, se hunde en el más profundo abismo de la desesperanza y la miseria. Es una situación espeluznante, perversa y de vértigo, que nos puede llevar a la situación más irracional y desenfrenada. Estos sectores, al parecer han tomado caminos sin retorno, donde no se vislumbran soluciones alternativas de paz o que se pudieran enrumbar hacia una salida pacífica dentro del juego democrático.

En este contexto y a nuestro entender, la oposición democrática necesita darle nuevos argumentos a la protesta popular, para que no se agote en sí misma y se mantenga encendida la llama. El momento político requiere de gran lucidez, de mover oportunamente y con acierto las piezas en el tablero del ajedrez político, de no cometer errores, de no equivocarse. Llegó la hora de la política y de los “políticos profesionales”, está en juego el destino de la patria.
Fecha: Junio 20, 2017

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