El número de docentes asociados, que pueden llegar menos de 500 euros al mes, se ha incrementado con la crisis
Son profesores universitarios e
imparten lecciones por las que pueden ganar menos de 500 euros al mes. Los asociados son los más
precarios de la Universidad y se cuentan
por miles. El presidente de los rectores, Roberto Fernández, denunció ya en
noviembre la situación de los "profesores pobres” y lo denunció ante el
ministerio. Este viernes, en el primer encuentro de la conferencia de rectores pidió soluciones a los problemas de financiación y a
la precariedad creciente de las plantillas. La reunión se ha celebrado en
Valencia, donde los asociados se han puesto en huelga.
La figura del profesor asociado nació con un objetivo que
no siempre cumple. En la Ley de Reforma Universitaria (1983) se estableció para
contratar “temporalmente” a especialistas del mundo profesional que pudieran
aportar su experiencia a las aulas. Más de 30 años después, distintas fuentes
universitarias coinciden en que aquella idea inicial se ha pervertido con los
años y se ha agudizado durante la crisis por la prohibición de reponer
plantilla que aprobó el Ministerio de Educación.
No son siempre especialistas que dan un servicio temporal,
sino profesores en precario que encadenan contratos semestrales o anuales
durante largos periodos de tiempo y que hacen funciones similares a
funcionarios o contratados más estables. Pero cobrando sueldos de 200 a 600
euros y teniendo que pagar además la cuota de autónomos.
UN PACTO PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Los grupos parlamentarios negocian estas semanas los
detalles de un pacto de Estado por la educación que, de alcanzarse, sería
inédito en España pero que se acotó y dejó fuera la etapa universitaria.
El presidente de los rectores españoles, Roberto
Fernández, reclamó ayer que se active también la negociación para un acuerdo
“que pudiera sustanciarse en una nueva ley de universidades o en la reforma
profunda de la actual”. La conferencia de rectores, la CRUE, aprobó ayer un
documento que han llamado Agenda
Política Universitaria, con
10 puntos a abordar que se ocupa “de los grandes problemas estructurales,
principales y más urgentes de la universidad española”, añadió su presidente.
Los rectores quieren trasladar esa agenda al Gobierno
central, a las comunidades autónomas y a los grupos parlamentarios del
Congreso. Quieren hablar con los diferentes agentes sociales “para solicitar al
Parlamento y al Gobierno que se ponga a las universidades españolas en primera
línea”. También prevén reuniones con los consejos sociales y los sindicatos.
“Llevo más de 20 años encadenando contratos”, explica la
profesora asociada Isabel de la Cruz, docente en el departamento de Sociología
de la Universidad de Valencia (UV). “Si consideramos que no nos pagan el tiempo
que dedicamos a preparar las clases o las tutorías, cada hora de nuestro
trabajo sale a cinco euros”, denuncia.
“Somos manos de obra barata y
precarizada, por eso pedimos que a igual trabajo haya igual salario”. De la
Cruz forma parte de la plataforma de profesores asociados de la UV, la
universidad donde se han iniciado las protestas con una huelga que empezó el
pasado lunes.
La situación es extensible a otros campus. El nuevo
presidente de la conferencia de rectores, Roberto Fernández, aseguró el pasado
noviembre que en la Universidad española “hay profesores pobres”. Lo dijo a los
pocos días de asumir el cargo y ha convertido esta precariedad en uno de los
ejes prioritarios de su mandato.
El también rector de la Universidad de Lleida se reunió el
jueves con los representantes de la plataforma de profesores asociados de la UV
en huelga y se comprometió a “poner muy encima de la mesa” la problemática en
la conferencia de rectores. Fernández subrayó además la “fuerte repercusión” de
esta precariedad en la vida universitaria española y llamó a revisarlo con “una
visión de conjunto de la carrera docente y de su estructura”. “La Universidad
sabe que no puede funcionar si no tiene una cantidad adecuada de profesores permanentes”,
argumentó tras acusar a “los recortes que hizo en su momento el Gobierno en las
universidades” de la precarización de las plantillas. Situaciones como la de
los profesores asociados “no son sostenibles”.
“Es un problema de carácter económico y la solución será
también de carácter económico. Una democracia de calidad no puede tener una
universidad precarizada”, insistió ayer el presidente de los rectores.
Fernández avanza que, tras los recortes de la crisis, los campus están en una
situación “realmente de urgencia”.
Por
miles
Las universidades españolas desconocen cuántos docentes
están en esta situación. La plataforma de la UV calcula que en su campus son el
30%, unas 1.300 personas. Y que están recibiendo llamadas de otras
universidades para organizar nuevas movilizaciones.
Según los últimos
datos oficiales publicados por el Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2014-2015, 20.000 de los
99.000 profesores de las universidades públicas son asociados, es decir, un 20%
del total. Lo que no ofrece la estadística oficial es cuántos de ellos se
corresponden con la mala utilización de esa figura. “Sin duda se cuentan por
miles”, estima Martí Parellada, el coordinador general de la Fundación
Conocimiento y Desarrollo (CyD), que elabora monográficos periódicos sobre la
Universidad española.
Este experto en estadística universitaria subraya que la
política del profesorado durante la crisis —el Gobierno prohibió reponer un
solo profesor jubilado durante más de un lustro— ha sido “claramente negativa
para las plantillas”. “Es evidente que hay un gran problema porque no han aparecido
nuevas plazas en cinco o seis años y las necesidades se han cubierto con
profesores temporales”, subraya Parellada.
Alejandro Tiara vicepresidente de la Crue y Roberto Fernández Presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades españolas. MONICA TORRES
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