A las 9 de la noche del 10 de enero de 1984, desde la emisora Radio
Rumbos, el locutor Alfredo Ordoñez se comunica con Delio Amado León, narrador
de los Leones del Caracas por esa emisora, quien se encontraba transmitiendo un
juego Caracas - Magallanes en el estadio Universitario de la UCV. Comenta Cova
que “Cuando terminó el inning realizamos el pase y luego de la fanfarria,
Ordoñez con clara voz emocionada anunció la grata noticia que Luis Aparicio
había sido favorecido con la votación para ingresar en el templo de los
inmortales del beisbol. Luego el público, la fanaticada que se encontraba en el
estadio Universitario, entonó el himno nacional de Venezuela”.
Recuerdo esa
noche como hoy, el estadio estaba a estallar de gente, no cabía un alma, hasta
las gradas estaban abarrotadas, la alegría y la emoción transmitida por el
vozarrón de Delio Amado León no se hizo esperar, elogios y vivas para Luis
Aparicio, al unisonó todos levantamos los brazos con la ola, la algarabía era
colectiva, los vasos con refrescos, cervezas y champan los lanzaban al
aire, eso fue una lluvia de júbilo. En el palco y sillas centrales de la FCU, recuerdo entre los
presentes a Julio Casas, “Capote” Salas, Raúl Urquía, “Mortadela” Argotti,
Javier Díaz, “El Gordo” Luces, Malquides Ocaña, Pablo Zavala (120), Gumersindo
Pulido, Douglas Gómez, Mario Valdez, otros. Esa noche la alegría y la
celebración se hicieron presentes en las tascas y bares de Sabana Grande,
Chaguaramos, Bello Monte y Santa Mónica que eran nuestros predios universitarios.
Exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown
Luis Aparicio se despidió del estadio
de juego en la temporada de 1973, luciendo el uniforme de los Madias Blancas de
Boston, después de cinco años de haberse retirado del Beisbol Profesional de
Grandes Ligas, y seis de haber sido propuesto para ser incluido en el Salón de
la Fama del Beisbol, logra el más grande de los triunfos, al lograr 341 votos de los periodistas participantes en el
magno evento que representa el 84,62 % del total, también fueron incluidos y lo
acompañaron en la exaltación al Salón de los Inmortales, Harmon Killabrew
(bateador de Kansas City y Senadores de Washington) y Dom Drysdale (pitcher de
los Dodgers de Brooklyn) como miembros del prestigioso y selecto Club de
Cooperstown. Aparicio a la edad de 49 años se convirtió en el único venezolano
exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas en Cooperstown, el acto se
realizó el 12 de agosto de ese mismo año. Sin duda es un inmortal del
beisbol de todos los tiempos.
De origen Guajiro y zuliano de cepa
En la calle Guayaquil de
Maracaibo Estado Zulia, el 29 de abril de 1934, vino al mundo un niño a quien bautizaron Luis Ernesto Aparicio Montiel,
fruto de un matrimonio formado por su padre Luis Aparicio Ortega “El Grande”, de origen canario y su señora madre doña Herminia Montiel, zuliana de pura
cepa, Montiel de La Guajira. Estudio la
primaria en el Colegio Alonso Ojeda, la secundaria hasta el tercer año en el
Liceo Orangel Rodriguez, en su tierra natal. Desde niño fue un deportista
integral. Se jubilaba de clases para
jugar futbol con sus compañeros. Se destacó como deportista sobresaliente en
todas las disciplinas donde participó, a los 14 años era un crack en el futbol
fue delantero en el Club Infantil Guaraní de Maracaibo, hay que recordar que su
padre Luis Aparicio “El Grande” fue un futbolista y llegó a ser considerado uno
de los mejores delanteros de su época, eso debe haber influido en el hijo para
sus inclinaciones deportivas, destacó en el futbol pero una patada en la
espinilla lo sacó de circulación y abandonó el futbol. Como ciclista fue un
destacado pedalista; en atletismo fue un velocista de los 100 metros planos;
jugó baloncesto y cricket. A la par también jugaba beisbol, disciplina por la
que se inclinó con talento y ahínco hasta convertirse más tarde, en la estrella
de las estrellas del beisbol nacional y de Grandes Ligas.
Luis Aparicio está casado
con la señora Sonia Llorente, esa bonita relación matrimonial tuvo cinco hijos:
Luis, Sonia, Karen, Nelson y Sharon (murió en manos del hampa para robarle un
vehículo). Sus dos grandes amores y pasiones son su Familia y el Beisbol.
Novato del Año y 18 campañas en Grandes Ligas
Luis Aparicio tiene 85 años
de edad, debutó en Grandes Ligas el 17 de abril de 1956 con los Medias blancas
de Chicago y se retiró el 28 de septiembre de 1973 con los Medias Rojas de
Boston. Hizo 18 campañas en las ligas
mayores, debuta el 17 de abril de 1956 con los Medias Blancas de Chicago,
con ese equipo militó 10 años (1956 a 62 y 1968 a 1970); con los Orioles de
Baltimore se mantuvo durante 5 años (1963 a 1967), y con los Medias Rojas de
Boston los últimos 3 años (1971 a 1973). Realizó hazañas, en 1956 ganó el premio al
Novato del Año de la Liga Americana, estuvo en dos Series Mundiales, ha sido el
mejor campo corto de todos los tiempos y ganador de la Serie Mundial de 1966
con los Orioles de Baltimore. Fue el líder de bases robadas de la Liga
Americana durante nueve años continuos, con un total de 506 bases robadas.
Participó en 10 Juegos de las Estrellas, fue ganador de 9 Guantes de Oro,
disparó 2.677 hits. Fueron los múltiples los reconocimientos durante su carrera
beisbolista. La prensa deportiva
estadounidense lo considera como uno de los mejores y más veloces campo
corto de todos los tiempos. Los venezolanos David Concepción y Omar Visquel se
han inspirado en este “monstruo” del beisbol.
Doña Herminia “tienes que ser doctor, no pelotero”
En días recientes conversando en Madrid, con el
maracucho Oswaldo Muñoz director del semanario El Venezolano, sobre los 85 años
que cumplió nuestro homenajeado, presencie la conversación telefónica que
sostuvo con Zara, la hija de Aparicio, quien después de los saludos, le
manifestó que su padre estaba bien de salud, y salió a colación la anécdota
cuando su padre debuta en el beisbol profesional el 18 de noviembre de 1953,
“Su señora madre doña Herminia le llamó la atención para que siguiera
estudiando, que debía graduarse, que no debía dejar los estudios, que con el
beisbol no conseguiría nada y no iba a llegar lejos, pero siendo doctor si, su
futuro no estaba en el beisbol sino en graduarse. Su padre Luis Aparicio “El
Grande” estaba presente y presenció todo ese lio entre madre e hijo, a él
también le dieron su jarabe de lengua, ya que él lo motivo para que se
decidiera a jugar beisbol, se quedó callado, no dijo nada”. Comenta Muñoz mira
lo que son las cosas, se equivocó doña Herminia “tienes que ser doctor, no
pelotero”, sigue siendo el único venezolano del Salón de la Fama del Beisbol
Profesional de todos los tiempos.
Comenta su amigo el periodista y narrador deportivo Alfonso Saer que su
Padre le decía “Tenes que ser mejor que yo, el número uno, si es que vas a ser
pelotero”.
Serie Mundial de
Beisbol Amateur
El 12 de septiembre de 1953, se realiza en Caracas la Serie Mundial de
Beisbol Amateur, Cuba le ganó la serie a Venezuela, Luis Aparicio defendió los
colores patrios, en el jardín izquierdo, fue el mejor robador de bases y
anotador de carreras, se convirtió en uno de los mejores torpederos, se creció
junto a junto a Alfonso Bracho y Román Vílchez, que era el campo corto de la
época. Comenta Saer, que Aparicio llegó a Caracas “en una colita en la
camioneta del diario Panorama”.
Su Padre Luis “El Grande” le entregò el guante y el
bate
El 18 de noviembre de 1953, debuta Luis Aparicio en
el beisbol profesional en un juego entre Gavilanes y Pastora, cuando le tocó
batear, su padre Luis Aparicio “El Grande” en el bate en el cajón de bateo le
hizo entrega del bate con el que había logrado muchos jonrones, logrando un
hit. Cuando va a la defensiva a montarse en el campo corto (shore stop) Luis
“El Grande” le entrega el guante para que se defendiera, con el que había
logrado las grandes atrapadas y había contribuido al reconocimiento como el más
grande la pelota nacional. El inmortal tenía a quien salir, su padre estuvo
entre los mejores, fue su estimulo e inspiración, el legado (entrega de guante
y bate) fue un homenaje que lo motivo para convertirse en el mejor.
Jugó 13
temporadas en Venezuela
En el Beisbol Profesional
Venezolano jugo con Gavilanes, Los Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira,
Aguilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara, hasta con los
Industriales de Valencia jugó como refuerzo en un juego de finales. Tuvo un
record de 393 hits imparables.
El 17 de noviembre de 1953, Luisito tiene 19 años, venía de triunfar en
la Serie Mundial, ya se perfilaba como una promesa del beisbol,
Alfonso “Chico” Carrasquel, lo enseñó
Luis Aparicio se estrena en la gran carpa al frente de Alfonso “Chico”
Carrasquel, era el ídolo nacional, el más estacado de los venezolanos en grandes
ligas, Aparicio siempre ha reconocido que lo instruyó, le fue de gran ayuda en
un país desconocido donde se estrena en esos duros avatares, arrancó bien,
bateó de 3 a 1 en su escuadra en llave con el luego también famoso Orestes
Miñoso y Nellie Fox. Su familia conserva la carta que el mozo Luisito le
escribe a su madre, narrándole el debut, al final le dice “dile a papá que mi
deuda con él está cancelada”. Ese sigue siendo Luis Aparicio “El Inmortal”.
@marioevaldez
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