Mientras el usurpador y sus esbirros continúan
atropellando nuestros derechos, algunos venezolanos de oposición agreden a
otros opositores mediante tuiters, artículos o declaraciones. La insensatez del
fuego amigo está causando mucho daño al sembrar desconfianza. Cabe recordar el
enfrentamiento entre tropas austríacas que se enfrentaron entre sí, permitiendo
el triunfo de los otomanos en la batalla de Karansebes, durante la guerra de
1787. Al parecer, el enfrentamiento fratricida se originó por causas etílicas y
se agravó por la confusión entre soldados que hablaban diferentes idiomas. Sea o
no cierto, se non e vera, e ben trovato, es decir que si no es cierto es
apropiado para describir lo que sucede en esta otrora tierra de gracia.
Aquí quizá el enfrentamiento entre quienes luchan por
salir de la narcodictadura no sea por ingesta de licor de uno de los grupos,
aunque puede que sí haya algunos borrachos de poder. No debería ser un problema
de idiomas, ya que todos hablan castellano, aunque puede que algunos no
evolucionados solo entiendan castellano antiguo.
La Asamblea Nacional aprobó el 10 de marzo el Pliego
Nacional de Conflicto que debe unificar la lucha por el restablecimiento de la
democracia y el rescate de nuestros derechos. Quien no lo acepte es porque está
de acuerdo con la narcodictadura. Dicho pliego establece claramente la exigencia
de elección presidencial libre, justa y verificable. Como condiciones no
negociables: nuevo Consejo Nacional Electoral designado por la Asamblea
Nacional, rehabilitación de las organizaciones políticas, habilitación y el
retorno de los derechos políticos de todos los ciudadanos, garantía del derecho
del voto de quienes tuvieron que emigrar, observación internacional con
credibilidad en todas las etapas del proceso electoral, rescate de los poderes
públicos y oposición a falsos diálogos.
El único punto de divergencia pareciera ser la exigencia
de algunos de no ir a elecciones con el usurpador en Miraflores, lo cual sería
ideal. Sin embargo, si se dan las otras condiciones no debería ser un punto de
honor. Vociferar que primero debe irse el usurpador, a pesar de estar
conscientes de que no se dispone de la fortaleza para defenestrarlo, así como
criticar al presidente(e) Guaidó por no cumplir ese mandato es solo un buen
deseo de algunos, ignorancia de otros e irresponsabilidad de quienes conocen
las fortalezas y debilidades del régimen y de la oposición.
Alegar que con Maduro en Miraflores no puede haber
elecciones libres puede ser cierto y también que con sus paramilitares rojos
intentará amedrentar a los votantes, pero la posición de nuestros diputados es
clara: si no hay elecciones libres, justas y verificables no participaremos en
ningún proceso electoral. Para que el usurpador las acepte debe continuar la
protesta en las calles, la oposición tiene que estar unida y las sanciones
internacionales deben intensificarse, haciendo caso omiso a lo que predican
algunos. Salir del régimen, así como del coronavirus, amerita sacrificios.
Si la presión sobre Maduro lo obliga a realizar
elecciones limpias es indudable el triunfo de la la oposición, siempre y cuando
acuda unida alrededor de un solo candidato presidencial y con candidatos
también únicos para las parlamentarias. Ante esta situación, hay cierta
probabilidad de que el usurpador proceda a arrebatar como Jalisco, por lo que
tendremos que dar otra pelea, pero con fortalezas que impedirán una nueva
usurpación.
Es positivo que algunos dirigentes políticos sigan
insistiendo en que primero debe cesar la usurpación, pero sin descalificar a
quienes piensan que, a pesar de todo, no es imprescindible si se logran las
condiciones electorales. Desde luego no votaremos si lo que hay es un acuerdo
entre la farsa de la nanomesa de diálogo roja y el régimen. Aspiramos prive la
sensatez en aquellos dirigentes y opositores de buena fe. No podemos seguir
sometidos a fuego amigo. Hasta ahora solo han sido escaramuzas, no permitamos
se convierta en batalla como la de Karansebes y triunfen los rojos.
Como (había) en botica:
Los rojos no solo destruyeron Pdvsa, sino también el
Fondo de Jubilación de los trabajadores, sumiendo en la miseria a quienes
dedicaron su vida a la empresa. Sin embargo, algunos jubilados, quizá por
desesperación, todavía creen en cantos de sirenas que los llaman a “recuperar”
a la que fue nuestra principal industria.
El Informe actualizado de la Comisionada DDHH de la ONU
reitera las violaciones a los derechos humanos, aunque omite la prohibición a
su equipo en Venezuela de visitar los sitios de tortura de la DGCIM.
Valientes familiares del capitán de navío Luis de la
Sotta, del coronel Jhonny Mejías y del teniente coronel Ruperto Molina
denuncian nuevos atropellos.
Tamara Sujú sigue realizando excelente labor divulgativa
en el exterior sobre las violaciones a los DDHH, señalando los responsables.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
http://www.digaloahidigital.com/articulo/la-batalla-criolla-de-karansebes
21 de Marzo del 2020
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