Muchos
Venezolanos llevan más de dos años en prisión, alejados de su familia y con
su vida interrumpida injustamente, incluso muchos de ellos gravemente
enfermos y víctimas de torturas y tratos crueles e inhumanos.
Los
presos políticos, así como los perseguidos y exiliados, son víctimas de un
sistema de represión que usa al sistema judicial como instrumento, que no
juzga ni procesa, sino arremete contra la disidencia fabricando pruebas,
manipulando testigos, y utilizando a jueces y fiscales nombrados a dedo para
el provecho político de un gobierno inmoral.
Hace unos
días, la Asamblea Nacional en un paso histórico, aprobó la ley de amnistía.
Una ley novedosa originada desde el lado de la víctima del estado represivo, desde
un pueblo que desea la paz y la reconciliación. Contrario a lo que señalan
algunos pocos, que siguen en la perversión de un régimen disminuido por su
propia injusticia, esta Ley no libera ni exculpa a los violadores de derechos
humanos que arremetieron contra un pueblo que ha ejercido su derecho a la
protesta y al reclamo ante la dificultad que el venezolano acceda a sus
mínimas necesidades como alimentos o salud.
Esta ley
permitirá la libertad de los presos políticos, y el regreso de los exiliados.
Esta ley es un paso esencial para trazar el camino hacia la democracia, la
paz social y la libertad. Esta ley fue elaborada por los más
destacados juristas venezolanos, y con la libre participación ciudadana.
Los
próximos días son decisivos para lograr que esta Ley y este sueño se
transforme en una realidad. Los magistrados del Tribunal Supremo de
Justicia deben tomar el camino de la paz, y cumplir con la
Constitución.
Los
perseguidos políticos y sus familias requerimos de tu apoyo. Hemos
tenido suficiente paciencia y entereza durante todo este tiempo. Nuestros
familiares no deben pasar un día más injustamente presos, sin sus hijos, sin
sus seres queridos. Los exiliados no deben seguir sometidos a la soledad de
la distancia.
Como dijo
el ex presidente y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias “de la libertad de
los presos políticos depende que Venezuela vuelva a tener una democracia”.
Con tu
firma estaremos un paso más cerca de poder abrazar a nuestros seres queridos.
Contamos
contigo. ¡Muchas gracias de corazón!
Estas
firmas serán entregadas al Secretario General de la Organización de Estados
Americanos, Señor Luis Almagro
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Adriana López Vermut San Francisco, California
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