jueves, 30 de mayo de 2019

Teodoro Petkoff: figura sobresaliente de la política contemporánea venezolana - D.Pino Pascucci S.



        Agradezco la invitación a participar en este conversatorio que han denominado Venezuela: Entre  derivas y salidas a la crisis política actual,  organizado por la Segunda cohorte del Doctorado de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la muy ilustre Universidad de Los Andes. Con  la presente ponencia quiero hacer un justo reconocimiento a una  muy destacada figura  política e intelectual  del S. XX y XXI, tanto de Venezuela como de América Latina y el mundo; me refiero a Teodoro Petkoff Malek,  venezolano nacido en El Batey, estado Zulia, un día 3 de enero de 1932. De este crítico e irreverente personaje se sabe que fue economista y guerrillero, que fue diputado al Congreso Nacional de Venezuela en diversas ocasiones, Ministro de la Oficina Central de Coordinación y Planificación durante la segunda presidencia de Rafael Caldera, candidato presidencial en dos oportunidades (1983 y 1988) , fundador y director del diario Tal Cual, además de gran pensador y escritor que con sus obras nos legó valiosas reflexiones.
    Debo decir, además, que tengo en cuenta el hecho de haberse celebrado este 2019 el cuadragésimo octavo aniversario de la fundación del Movimiento al Socialismo (MAS), organización nacida formalmente el 19 de enero de 1971 en la Primera Convención Nacional realizada en Caracas, pero, el día de La Divina Pastora, ese mismo año, el 14 de enero, fecha importante para los católicos venezolanos, se realizó el primer congreso del MAS y  se hizo el milagro político en el campo de la izquierda, pues figuras como Teodoro PetkoffPompeyo MárquezEloy TorresCarlos Arturo PardoTirso PintoFreddy Muñoz y Argelia Laya, entre otros, deciden producir el importante sisma en el Partido Comunista de Venezuela  para conformar un movimiento que se define como un partido político socialista, no marxista-leninista, que nace como resultado de muy serias y bien fundadas críticas contra el  socialismo soviético y otros conocidos  modelos de  socialismos  nada  democráticos,  respecto  de  los  cuales  este    movimiento       
orientó  las críticas en la dirección de  señalar la   burocratización   del   poder,  su ineficiencia en   el   ejercicio de   la   función pública, su marcado autoritarismo y la total ausencia de democracia, su demostrado  imperialismo, la despiadada represión ejercida, la férrea censura de opinión y el control total y absoluto de los medios de comunicación, entre otras características del  llamado socialismo real. 

        Podría asegurarse que en la mente de los fundadores del MAS, Petkoff incluido, rondaba la idea coincidente  con los postulados que hoy, magistralmente, nos da a conocer el jurista italiano Luigi Ferrajoli, considerado uno de los exponentes del Garantismo Jurídico, tesis  según la cual  la “dimensión sustancial” e “implicación profunda” de la democracia es la consagración consistente y normativa de los derechos fundamentales así como las  garantías de los derechos humanos, los derechos inherentes a la persona humana. De acuerdo con Perfecto  Andrés Ibáñez,  prologuista de la obra intitulada Poderes Salvajes. La Crisis  de la Democracia Constitucional, cuyo autor es Luigi Ferrajoli, el Garantismo Jurídico es lo que  se denomina como el “auténtico momento de la verdad de la democracia”.

        En mi opinión, esa es una visión de la política, del derecho y de la democracia  que  no  puede  disociarse,  desagregarse, dado  que  quizás       sea      la visión estratégica moderna y verdaderamente humanista de lo que debe entenderse   por  democracia. Esa, pienso, era  la idea fundacional del Movimiento al Socialismo, y esa, pienso, debe ser hoy la estrategia de los  movimientos genuinamente democráticos, porque, contestes con el discurso de Ferrajoli, interpretado y compartido por Ibáñez, podemos decir con  éste  que  la  demanda que resulta más sentida, que ha sido más desatendida y que es  la  más  genuina  de las que  han  recorrido la historia,   es  la  demanda  de  la “humanización de las relaciones sociales mediante la dignificación  y  la refundación de la política…” (2011; 10).     

 Este llamado tiene hoy una extraordinaria importancia, toda vez que, sin darnos cuenta, estamos entrando en una era de acelerados cambios según sugiere  Paul Mason, columnista del famoso periódico británico 'The Guardian'. Los cambios que estamos viviendo y que vendrán en lo social, político y económico, en la cultura en general,  serán acelerados en virtud de la tecnología de la información y la comunicación, de las nuevas formas de trabajo y en razón de “la economía de compartir o economía colaborativa”, también conocida como “sharing economy”. Las viejas formas económicas no desaparecerán pronto, pero los cambios ya han empezado. "Es hora de ser utópico", opina Mason. 
         
     Por su parte, Miguel Martínez Miguélez (2009), en Ciencia y Arte en la Metodología Cualitativa, nos refiere que el tiempo histórico que nos toca vivir es un tiempo de “incertidumbre, incertidumbre en las cosas fundamentales que afectan al ser humano” (Pág. 18), pues estamos frente a una crisis de los fundamentos científicos, filosóficos y del pensamiento en general. El referido autor menciona a quien, por cierto,  ha sido presidente de la República Checa, el escritor Vaclav Havel, el cual nos habla del “doloroso parto de una nueva era”. Así mismo, Prigogine, escritor de ¿El Fin de la Ciencia?, igualmente aludido por Martínez Miguélez, afirma que hemos arribado al final de la ciencia tradicional, convencional, “determinista, lineal y homogénea”, para presenciar el surgimiento de una conciencia de lo discontinuo, de lo no lineal, de aquello que es diferente “y de la necesidad del diálogo” (ibid.). Como podemos apreciar, vuelven los dogmas a ser cuestionados.

      Hoy presenciamos un avance vertiginoso en el campo de la biomedicina, del estudio del ADN, de la mecanotrónica y la robótica, acompañada esta última de una serie de principios y valores éticos relacionados con la inteligencia artificial; son tiempos del desarrollo sostenible como paradigma alternativo al criterio tradicional de desarrollo; son los  tiempos de irrupción de  los  Derechos Humanos

 Emergentes, por consiguiente, es menester procurar lo que nos propone el destacado filósofo argentino, Osvaldo Guariglia, que no es otra cosa que la ética del Siglo XXI, la ética de los Derechos Humanos.

        Al observar  los hechos y analizar  la historia, me atrevo a decir que la rebelión de Teodoro y el nacimiento  del MAS se inscriben en esta idea central de la obra Ut supra citada, idea que gira esencialmente  en torno a la lucha contra los “poderes salvajes”, cuyo componente, visto con  anterioridad  por  Aristóteles  ( siglo IV a. C.) en  su obra La Política, no es otro que la animalidad presente en las tiranías y en las formas de gobierno que se autoexoneran de los límites que establece la ley.

        Se trata, pues, de que, como lo sugiere Edgar Morín (2000), nos orientemos  en el propósito de edificar  una “antropo-ética” en la que aprendamos que el ser humano  es  individuo,  ser social  y especie  al mismo tiempo. Por  lo tanto,  debe propenderse a la humanización  de las organizaciones, hay que valorizar la cultura para dar al traste con un pragmatismo positivista, encasillador, aplicado a la conducción de los emprendimientos, el cual termina convertido en mero eficientismo, seguramente falso eficientismo.

        No hay dudas de que vivimos tiempos de apostasía, razón suficiente para la ineludible construcción de un nuevo humanismo que, como dice Habermas (2008),  se  funde  en la  profundización  de los valores de la modernidad (libertad, igualdad y fraternidad). Estos valores no están postergados ni agotados, estos valores están siendo enfrentados por el consumismo hedonista de una cierta postmodernidad. Las utopías no han muerto, la historia no ha llegado a su fin,  el fin es de la concepción  lineal de la  misma; ahora,  sencillamente, nos   explica    Morín  (1999), hay que introducir elementos nuevos como la incertidumbre, el caos, el azar, el evento, en suma, la complejidad.       

        Respecto del hombre fundador del MAS, Teodoro,  creo no equivocarme si digo que el ambiente familiar en el que se formó  ejerció en él una influencia importante en lo que sería su manifiesta inquietud política y social, esa que, de algún modo,  está contenida en el adagio latino al que suelo referirme como signo de auténtico humanismo: “Homo sum,  et humani nihil a me alienum puto, adagio este que significa: Soy un hombre, y nada humano me es ajeno", frase  escrita por el  dramaturgo romano de la época republicana, Publio Terencio Africano, en su comedia Heautontimorumenos (El enemigo de sí mismo, o El verdugo de sí mismo), del año 165 a.C.

        La periodista Milagros Socorro, en una muy buena semblanza que hace de Teodoro, al referirse a sus padres nos dice que: La pareja Petkoff Maleç llegó a Venezuela a mediados de los años 20. Petko era  un  comunista  búlgaro, exiliado en Checoslovaquia, e Ida era judía polaca, proveniente de una familia jasid*”.                                                 
       En un ambiente familiar de gran cultura, de vida sencilla llena de solidaridad, de afectos, de principios y valores nace, crece y se forma Teodoro junto a sus dos hermanos, los gemelos Luben Petkoff y Mirko Petkoff, por cierto el primero también se hizo comandante guerrillero. Llega a la lucha social y política por convicción, por formación, por sentido de alteridad y otredad y no por resentimiento.    
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* Un jasid es una persona “que hace más que lo que tiene que hacer, alguien que va un metro más allá, un metro extra”, es “uno que hace más que lo que la letra de la ley exige”. Un verdadero jasid le tiende la mano y ayuda  a un hermano afectado por algún problema realmente grande. Eso es lo que haría un verdadero jasid. Esta palabra aparece  en Pirkei Avot o “Ética de los Padres”,  libro, más bien opúsculo, pues contiene  declaraciones breves y sentenciosas, al tiempo que sabias y profundas,  escrito por los Rabinos de la era talmúdica. El mismo tiene apenas 25 páginas y 6 capítulos de no más de 4 páginas cada uno, y en cada capítulo hay cerca  de una docena de tales declaraciones llenas de inteligencia y denso saber que invitan a reflexionar; por ejemplo, el quinto dicho del segundo capítulo de Pirkei Avot incluye la declaración: “un patán no puede temer al pecado, y un ignorante no puede ser un jasid.

        Teodoro nace en una época en la que un conjunto de hechos significativos  formaron parte de la mise in scene que marcaron buena parte del siglo XX, a saber:  el crack o  la  gran depresión del  29 al 33 que afectó a los Estados Unidos de Norteamérica y  a muchas economías y países del mundo;  las  consecuencias  de la  Primera Guerra Mundial, con sus efectos de cara a lo que sería la segunda gran conflagración (algunos estudiosos consideran a ambas guerras como una misma guerra que duró treinta años, que se inició en 1914 y culminó en 1945). Fue una  época de fascismo y nazismo, de guerra civil y falangismo en España, época de la revolución rusa y su subsiguiente estalinismo, época de genocidios y etnocidios, de despotismos y crueles regímenes totalitarios que causaron grandes tragedias en casi todo el mundo. Fue un tiempo en el cual se delineaba un siglo que, como lo definió Walter Isaacson, gerente director de la revista Time, “Ha sido uno de los siglos más sorprendentes: inspirador, espantoso a veces, fascinante siempre”.    

        El siglo XX, en una especie de praxis prospectivista, fue caracterizado de modo duro por Enrique Santos Discépolo,  quien  a fines  de 1934  compuso un tango que se estrenó en el Teatro Maipo y que,  a pedido del propio Discépolo, lo cantó por primera vez Sofía La “Negra” Bozán. Dicho tango se llama Cambalache y parte de su letra dice lo siguiente:


El mundo fue y será una porquería              
ya lo sé
En el quinientos seis 
                                                                 
y en el dos mil también

Que siempre ha habido chorros
maquiavelos y estafáos
contentos y amargáos
valores y dublé
                                                    
Pero que el siglo veinte 
es un despliegue
de maldad insolente
ya no hay quien lo niegue 
                                                             
Vivimos revolcáos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseados 

Hoy resulta que es lo mismo 
ser derecho que traidor
Ignorante, sabio o chorro
generoso o estafador 

Todo es igual nada es mejor lo mismo un burro que un gran profesor 


        Bueno, hay aspectos de ese tango que también los vemos en el siglo XXl, pero no por ello debemos ocultar los buenos momentos de la humanidad: las expresiones de rebeldía de los  jóvenes, el mayo francés por ejemplo, las conquistas sociales y los derrocamientos  de  muchas  dictaduras, los  avances de  las ciencias,  las  luchas descolonizadoras y los movimientos por los derechos humanos, las conquistas de Ghandi, Martin Luther King y Nelson Mandela  y la no discriminación social, política, religiosa, de género, cultural y racial.

        Volviendo al contexto en el que nace Teodoro y en el que transcurre parte de su juventud, es necesario decir que  en lo que a Venezuela concierne se asistía a los últimos años de la tiranía gomecista, era el preludio del gomecismo sin Gómez en un país predominantemente rural, de grandes dificultades para la conformación de movimientos políticos y sociales, tiempos de expresión atrevida y desafiante por parte de los jóvenes estudiantes, protestas sociales, huelga de trabajadores, tiempos en que la actividad  económica transitaba del precapitalismo en el agro al capitalismo en la moderna industria petrolera, industria esta última que “va a tener consecuencias profundas no sólo en la vertiente económica y  social, sino  incluso
en la actividad cultural y antropológica del hombre venezolano”, tal y como he señalado en otras ocasiones al citar una magnifica publicación editada por el  Centro Gumilla en el año 1977,  intitulada: Venezuela y el Petróleo.

        La juventud y la adultez de Teodoro se desarrollan en un ambiente de incomprensiones y alta conflictividad políticas: Guerra Fría,  insurgencias armadas, lucha guerrillera en Venezuela y en otros países de Hispanoamérica, las revoluciones de izquierda como  la  de  China  y  la  de  Cuba,  la  Guerra  de Vietnam,  el  Mayo Francés, la Primavera de Praga, la Masacre de Tlatelolco en México, la caída del Muro de Berlín, crisis  en  el  pensamiento y cautivantes enfoques  filosóficos  con figuras como:
                                                          
FERDINAND DE SAUSSURE y la estructuración de un completo sistema de signos; EDMUND HUSSERL con su fenomenología; MARTIN HEIDEGGER  y  su
reflexión filosófica esencial en torno a  ¿Qué es ser?; BERTRAND RUSSELL con su libro Práctica y teoría del bolchevismo mediante el cual mostraba su crítica y su desacuerdo con la forma de llevar  a cabo el socialismo en la Unión Soviética; LUDWING WITTGENSTEIN y la filosofía como el  análisis  conceptual y  lingüístico; THEODOR ADORNO   y su “razón instrumental”;  HERBERT MARCUSE y su obra  El hombre unidimensional, filósofo vinculado a la Escuela de Frankfurt de Teoría Crítica, considerado el padre de la "nueva izquierda";  JEAN PAUL SARTRE y el  existencialismo, crítico acérrimo de las intervenciones militares soviéticas en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968); LOUIS ALTHUSSER con el marxismo–estructuralismo que estudia la ideología, los aparatos ideológicos de Estado; MICHEL FOUCAULT y su Microfísica del poder con la que desafía las convicciones e ideas existentes en la mente de la gente en torno a la cárcel, la policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales,   la biopolítica, el biopoder, los derechos de los homosexuales y el bienestar; KARL POPPER y su criterio de comprobación científica denominado  de la falsabilidad, pues, según Popper, ninguna  teoría científica puede ser establecida de manera concluyente; BERTOLT BRECHT, extraordinario dramaturgo y poeta alemán del siglo XX, marxista, connotado antifascista, siempre sostuvo que para luchar contra la mentira y la ignorancia hay que escribir la verdad, aunque otros la  desdibujen, la desfiguren;  JüRGEN HABERMAS  y  su  Teoría  de  la  acción comunicativa; SIMONE DE BEAUVOIR y su filosofía del existencialismo; HENRI LEFEBVRE, filósofo marxista, antiestalinista, propulsor de un nuevo humanismo; HANNA ARENDT y sus obras Orígenes del totalitarismo, La condición humana, Entre el pasado y el futuro,  Sobre la revolución  y la polémica  Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal, obras estas que   influyeron  notablemente  en  los  integrantes  del  movimiento  la  Carta  77, movimiento creado a favor de los derechos humanos en la Checoslovaquia posterior a la era estalinista.

        Teodoro nunca adormeció su espíritu ni se refugió en la comodidad del dogma, por el contrario, fue una suerte de huracán desafiante, dispuesto a derribar los muros de la intolerancia, de la hipocresía, se mostró retador, creativo y visionario; me atrevo a decir que el Glasnost y la Perestroika fueron iniciados por este venezolano búlgaro polaco del Batey unos cuantos años antes que  Mijaíl Gorbachov.                       
        Podría asegurarse que, al parecer, Teodoro hizo suya la arenga del gran pensador  larense,  caroreño,  Don  Chío  Zubillaga  Perera,  quien    afirmaba:    

¡Adelante amigos! ¡Siempre adelante! aunque sea con la fuerza magnífica del pensamiento.

Célebre la frase de Teodoro: “Sólo los estúpidos no cambian de opinión”, (frase expresada en entrevista hecha por el periodista Alonso Moleiro, en el año 2006).

SUS INICIOS EN LA POLÍTICA


        Teodoro, “El Catire Teodoro” como algunos solían llamarle, luego de comenzar estudios de medicina, siguiendo  los pasos  de su  madre  médico, ingresa  en  la  escuela de economía, culmina su carrera y se gradúa con honores (Cum Laude) en la Universidad Central de Venezuela (UCV). En dicha Casa de Estudios se destacó como dirigente estudiantil y en el año 1960 presidió el Centro de Estudiantes.

             Al año siguiente del derrocamiento del gobierno del Maestro Rómulo Gallegos,  ingresó en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), concretamente en el  año  1949.  En  dicha   organización  conoce  a  Pompeyo  Márquez, figura igualmente  prestigiosa  e histórica  de nuestros  aconteceres políticos, con quien entabla una extraordinaria   amistad, vitalicia  digámoslo, de  destino común   en la lucha social y política de Venezuela. Estando en el Partido Comunista de Venezuela logró  alcanzar importantes posiciones de dirección en el Buró Político. Teodoro  actuó en la resistencia estudiantil contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en unión de  sus hermanos y de su primera esposa Aurora Martínez, lucha que significaba riesgos  que  implicaron  su detención, hecho que se produjo, en lo sucesivo, en no menos de tres ocasiones; ese era el corolario de su espíritu rebelde y de los combates que encaró en lo sucesivo como político insurgente.
                                                 
        Podríamos afirmar que la vida de Teodoro estuvo marcada por esa propensión a correr riesgos. Los corría con  convicción, su  rebeldía  inteligente  lo  llevaba a esa suerte  de  conciencia determinada que lo lanzaba a desafiar los abusos del poder. Tenía un ethos, un talante, que era conforme con el postulado aristotélico, pues  implicaba acometer actividades cuyo objetivo, finalidad o propósito, estaban orientados  al bien, a la felicidad de todos, a  la  eudaimonia como gran meta, con todas sus letras y significados: eu, el bien, lo que es correcto, y el daimon, el espíritu, el genio, a lo que le agregamos  el sufijo ia, que no es otra cosa que la cualidad. En él habitaba un espíritu cualitativamente  superior que infatigable y genialmente procuraba el bien.

        De allí su ser irreverente, utópico mas no dogmático. A una persona como Teodoro, no iconólatra, más bien iconoclasta, al reclamar postulado de coherencia a  los predicadores  de  un  mundo  mejor, le costó que  éstos,  en  una  suerte  de  “consejo de los  principales sacerdotes, con  los ancianos, con los escribas y con todo el  concilio,  los   celosos   guardianes  del  dogma y de la fe”,  como  en  una especie de  analogía con  los relatos de las sagradas escrituras, lo  juzgasen  y tratasen  como  un  infiel, como  un  hereje.  Lo  cierto es que nunca incurrió  en  lo  que, en 1925,  Mahatma Gandhi,  “la gran alma Gandhi”,  que es lo que significa en lengua gujarati,  señaló   al   referirse  a   los   “Siete   Pecados  Sociales”,  uno   de   los  cuales  es,   precisamente,  La  Política  sin  Principios. Petkoff   era  un político con principios, era un  Zoon Politikon  (ζῷον, animal y πολῑτῐκόν, político, de la polis) que nunca se excusó de la obligación de obrar conforme a principios y valores.

        El cientista político Alfredo Ramos Jiménez, académico de nuestra ilustre Universidad de Los Andes,  respecto de lo que debe ser  la actividad del político profesional, indica que ésta,  aunada a la responsabilidad que el político  tiene, exige poseer “buen juicio, sensatez, y estoicismo”, así como “energía y resistencia”, pero que esos aspectos del sujeto no deben separarse de la “política  como ciencia”. En  tal  sentido, Ramos  Jiménez,  coincidiendo  con  Max Weber, nos dice que “la ética de la responsabilidad (del político que advierte y asume las consecuencias de su acción) no necesariamente está separada de la ética de la convicción (del científico, que se propone alcanzar la verdad)” (2009; 21). Teodoro cumplió perfectamente con estos fundamentos

        “Roberto”, “Teódulo Perdomo” o “Quintín”, seudónimos usados por  Petkoff en la lucha clandestina, fue guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), a las  que ingresó en abril de 1962 y con las que combatió en las montañas de Falcón, Portuguesa y Trujillo, al lado de  su hermano Luben y del mismo Douglas Bravo, en cuyo  comando  fungió como Comisario Político. Luego, fue detenido por la DIGEPOL y no pudo asumir la tarea de dirigir, siempre como Comisario Político, el Frente Guerrillero Simón Bolívar en el Estado Lara. La izquierda  venezolana   seguía   la  tesis  del  “Partido  de   la Montaña”  planteada  por  Regis  Debray, tesis errada, derrotada militar y políticamente, de la que Teodoro  se  deslindó  en  cuanto advirtió que esa era una propuesta inapropiada. Respecto   de  la misma, en cartas  enviadas  a  su  esposa  Beatriz  Rivera,  comentaba  con honestidad que: ”la guerrilla no era tan excitante como muchos pensaban; todo lo contrario: se trataba de una aventura realmente extenuante y fastidiosa”.

        Teodoro fue detenido en tres ocasiones, como he dicho antes, la primera vez el 19 de marzo de 1963, y el 29 de agosto se fuga descolgándose desde el piso séptimo del Hospital Militar, adonde había sido trasladado después de fingir enfermedad, ingiriendo, para la treta, medio litro de sangre humana. Luego, del 15 de junio de 1964 al 7 de febrero de 1967, fecha esta última en la que, con  Pompeyo Márquez y Guillermo García Ponce, logra fugarse  del  Cuartel San Carlos a través de un túnel que fue construido desde las afueras de la edificación  hacia lo interno de la misma, y la tercera y última fuga fue en marzo de 1969. Posteriormente es liberado conforme a la política de pacificación que se llevó adelante en el primer gobierno de Rafael Caldera.

      El prestigioso escritor venezolano Ibsen Martínez sostiene que:La vida de Petkoff, en los años que van de 1958, cuando fue derrocada  la dictadura  del  general  Marcos Pérez  Jiménez, hasta fines de la década de los sesenta, puede narrarse tomando como hitos sus frecuentes subidas a la montaña, sus carcelazos y sus espectaculares fugas. Pero fue la invasión soviética a Checoslovaquia lo que lo llevó a cuestionar el corpus de nociones que, hasta entonces, explicaban el mundo, según la izquierda.

       Teodoro dejó el PCV junto con varios disidentes para fundar, en el año  1971, el  Movimiento al Socialismo (MAS)  de  tendencia  socialista  democrática, siendo uno de los miembros más influyentes del mismo. Candidato presidencial en las  elecciones   de  1983  por  su  partido el  MAS y  apoyado  por  el  Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)  queda en tercer lugar. Lo  intenta de nuevo, con  el  apoyo  de  los mismos  partidos, en  el proceso  electoral de 1988: en esta ocasión volvió a  quedar  en tercer  lugar. En 1992 se postuló como candidato  a la alcaldía de Caracas, pero el resultado no le fue favorable. En las elecciones presidenciales de 1993 no se postuló como candidato, en cambio, apoyó al expresidente demócrata cristiano Rafael Caldera que había abandonado las filas del partido COPEI, del cual había sido su fundador.  Rafael Caldera, con el apoyo del MAS, del partido CONVERGENCIA  y de muchos partidos de izquierda,   resultó vencedor  y, en 1996,  integró a Petkoff en su gabinete.

TEODORO MINISTRO EN EL GOBIERNO DE CALDERA (1996-1999)


        Petkoff asumió la responsabilidad de dirigir CORDIPLAN (Oficina Central de Coordinación y Planificación) y estando al frente de esta institución gubernamental  dirigió  la  Agenda  Venezuela, la   cual contenía  un  conjunto   de medidas que buscaban eliminar los controles de cambio y de precios, reiniciar el proceso  de privatización  y  cambiar  algunas normas  del  Sistema d e Seguridad   Social mientras fortalecía el Sistema de Prestaciones Sociales. La labor de Teodoro al frente de esta elevada responsabilidad permitió superar serias dificultades en  la economía venezolana.                                                                                               
        Al respecto,  la  periodista Milagros Socorro hace una precisa y acertada reflexión: Teodoro se remangó para darle un frenazo a nuestro eterno populismo  rentista.  Dialogó,  no necesitó tutela militar, razonó sin atavismo, como es propio de él. Y salvó  al  país de un descalabro en  aquel  momento. De  eso  no  hay  ninguna  duda.  No     pudo salvarlo del siguiente descalabro, que fue la llegada de Hugo Chávez al poder.     
                             
      Milagros Socorro cita opiniones de periodistas y de expertos analistas políticos, como es el caso de: Fernando Luis Egaña, abogado, profesor universitario, columnista de opinión,  Ministro de Información y Comunicación en el gobierno de Rafael Caldera, quien señala que: El debut de Teodoro como ministro de Cordiplan fue un verdadero acontecimiento. Su lenguaje franco y directo, y su gran capacidad de trabajo, fueron elementos muy positivos para enfrentar la crisis y abrir oportunidades para la reforma económica y social.

Por su parte, el periodista Pedro García ha expresado que: Teodoro estableció una nueva manera de comunicarse con el país de la que aprendería mucho Hugo Chávez. Por primera vez, un ministro hablaba en términos  llanos con la población y recorría el país explicando la Agenda Venezuela  a los públicos más diversos. Por supuesto, y a diferencia de Chávez, el discurso de Teodoro era completamente responsable”… “En vender la Agenda  Venezuela  y  la   reforma  de  las  prestaciones sociales, Teodoro comprometió su legendaria honestidad personal. A todos lados del país se desplazaba en su carro, una decrépita Caribe que lo dejaba botado en todas partes. Un equipo de El Universal tuvo que rescatarlo una vez que iba a hablar de la Agenda Venezuela en Maracay. También encontró, por cierto, una manera diferente de pelearse con algunos, como cuando su honestidad se vio objetada —sin pruebas-, porque Teodoro jamás manejó recursos. Por ejemplo, cuando un diario publicó que Teodoro andaba en un BMW  que  le habían incautado  al pelotero Luis Sojo, se puso tan furioso que en lo sucesivo le dio en llamar al propietario  el bobolongo.

        No quedan dudas de que Teodoro se convirtió en  protagonista  fundamental de la principal reforma que en el campo económico se llevó a cabo en el segundo gobierno de Rafael Caldera.

PETKOFF REBELDE, COMBATIVO, GUERRILLERO,
PERIODISTA Y ESCRITOR DE SIEMPRE.

        En 1998 se desvincula del Movimiento al Socialismo al no estar de acuerdo con  la  decisión  tomada  por  la organización  de  apoyar la candidatura  de Hugo Chávez en las  elecciones  presidenciales  de 1998;  no  obstante, Teodoro  no  abandona la política ni la creatividad que se forja con el pensamiento y la palabra. De hecho, volviendo  a una  actividad de  sus años juveniles y  de irrupción en  el mundo político cuando conoce a Pompeyo Márquez y trabaja escribiendo en Tribuna Popular, Teodoro se aparta de la militancia partidista e incursiona en la faena periodística: Fue director  del diario  El Mundo y posteriormente  funda    Tal Cual, medio asediado por la intolerancia y la antidemocracia dado que su política editorial ha sido de seria, firme y fundada crítica a los presidentes Chávez y Maduro.

      Ya Hugo Chávez en el poder,  Teodoro lanza su precandidatura presidencial para las elecciones de 2006,  visto que no  contaba con los apoyos necesarios,    retira  su  nombre  de  la  contienda para apoyar  a  Manuel  Rosales  e integrar su comité de campaña. Chávez consiguió la reelección el 3 de diciembre de 2006, Petkoff prosiguió en su actividad  de periodista y editor en el periódico Tal Cual. Consecuente  con sus  principios, valores y postulados políticos, Teodoro fue, con sólidos   fundamentos,  un   crítico  de  la  gestión   de Hugo Chávez al frente de la  primera magistratura nacional, y  fue famosa su reiterativa expresión: “porque  soy de izquierda me opongo a este gobierno”, en clara alusión a la gestión del Presidente en ejercicio.   
                                                  
       Teodoro, quien fue un verdadero ejemplo de “El hombre y su circunstancia”,  en 2015 fue galardonado al recibir el premio Ortega y Gasset “en la categoría de Trayectoria Profesional”. El jurado expresó que reconocían  unánimemente “la extraordinaria  evolución  personal  que  le  ha   llevado  desde  sus  inicios   como guerrillero a convertirse en un símbolo de la resistencia democrática a través del diario que dirige”.
       A propósito del premio Ortega y Gasett, el exjefe de gobierno de España, el gran líder Felipe González, acudió a recibirlo  en nombre de Teodoro dado que para ese 7 de mayo de 2015 tenía prohibido salir del país por decisión de un tribunal a petición de Diosdado Cabello. En el acto de entrega, Felipe González pronunció un formidable discurso en el cual describe el ser y la esencia de Teodoro, y, entre otras cosas, dijo: Verán: Teodoro es, ha sido toda su vida, como un río, un hombre de acción y de pensamiento. Teodoro Petkoff es un combatiente por sus ideas que llega a la conclusión en su larga vida de que las ideas sólo llegarán a buen fin si la libertad se respeta como condición necesaria para alcanzar la justicia social que le ha dado sentido a su vida.

                     Creo que todos coincidiremos con Felipe González en señalar  que la voz de Teodoro es “crítica”, “aguda” y “certera”.

LAS PUBLICACIONES DE TEODORO

       Cuando Johannes Gutenberg, orfebre alemán nacido en 1398, en Maguncia, en el Sacro Imperio Romano Germánico,  inventó  la prensa de imprenta cerca del  año 1440,  y por el año 1450 comenzó el proceso para lograr publicar la Biblia de 42 líneas (líneas impresas en cada página), también llamada Biblia de Mazarino, el primer libro completo editado en occidente con tipografía móvil,  así llamada debido a que unos estudiosos  bibliógrafos por allá por 1760  encontraron una copia de la misma en la biblioteca del cardenal  Mazarino, hecho este que los  cautivó grandemente, no se imaginó el salto cualitativo que había  permitido  para la humanidad y el impacto que,  en adelante, tendría tal invención en la vida de los seres humanos, tanto en lo económico, como en  lo social y en lo político. Pues el libro, su lectura, permitió empoderar a la gente, poner en manos de las personas el poder del conocimiento, conocimiento que anteriormente era un privilegio de pocos. El saber multiplicado y difundido a través de la imprenta comenzaba a ser un modo de democratización. Como ha dicho Arturo Uslar Pietri al referirse a la invención de la imprenta que, con anterioridad  a tal  acontecimiento, durante la Edad Media, pacientes copistas, las más de las veces monjes, se dedicaban a la tarea fatigosa y lenta de copiar durante meses y años lo que sería un nuevo ejemplar de un libro. Asegura Uslar Pietri que un proceso con tales características  convertía al libro en un objeto de “gran lujo, que solamente se podían proporcionar los príncipes, los grandes señores y los monasterios. La gente común  no podía aspirar a tener un libro, como no podía aspirar a tener un caballo, de modo que la posibilidad de difusión de la cultura estaba limitada por el costo y limitación del sistema de reproducción de los escritos” (Tomo I: 178, 179; 1972).
      Teodoro, consciente de la importancia que tienen  los libros,  la lectura y  la difusión democrática del conocimiento,  se abocó a escribir, a  difundir  el saber, a                                                     
compartir  sus  inquietudes  como pensador  y líder  político, por tanto, se  dedicó  también a  luchar  desde la trinchera de las ideas, desafiando el índex de las prohibiciones dogmáticas, creando pensamiento y reflexionando para que el lector, sin manipulaciones, arribase a sus propias conclusiones. Entendió que desmonopolizar el saber, el conocimiento, compartirlo  y entregarlo a todos es un gesto democrático que significa un desafío, un acto de rebeldía frente a los “poderes salvajes”  de los cuales  habla Luigi Ferrajoli.

Ensayos:
·         1969, Checoslovaquia: el socialismo como problema
·         1970, ¿Socialismo para Venezuela?
·         1973, Razón y pasión del socialismo: el tema socialista en Venezuela.
·         1976, Proceso a la izquierda: o de la falsa conducta revolucionaria.
·         1987, Del optimismo de la voluntad: escritos políticos.
·         1997, Por qué hago lo que hago.
·         2000, Hugo Chávez, tal cual.                       
·         2005, Dos izquierdas.
·         2007, El socialismo irreal.
·         2010, El chavismo como problema.                                                       
·         2011, El chavismo al banquillo: pasado, presente y futuro de un proyecto político.

Como coautor escribió:
·         1983, Teodoro Petkoff: Viaje al fondo de sí mismo, con Ramón Hernández.

·         1998, Venezuela en la encrucijada, Universidad de los Andes, con Raúl Huizzi. 

·         2000, Una segunda opinión: La Venezuela de Chávez, Hojas nuevas: con Ibsen Martínez y Elías Pino Iturrieta.

·         2006, Sólo los estúpidos no cambian de opinión, Libros Marcados: con Alonso Moleiro.

·         2008, Trincheras de papel: el periodismo venezolano del siglo XX en la voz de doce protagonistas, UCAB/El Nacional, con Carlos Delgado Flores, coord.
                                                   
TEODORO Y LA NECESIDAD DE CAPTAR LA REALIDAD

       Adrián Triglia publica un extraordinario ensayo cuyo título es El mito de la caverna de Platón. Una metáfora que nos intenta explicar la doble realidad que percibimos, título que podríamos usar, parafraseando, para Teodoro el líder iconoclasta,  político y pensador de grandes cualidades. Con sus actuaciones, con su existencia, con su esencia polémica, Teodoro nos mostró que  los dogmas  nos llevan a vivir, y sigo parafraseando a Triglia, Luces y sombras: la idea de vivir en una realidad ficcionada. En dicho ensayo, con toda precisión,  su autor nos indica que para Platón,  en la caverna, “por estrambótica que pueda resultar la escena, esos hombres encadenados que describe se parecen a nosotros, los seres humanos, ya que ni ellos ni nosotros vemos más que esas sombras falaces, que simulan una realidad engañosa y superficial. Esta ficción proyectada por la luz de la hoguera los distrae  de  la realidad: la caverna  en  la  que  permanecen  encadenados”. Es  el mundo  de las  apariencias o  de la pseudoconcreción a  la  que  se  refiere el filósofo Karel Kosik*,  checo por cierto, marxista en un momento determinado, posteriormente divorciado del dogma, pues  creo que  con su Dialéctica de lo Concreto, descubrió el mundo de realidad ficcionada en el que vivía.

        Teodoro produjo un cisma en la escolástica del socialismo real. A decir verdad, el fracaso  de  la  insurrección  armada  como  estrategia  para  el  cambio
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*Karel Kosík tuvo participación en la primavera de Praga, motivo por el cual  perdió su cargo como docente universitario y no tuvo más vida pública sino hasta  hasta 1989, sin embargo, no dejó de escribir. En el año 1975 la policía allanó su casa e incautó buena parte de sus  manuscritos filosóficos inéditos entre los cuales estaban las obras De la práctica y De la verdad. En el año 1990 regresó a la universidad.
social, más el desencanto, la  inmensa decepción  que  generaba  la represión  de la  sacudida  y reclamo húngaro de 1956, así como esa falta para con el postulado de coherencia, expresado en el hecho de que por un lado se había luchado contra la dictadura y por  la  democracia, pero  se  ofrecía como opción, sin  más, el   modelo  societario soviético, ontológicamente  lo más antidemocrático, la ruptura epistémica no  se hizo  esperar.  Ante  semejante  verdad, a Teodoro se le atribuye la siguiente  reflexión y  confesión: Difícilmente podíamos ser entendidos por nuestros compatriotas. Por añadidura, en 1965, el PCV había condenado enérgicamente, y desde luego, con toda razón, la intervención imperialista de Johnson el 28 de abril  en Santo Domingo, segunda ocupación estadounidense de la República Dominicana (1965-1966), conocida como la Operación Power Pack. No obstante, en agosto de 1968 se nos pedía que aplaudiéramos y que nos solidarizásemos con la intervención imperial de Brezhnev en Checoslovaquia. El PCV por supuesto, lo hizo, en un acto de esquizofrenia política que no podía sino alejarnos aún más del entendimiento común de los venezolanos.
                                                                                                 
       Tales hechos provocan como respuesta, desde las ideas y las convicciones principistas,  el libro Checoslovaquia: el socialismo como problema,  esa obra
sitúa a Teodoro en la línea de los desafíos y en  el centro del debate mundial en torno a la realidad soviética. Este leal seguidor del equipo de beisbol los Tiburones de La Guaira –yo, incondicional de Los Cardenales de Lara y de La Divina Pastora, como el gran historiador barquisimetano Manuel Caballero-  con su  irreverente  posición provocó  que  Leonidas Brezhnev,  en  su informe al XXIV
Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, en 1970,  lo acusara de ser una  “amenaza” para el comunismo mundial.

      La misma condena recayó sobre el francés Roger Garaudy y el austríaco Ernest Fischer, eminentes filósofos marxistas,  quienes, al igual que Teodoro,  integrantes de los comités centrales de los partidos comunistas en sus respectivos países y,  el mismo año de la invasión, publicaron obras en la que condenaban el hecho, al tiempo que calificaron y denunciaron al comunismo soviético  como un sistema antidemocrático y antihumanista. Imposible olvidar aquel triste episodio de enero de 1969,  que fue el epílogo de la Primavera de Praga: el joven Jan Palach quien, en un gesto de protesta y condena a la invasión soviética, se inmoló en la plaza San Wenceslao al  rociar su cuerpo con  gasolina para luego prenderse fuego.
            
        La invasión soviética a Checoslovaquia, hecho ocurrido en la noche del 20 al 21 de agosto de agosto de 1968, fue disfrazada de intervención de  las tropas  del
           Pacto  de Varsovia* a  requerimiento  de  las autoridades checas; para septiembre, recuerda Petkoff, “nos reunimos en mi ‘concha’ (escondite) Germán Lairet,   Antonio   José  Urbina  y  yo, quienes  junto  con   Alexis Adam  habíamos   sido  los  cuatro  solitarios  votos  en  el  Comité  Central del Partido Comunista de  Venezuela,  reunido  poco  después de la invasión, contrarios a  la resolución  que aprobaba la intervención soviética. Aquella noche de  la clandestinidad  arribamos a  la  conclusión  de  que  era  preciso abandonar  el  PCV  y  fundar   un   nuevo movimiento político, claramente diferente del comunista. Socialista, por supuesto, pero democrático. Esto es, no comunista. Nuestra disidencia no fue,  como para
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          *Firmado en 1955 por Checoslovaquia Polonia, Hungría, Bulgaria y la República Democrática Alemana, bajo el liderazgo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

           otros, coartada para abandonar la lucha, sino motivación para continuarla, con el mismo afán de justicia, empero desde una perspectiva nueva: la libertaria”. Teodoro puso en evidencia la contraposición existente entre lo falso verosímil y  aquello  que  es  verdadero, entre  el  mundo de las  verosimilitudes  engañosas  (mundo Homérico) y  el mundo de la verdad (mundo de Hesíodo), con lo cual, en el campo de la intelectualidad política y de la izquierda, no sólo venezolana, sino de otras latitudes, Teodoro contribuyó a que, a partir de los duros hechos y experiencias conocidas bajo el hegemón soviético, se diese el paso, el gran salto, en esa suerte de cosmovisión mitológica dominante en la teoría y en la praxis de los movimientos  políticos que agitaban las banderas del socialismo. Teodoro era auténtico en el arte de la dialéctica y la dialógica, entendidas  éstas como el método que  permite la  interacción    y  la interrelación  de  fenómenos   y  procesos   cuyo  fundamento   es  la  posibilidad    del   cambio permanente de las cosas, la posibilidad de que un fenómeno transite de un estatus a otro mediante la  asociación compleja , por tanto complementaria, concurrente y antagonista  de elementos e instancias necesarias para que efectivamente  exista, funcione  y se  desarrolle  de un determinado fenómeno. De allí su propuesta de un socialismo a la venezolana, un socialismo con rostro humano  y su ruptura con el socialismo real, cuyas crueldades muchos no quisieron ver, pero que no por ello estas no existieron.

       De lo decidido por Petkoff, el escritor Alberto Hernández,  en un trabajo intitulado  Aquel 28 de agosto de 1968. De “La Primavera de Praga” de El socialismo como problema a la Persona non grata de Jorge Edwards, publicado   en  Crónicas  del  Olvido. La  Metrópolis  de  las  Letras.    Ciudad Letralia. 200 mil soldados y 5 mil tanques del Pacto de Varsovia invaden el país. La  emoción  provocada  por  los cambios que  Alexander Dubček  había  impulsado  desde  el 5 de  enero  de  1968  quedó grabada en las mentes de los jóvenes que voceaban las consignas contra la represión. En ese marco nace Checoslovaquia. El socialismo como problema, del economista, y militante  comunista  para la época, Teodoro Petkoff,  quien   abrió   una   discusión    cuyo   punto    de   origen estuvo en esa remota ciudad europea, agredida por los partidos comunistas, con la excepción del de Rumania”.                                                   
        El precitado escritor afirma que la procura de la independencia por parte  de los checos y eslovacos, dinamitada, golpeada por el  liderazgo  de los soviéticos, era el anuncio de un “socialismo con rostro humano”. Teodoro, con su libro,  abría esa discusión pues  dividió las opiniones a  lo  interno  de la izquierda  venezolana  y dinamitó, fracturó, partió los escasos y pobres argumentos  del Partido Comunista   de  Venezuela;  pudiera   decirse  que  la  virtud   epistemológica    de Teodoro consistía en que , de acuerdo con la filosofía de Karel Kosisk,  captaba el                                                         fenómeno de  una  determinada cosa,  lo cual  significa  que  indagaba y describía cómo se manifiesta la cosa en el  fenómeno, y ”también cómo se oculta al mismo tiempo”, pues  la “comprensión del fenómeno marca el acceso a la esencia”.      
       Nos refiere  Alberto Hernández, Ut Supra citado, que,  así las cosas, nace el MAS, nace  un modo distinto, una novedosa forma de ver el mundo,  distinta a la que habitaba en el seno de una “izquierda anquilosada, vieja, anacrónica, repetitiva,  aduladora  y  convencida  de  que en  Moscú  estaba  el  paraíso,  como actualmente otros creen que se  halla en Cuba”.  Venezuela, refiere  Alberto Hernández, se convirtió en un  auténtico y “verdadero revuelo de ideas. Petkoff se llevó parte de la juventud mejor dotada”. Funda una nueva organización y estimula  la  discusión, mostrándose  partidario de la necesidad  de inventar “una
izquierda democrática, sí, con rostro humano”. En definitiva, de lo que se trataba era de idear y crear  un proyecto socialista que deviniese en alternativo al modelo “burocrático, policial y totalitario” que se había gestado en la URSS  diseminándose, extendiéndose,  por todo el  denominado y conocido    “campo socialista”, posteriormente  categorizado como  “socialismo real”  que  el ciudadano común identificó,” simple y llanamente”, como “el comunismo”.      

   Petkoff: “El Acorazado, El Hombre de Mil Leguas”.

       Cuando  el juez Aris La Rosa Álvarez declaró la “muerte civil de Teodoro Petkoff al catalogarlo, sin proceso legal, incapaz o entredicho,  esto es lo  que los romanos llamaban “la muerte civil de sus ciudadanos”, la capitis diminutio, con lo cual  su capacidad jurídica como ser humano quedó limitada  a lo que aprobase el tutor que provisionalmente le fue designado, Ludmila Vinogradoff, el  29 de septiembre de  2017,  en  el Blog  de  ABC, escribió:  “El acorazado  de  Teodoro Petkoff. Petkoff es  un hombre de mil leguas, un  acorazado que sabe resistir golpes…. Su obra como economista e investigador de las ciencias sociales constituye una referencia incluso más allá de Venezuela”.

        Ante el hecho abusivo cometido contra Teodoro, imponiéndole esta humillante decisión tribunalicia, Ludmila Vinogradoff  recogió en el artículo del  que les hablé, importantes opiniones pronunciadas por figuras del mundo diplomático, político y del campo de la lucha social, por ejemplo:         
  
        Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), calificó las acciones de “violación  a los derechos humanos”  y  “método estalinista”; el relator especial para la Libertad de Expresión de la Corte Interamericana  de  Derechos  Humanos,  Edison Lanza,  indicó  que “un régimen que teme a los periodistas independientes y de cabeza abierta hostiga de esta forma: la banalidad del mal”.
       El político venezolano Carlos Tablante  afirmó que “mientras los corruptos mandan y gozan de impunidad, la dictadura persigue ilegal y brutalmente a Teodoro Petkoff”;  y  el activista social y  ex-secretario ejecutivo de  la  Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chuo” Torrealba, resaltó que “¡ninguno de sus perseguidores tiene la estatura moral de Teodoro, ni su trayectoria heroica, ni sus aportes intelectuales, ni su honestidad!”.                                                
        El director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, señaló: “el régimen le hace análisis psiquiátrico a Teodoro Petkoff. Acaso porque hay que estar loco para animarse a pensar distinto hoy en Venezuela”.                   
        Podríamos decir que la sentencia dictada por el juez constituye una forma de violencia, esa que el sociólogo Randall Collins en su libro Violence: A Micro-Sociological Theory. (Violencia: Una teoría micro-sociológica),  categoriza como “violencia cobarde”. La violencia cobarde es definida como un tipo de violencia que  se  ejerce  contra personas  que  no tienen  posibilidad alguna de defenderse, pues, como ya hemos dicho, Teodoro no  tuvo derecho al debido proceso, no le fue permitido defenderse.       
 Antes de finalizar, dado que estamos conmemorando una gran figura  de la política venezolana, latinoamericana y mundial, quiero referirme, como lo he hecho en otras ocasiones,  al líder democrático italiano Aldo Moro, figura prominente y virtuosa de la política europea  del siglo pasado,  quien un  9 de mayo de 1978 fue asesinado, luego de estar secuestrado por cincuenta y cinco días, víctima, de acuerdo con algunos estudiosos del tema, de las posiciones radicales y extremistas gestadas al calor de La Guerra Fría. 
      Aldo Moro llegó a decir, con toda razón, que es el bien y no el mal lo que hace  posible  la vida,  dijo  también que: “Gobernare significa promuovere una nuova condizione umana”: Gobernar significa promover una nueva condición humana.
        Imagino que en la cabeza de Teodoro, permanentemente, a lo largo de su vida, rondaba la idea de gobernar promoviendo una nueva condición humana, y seguramente rondaba también la frase cervantina que, con un gran sentido de la dignidad, pronunciaba El Quijote:              
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse  los tesoros que encierran la
tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."
                                                                            (Miguel de Cervantes)          
    
        Con incuestionable acierto Giovanni Sartori, prominente estudioso de la Ciencia Política, ha  dicho  que: “Negar  la  historia  por  principio  resulta  absurdo  y  es dañarse a sí mismo.”  De tal manera que  no puede negarse la gran historia de  Teodoro,  figura que al decir de Manuel Caballerro, citado por Ramón Escovar León, entendió “la política como una elevada tarea espiritual, y no el asqueante pragmatismo clientelar que hoy la caracteriza”. Agrego, Teodoro comprendió que la aplicación e imposición de una barbarie estimula y trae consigo otra barbarie.                                
        Fue entrañable amigo del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. Este  destacado  escritor,  el gran  “Gabo”,  profesaba  aprecio,  respeto y admiración  por Teodoro,  tanto que, a partir de  la publicación de  la obra  Checoslovaquia.  El socialismo  como problema, y de  la fundación del Movimiento al Socialismo, le expresó su solidaridad cuando  en el año 1972 recibió el premio Rómulo Gallegos

       El  31 de octubre de 2018, al fallecer Teodoro  en la ciudad de Caracas, conversé con mis buenos amigos, el economista  Eugenio Graterol, paisano larense,  masista de   toda  la  vida,  con el también economista Gilberto Castro,  masista  al  igual que el compañero de luchas, abogado  y comunicador social, Pedro Velásquez, y conversé también con otro apreciado profesional de la economía, mi distinguido amigo  Herman Castro y con el respetable colega Dr. Luis Hugo Velásquez, contertulios todos  del  grupo  de  dialogantes  de El Cafeto, y al lamentar el hecho coincidimos en señalar que  había muerto un ¡gigante de la política, un hombre inteligente, valiente y digno!


                                                                          MUCHAS GRACIAS…………



                                                                               D. Pino Pascucci S.
                                                                               
                                                                                 dante7p@hotmail.com
                                                                                                         pino7p@gmail.com


      
                                         









                           
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                               REFERENCIAS DOCUMENTALES


COLLINS, Randall (2008).  Violence: A Micro-Sociological Theory. Princeton and      Oxford: Princeton University Press.

ESCOVAR, Omar.     El socialismo como problema. PRODAVINCI, 01/11/2018.



FERRAJOLI, Luigi (2011).  Poderes Salvajes. La Crisis de la Democracia Constitucional. Editorial   Trotta. Madrid, España.

GONZÁLEZ, Felipe. Teodoro Petkoff es un río de ideas y acciones.  En Tal      Cualhttp://talcualdigital.com/index.php/2018/11/02/felipe-gonzalez-teodoro-petkoff-es-un-rio-de-ideas-y-acciones/


HABERMAS, Jürgen (2008). Conciencia moral y acción comunicativa. Editorial                 Trotta. Madrid, España.
HERNÁNDEZ, Alberto.  Aquel 28 de agosto de 1968. De “La Primavera de Praga”                                      de El socialismo como problema a la Persona non grata 
                                       de Jorge Edwards. En   Crónicas del Olvido. La Metrópolis
                                       de las Letras. Ciudad Letralia.

KOSIK, Karel  (1967).   Dialéctica  de   lo  Concreto.  (Primera Edición). Editorial Grijalbo. México.

LIPELES, Matt.               Al Fin y al Cabo, ¿Qué es un Jasid? Disponible en:

  https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/548770/jewish/Al-Fin-y-al-Cabo-Qu-es-un-Jasid.htm.


                                                                30   
  MARTÍNEZ, Ibsen. De los libros a Teodoro Petkoff. Diario Tal Cual.
MOLEIRO, Alonso (2006).Sólo los estúpidos no cambian de opinión.¡ La vida de Teodoro! Conversaciones con Teodoro Petkoff.  Libros Marcados. Caracas, Venezuela.

  MARTÍNEZ, Miguel (2009). Ciencia y Arte en la Metodología Cualitativa.  Editorial Trillas. México.
        MORÍN, Edgar (1999).    La cabeza bien puesta: Repensar la reforma.   Reformar el
                                                pensamiento. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina.
                                                   
MORÍN, Edgar (2000). Los siete saberes necesarios a la educación del futuro.  Ediciones FACES/UCV. Caracas, Venezuela.

PASCUCCI, Pino (2018). Conversatorio en torno a ética y política. Universidad de Los Andes.Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Doctorado en Estudios Políticas http://investigacionpostgrado.blogspot.com.

RAMOS, Alfredo (2009). El Experimento Bolivariano. Venezuela: Ediciones del    Centro  de Investigaciones de Política Comparada de la Universidad de Los Andes, Mérida. Primera edición.


SOCORRO, Milagros.     Teodoro Petkoff, el estratega que salió de El Batey.    htpp:/elestimulo.com/climax/teodoro-petkoff-nacio-bajo-el-sol-de-el-batey/06/11/2018.      
                                       Teodoro Petkoff, clase magistral de economías en crisis.


TRIGLIA, Adrián (2016).   El mito de la caverna de Platón. Una metáfora que nos   intenta explicar la doble realidad que percibimos.

USLAR, Arturo (1972).        Valores humanos. Tomo I. EDIME, Caracas-Madrid.

VINOGRADOFF, Ludmila. El acorazado de Teodoro PetkoffBlogs ABC. 29/09/2017.


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