Un hombre, herido por las explosiones, se sienta en su casa destruida de Mar Mikhael (Beirut), con vistas al puerto.
El presidente francés, Emmanuel Macron, organiza este domingo una Conferencia Internacional de Donantes para el Líbano, auspiciada por Naciones Unidas, para canalizar 250 millones de euros en ayudas. Dimiten dos ministros, en las primeras renuncias de miembros del Gabinete tras la tragedia. El patriarca maronita pide la marcha del Ejecutivo.
Medicinas, alimentos, reconstrucción de viviendas, centros hospitalarios y educativos... Las devastadoras explosiones que han sembrado la destrucción en Beirut, provocado al menos 158 muertos y más de 6.000 heridos, han dejado al Líbano dependiente de la ayuda internacional. Más de 300.000 personas han quedado sin hogar, entre ellas, 100.000 niños. Las deflagraciones han dañado 12 hospitales y centros de salud y varias escuelas, de modo que 120.000 personas carecen de atención primaria sanitaria y 55.000 menores no podrán acudir al colegio, según cálculos de Unicef. Este domingo se ha celebrado una Conferencia Internacional de donantes que ha comprometido 252,7 millones de euros en ayudas para cubrir las necesidades humanitarias a corto plazo.
Los daños provocados por la detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, almacenadas durante años y abandonadas en una nave del puerto de Beirut, cerca de un área densamente poblada, se cifran en al menos 15.000 millones. "El impacto de esta catástrofe permanecerá siempre entre nosotros", reconoció el sábado por la noche el primer ministro, Hasan Diab, cercado por masivas manifestaciones. El sábado, la sociedad civil convocó un 'Día de la Ira' para exigir la dimisión de la clase política, como viene haciendo desde el 17 de octubre, que se desarrolló con escenas violentas, toma de ministerios y sedes oficiales. Los manifestantes culpan de la tragedia a las autoridades y su negligencia.
Este domingo, las protestas han vuelto a las calles por segundo día consecutivo con manifestantes lanzando piedras a las fuerzas de seguridad que bloquean los accesos al Parlamento, informa Reuters. Los antidisturbios han respondido con gases lacrimógenos. Un incendio se produjo a la entrada de la plaza que alberga la sede del legislativo, informaron medios locales citados por la agencia británica.
GOTEO DE DIMISIONES
En medio de la cólera ciudadana, dos ministros han renunciado a sus carteras. La primera fue la ministra de Información, Manal Abdel Samad, que anunció por la mañana su renuncia. "Después de la enorme catástrofe de Beirut, presento mi dimisión. Pido disculpas a los libaneses: no hemos sabido responder a sus expectativas", ha declarado en una intervención televisada, según informa Afp. Era la primera dimisión de un miembro del Gobierno tras las mortíferas explosiones. Al caer la tarde, con las manifestaciones de nuevo cercando el Parlamento, el ministro de Medio Ambiente, Demianos Kattar, dejaba su cargo. "El hijo de mi amigo murió en la explosión", le comunicó al primer ministro Diab, según recoge el diario libanés 'An Nahar'. El lunes, un día antes de la tragedia, dio el portazo el ministro de Exteriores, Nasif Hitti, frustrado ante la falta de voluntad del Ejecutivo para llevar a cabo las prometidas reformas.
El patriarca cristiano maronita Bechara Boutros al Rai ha intervenido por primera vez en este sentido y ha exigido al Ejecutivo que dimita porque no puede "cambiar el modo en que gobierna". En su sermón del domingo, Al Rai ha sentenciado: "La renuncia de un parlamentario o un ministro no es suficiente. Todo el Gobierno debe renunciar ya que es incapaz de ayudar al país a recuperarse".
Varios ministros mantuvieron durante la tarde una reunión con el jefe del Gobierno, Hasan Diab, pra discutir una dimisión en bloque, según medios locales. También se especula con que está sobre la mesa que el Ejecutivo renuncie el lunes, durante la prevista reunión del Consejo de Ministros, en la que Diab iba a proponer la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas.
En el Parlamento ha habido un goteo de dimisiones. Este domingo ha abandonado su escaño Michel Moawad, del bloque Líbano Fuerte, aliado del Movimiento Patriótico Libre (FPM) que lidera el presidente, Michel Aoun. Moawad es hijo del presidente René Moawad, asesinado en 1989. El sábado, dos de los diputados del partido cristiano Falange Libanesa (Kataeb) renunciaron siguiendo la consigna de su líder, Sami Gemayel (hijo del histórico dirigente Amin Gemayel) que también dejó su escaño. "Invito a todos los honorables diputados a dimitir para que el pueblo pueda decidir quién le gobierne, sin nadie imponiéndoles nada", declaró Gemayel en un emotivo discurso el funeral del secretario general del partido, Nazar Najarian, que falleció en la explosión.
También el partido de Aoun, mayoritario en el Legislativo, ha sufrido bajas en sus filas, con la retirada de dos parlamentarios, según explica 'An Nahar'.
Hasta el sábado, solo dos diputados habían abandonado su escaño a modo de protesta. Uno es el socialista druso Marwan Hamade, que ha sido varias veces ministro y sobrevivió a un atentado en 2004, que había tenido la decencia de dimitir el miércoles para mostrar su indignación por la catástrofe. La otra es Paula Yacoubian, parlamentaria de la lista ciudadana Sabaa, la única miembro independiente del Parlamento. La embajadora del Líbano en Jordania, Tracy Chamoun, también presentó su renuncia esta semana. Chamoun es hija del dirigente cristiano Dany Chamoun, asesinado durante la guerra civil.
"Beirut necesita que este gobierno se vaya. Los políticos y los partidos políticos tienen que renunciar y decir: 'os hemos fallado'. Son mercenarios que gobiernan nuestro país", lanzaba Yacoubian a través de las cámaras de la televisión panárabe Al Yazira. "Queremos elecciones lo antes posible para elegir a una nueva clase política. No podemos continuar con esta casta que ha ejercido su poder durante años y nos ha llevado a fracaso tras fracaso", añadía.
Por su parte, Samir Geagea, líder del partido cristiano Fuerzas Libanesas, se unió a la corriente que promueve la dimisión del Parlamento para convocar elecciones anticipadas, tal y como demandó el primer ministro el sábado. "Además del trabajo de socorro existente en Beirut, ahora estamos trabajando para brindar alivio a la República librándola de este Parlamento, y estamos haciendo los contactos necesarios y haciendo denodados esfuerzos para reunir suficientes renuncias para llegar a elecciones parlamentarias anticipadas lo antes posible", ha declarado este domingo en Twitter.
AYUDA DE EMERGENCIA
Sumergidos en una profunda crisis económica que ha hundido su moneda y ha borrado del mapa a la clase media, y acosados por la corrupción rampante de sus políticos, los libaneses no pueden hacer frente solos a las consecuencias de esta tragedia. Por eso, tienen todas sus expectativas puestas en la Conferencia Internacional de donantes que se celebra este domingo, por iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, y auspiciada por la ONU.
A la hora prevista, Macron ha inaugurado la Conferencia con una introducción en la que ha remarcado que "el futuro del Líbano está en una encrucijada". "Debemos actuar rápida y eficientemente para que la ayuda llegue directamente a los que la necesitan", ha señalado.
Además, el presidente galo ha reiterado este domingo que la oferta de asistencia de esta Conferencia Internacional incluye apoyo para llevar a cabo una investigación imparcial, creíble e independiente sobre los hechos del 4 de agosto. Trump también ha pedido una investigación "completa y transparente". Días antes, el presidente libanés, Michel Aoun, rechazó una investigación internacional.
"La conferencia tratará de movilizar a los principales socios internacionales del Líbano y organizará la ayuda de emergencia", ha señalado el Elíseo en un comunicado. Se trata "de responder a las necesidades más inmediatas reclamadas por los actores en el terreno y confirmadas por Naciones Unidas", señaló el Elíseo. En particular "sobre el plano médico, alimentario, educativo y de rehabilitación de edificios, a los que se dará prioridad en los programas de la asistencia internacional", añade la declaración final, que no especifica el total de la ayuda económica prometida.
Su celebración, en formato telemático, ya fue adelantada por el propio Macron en su visita, el jueves, a Beirut. En el encuentro han participado, entre otros, el presidente de EEUU, Donald Trump; el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente español, Pedro Sánchez; y el rey de Jordania, Abdalá II. Además, ha contado con representantes de China y Rusia
SÁNCHEZ PIDE UNIDAD
El presidente Sánchez ha pedido una acción internacional coordinada en apoyo al pueblo libanés.Ha insistido en la necesaria unidad a la comunidad internacional y del Gobierno libanés "para hacer frente a la crisis económica y financiera del país", que vive momentos de extrema fragilidad, agravados por la tragedia del 4 de agosto, informa Luis Ángel Sanz.
Sánchez ha recordado que España está especialmente implicada con la estabilidad en Líbano y en toda la región a través de UNIFIL, en el que es el segundo contribuyente de tropas a la misión de mantenimiento de la paz en la zona.
Aunque no participaba en la Conferencia, el Papa Francisco ha pedido este domingo desde San Pedro ayudar "generosamente" al Líbano y manifestó su solidaridad con el pequeño país mediterráneo. "La catástrofe del martes pasado nos insta a todos,comenzando por los propios libaneses, a trabajar juntos por el bien común de este país querido", han sido sus palabras, según recoge Afp. "El Líbano tiene una identidad muy particular, es el fruto del encuentro de diferentes culturas, que se ha convertido con el tiempo en un modelo de convivencia", ha destacado el Pontífice. "Por supuesto, esta coexistencia ahora se ha vuelto muy frágil, pero rezo para que, con la ayuda de Dios y la participación leal de todos, pueda renacer libre y fuerte", ha añadido.
Macron ya advirtió ante los beirutíes que estos fondos no constituirán un "cheque en blanco" para el Gobierno libanés, que deberá iniciar un camino de reformas políticas y económicas con el fin de "poner coto a la corrupción y establecer la transparencia", además de rehacer el sistema bancario y reformar el sector energético. Son medidas que Francia ya exigió al Líbano en la conferencia de donantes de abril de 2018 que se llamó CEDRE, en honor al árbol nacional libanés. Entonces, se prometieron más de 11.000 millones de dólares para sacar a flote un país golpeado por la guerra en la vecina Siria, a cambio de un compromiso de transformación político y económico que nunca llegó. Los fondos CEDRE nunca se desbloquearon.
"UN MOTIVO PARA LA ESPERANZA"
Algunos países ya han adelantado una contribución inicial al país de los cedros. En concreto, EEUU ha comprometido más de 17 millones de dólares, según reveló el sábado el secretario de Estado, Mike Pompeo. Este fondo se destinará a "asistencia alimentaria y suministros médicos", según recoge Efe. Una cantidad a la que hay que sumar, dijo, los 403 millones de dólares de ayuda humanitaria (de ellos, 41,6 millones para la emergencia de la Covid-19), que Washington ha destinado al Líbano desde septiembre de 2019.
Es el caso también de España, que envía este martes un primer contingente de emergencia con 10 toneladas de trigo. Las explosiones han destruido el 80% de las reservas de este cereal -básico en la dieta diaria-, que se almacenaba en el puerto de Beirut. También la Aecid enviará suministros médicos, medicinas y Equipos de Protección Individual (EPI) para su uso en clínicas móviles y centros de salud, según informa Servimedia. Asimismo, se envían equipos para dar cobijo a personas sin hogar.
Alemania también se ha adelantado a la cumbre de donantes y ha anunciado este domingo una contribución adicional de 10 millones de euros para "ayuda inmediata" El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas ha destacado que la conferencia de este domingo con los principales socios y colaboradores del Líbano es una "señal importante, en primer lugar para aquellos afectados directamente por la tragedia", según recoge Efe. "Hemos visto ya en los días pasados una gran solidaridad y disposición a nivel internacional a ayudar", ha recalcado Maas, que considera que lo que los beirutíes necesitan ahora, además de la asistencia internacional, es "un motivo para la esperanza".
Francia ha puesto en marcha "un puente aéreo y marítimo" para hacer llegar 18 toneladas de ayuda médica y otras 700 de ayuda alimentaria. Dos aviones militares han partido hacia Beirut este domingo.
El Mundo
https://www.elmundo.es/internacional/2020/08/09/5f2f0c61fc6c8347488b4697.html
10 de Agosto del 2020
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