Escribir sobre las decisiones políticas de la
oposición en la situación actual, supone una gran responsabilidad, sobre todo
porque resulta fácil opinar cuando no se está en las tomas de decisiones o
cuando los ciudadanos carecemos de información por parte de los decisores. Sin
embargo, las decisiones de nuestro liderazgo nos implican a todos, para bien o
para mal; razón suficiente para elevar una opinión. Las decisiones son
asunto público y estamos en una coyuntura crucial.
1.- El 30 de abril fue una inflexión en una ruta. El
problema sustancial no residió en una decisión errada dentro de un camino.
Tampoco residió en las jugadas o malas jugadas de los militares que comparten
el gobierno despótico. Tampoco residió en la cobardía o valentía de quienes
dirigieron la acción. Tampoco el problema residió en el fracaso de una forma de
lucha dentro de una estrategia general. ¡No!
El problema fue un cambio en la estrategia. La
Asamblea Nacional dirigida por su presidente legítimo Juan Guaidó, desde enero
plantearon un movimiento civil que fuese respaldado por los militares. Lo que
se planteó el 30 de abril fue un movimiento militar que fuese respaldado por
los civiles. El orden de los factores si altera el producto. Además,
mediáticamente, lo que se vio, en los primeros minutos, no fue una acción de la
Asamblea Nacional sino de un partido político que luego fue respaldado por los
diversos partidos políticos de la Asamblea Nacional.
El hecho es que se resquebrajó la confianza en el
liderazgo de la Asamblea Nacional que se evidencia en la falta de respaldo de
la población a las concentraciones y marchas; eso permitió, además, que el
régimen aprovechara la situación para maximizar su represión, sin guardar
ningún tipo de forma.
Sin embargo, la liberación de un preso político y que
el director de uno de los principales aparatos de la represión del déspota
desertara, es sin duda alguna, un hecho positivo en la lucha contra el
despotismo. Tal vez, demasiado costo para el beneficio.
Lo cierto es que la acción realizada para el sector
que considera que los militares venezolanos, deben resolver el conflicto fue
agotada.
2.- Frente al escenario anterior, de forma rápida, un
grupo de intelectuales y dirigentes, manifestaron su opinión y se desvincularon
de la ruta trazada por la Asamblea Nacional, asumiendo que la institución
buscaba, exclusivamente una salida violenta.
3.- Se inicia un diálogo en Noruega, país por
excelencia, mediador de grandes conflictos, como el de Israel y Palestina
(1992-1993). Y la representación de la Asamblea Nacional es muy clara, es su
segundo vicepresidente, el compañero de generación de Guaidó, Stalin González.
Lo que significa que aquellos que se distanciaron de Guaidó, por su acción del
30 de abril, deberían celebrar esta nueva toma de decisión; pero también todos
aquellos que han sostenido que la Asamblea Nacional eran unos títeres del
imperialismo yanqui; esos deberían tener la valentía y con la misma fuerza
apoyar ese diálogo, porque sería la única manera de materializar una salida
electoral pacífica o el cese a la usurpación. Nada garantiza el éxito de esa
acción, también podría fracasar.
4.-Pero -lean bien el pero- estimados lectores… de los
hechos relatados, lo único que los venezolanos podríamos concluir es que la
Asamblea Nacional presidida por Guaidó está agotando literalmente todas las
posibles alternativas políticas que existen en la mesa de la opinión pública
entre los venezolanos, para una salida de los venezolanos.
Entonces, usted podrá estar en contra de unas
decisiones y a favor de otras… lo que jamás podrá afirmar es que la Asamblea no
está explorando todas las alternativas que como pueblo frente al despotismo se
pueden realizar.
¿Cómo no respaldar a nuestra Asamblea Nacional?
No es un asunto de apoyar a un caudillo, tampoco al
muchachito pobre educado por la oligarquía; tampoco es apoyar a Voluntad
Popular, ni a la derecha… como tampoco se trata de apoyar a los vendidos,
a los izquierdistas que quieren mantener al régimen, a los social demócratas
sin palabras y corruptos… No seamos un pueblo estúpido para dirimir el
presente de una manera tan ramplona.
¿Nuestros dirigentes han cometidos errores? sí… Hay
grupos que se han aprovechado, sí… Es difícil que una experiencia de lucha
contra un régimen despótico no se cometan serios errores, que no existan
traidores y aprovechadores; eso forma parte de lo real… También es verdad que
han tenido aciertos… pero ni por los errores ni por los aciertos debemos apoyar
a la actual Asamblea Nacional… ¿Dije bien? Ni por errores ni por aciertos, ni
por buenos ni por malos. Debemos apoyarla porque están indagando en todas las
vías posibles para la salida del despotismo.
Debemos apoyarla porque es el único espacio institucional
donde están representadas la gama ideológica del espectro político venezolano;
pero sobre todo por un pensamiento táctico y estratégico -( a quién estas más
allá de la izquierda y la derecha, que no tiene simpatía por ningún partido
político de oposición… te doy razones para apoyar a la Asamblea
Nacional…)-.
Deben apoyar a la Asamblea Nacional, incluso, aquellos
que sostienen que lo único que debe hacer Guaidó es llamar a Trump para que
intervenga… ¡Idiota! Si esa es tu vía de solución, hoy debes apoyar a la
Asamblea Nacional y sus decisiones y quedarte calladito… porque es la
institución reconocida por los países aliados contra el régimen despótico.
¿Acaso a ti, desde tu biblioteca o desde tu cabina de radio, te tomarán en
cuenta? ¿Puedes llamar a cualquier presidente de los 50 países que reconocen a
Guaidó y a la Asamblea Nacional, para que intervengan?
¿Quién en el mundo reconoce a los sabios
intelectuales, a los viejos políticos sin partidos… a los gritones de internet,
a los grupitos de partidos políticos sin representación en la asamblea
nacional? Y la salida política en Venezuela, para bien o para mal, está
enmarcada en un escenario internacional. Esa es una realidad que ni queriendo
la podemos modificar. Y la única voz reconocida internacionalmente es la de
nuestra Asamblea Nacional. No seas idiota…
Es la hora de apoyar a la Asamblea Nacional, sin
guabineo ni medias tintas. Lo otro es hundirnos con la bota de un idiota
déspota en el cuello… Pero la responsabilidad sería de nosotros mismo. ¡Por favor!
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