Con el naufragio del país a la
vista, sectores chavistas con posiciones diversas vienen por fin haciendo
público su descontento y separación.
Algunos dicen que el desastre es
exclusivamente de Maduro y su entorno militar y mafioso. Otros con alguna
timidez reconocen que estas tempestades las sembró el caudillo. Hay quienes
no entienden por qué Chávez, tan “diverso y horizontal” en la relación con
sus bases, nunca rompió con el lado gansteril de su coalición.
La mayoría
sigue reivindicando continuar la gesta emancipadora que planteó el
comandante, el eterno retorno a la época primigenia de la revolución, que
acabará con injusticias, creará el hombre nuevo, seremos felices y comeremos
perdices.
Estas despedidas públicas son
importantes, pues reconocen el fracaso del proyecto y aíslan más al gobierno
militar, despótico y nepótico que hoy padecemos. En la paciente marcha que
debemos hacer para recuperar la nación, barrer la casa, recoger escombros y
aprestarnos a construir un Estado incluyente, democrático y soberano, es un
paso más de convergencia entre nosotros.
No deja de entristecer, empero,
constatar que muchos de estos políticos, activistas e intelectuales, parecen
no aprender de los errores. Solo dicen que todo salió mal porque las mafias
lo echaron a perder. Que Maduro no supo el verdadero legado de Chávez, pero
ellos sí. No se arrepienten de tanto exceso de romanticismo, extremismo,
aventurerismo y piratería.
Qué daño ha hecho jugar a un
radicalismo pueril, demorar y tergiversar la construcción de un orden
institucional a partir de la Crbv, erosionar desde el Gobierno la valoración
de los DDHH, prestar lealtad incondicional a un líder intoxicado de poder y
dinero.
Ministros que mantuvieron silencios cómplices por muchos años ahora
hablan de corrupción. Se ejerció poder sin entender su lugar en la condición
humana, sus características. Hubo desprecio por la política democrática, los
contrapesos, se apostó a las cualidades extraordinarias del líder y a los
petrodólares. Ahora en este desastre solo dicen, esto lo malograron otros,
habrá que comenzar de nuevo.
Si ellos no se hacen autocrítica,
nosotros los ciudadanos de a pie sí debemos hacerlo. No equivoquemos la
escogencia del liderazgo que ahora necesitamos.
@mlopezmaya
Escrito por Margarita López Maya (investigadora)
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Martes, 06 de Octubre de 2015 00:00
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