Respuesta a John
Magdaleno, y la propuesta correcta.
En una serie de
tuits, y en una entrevista con Nelson Bocaranda, John Magdaleno aboga por una
solución negociada, por la unidad de la oposición, y defiende las elecciones
como mecanismo de preparación de una transición. Además, implica que en la
transición debe estar una coalición que incluya a los representantes del actual
régimen y sus instituciones. Afirma que su estudio es científico, y que
desbanca las afirmaciones de que este régimen no sale con votos, y que no hay
que negociar con él.
En este artículo
doy respuesta a estas afirmaciones, negando su validez, usando análisis teórico
y la evidencia a la que tenemos acceso, que es pública, para hacer una
propuesta alternativa, que incluye negociación y elecciones, pero apuntando a
la verdadera diana.
1. Bases
científicas del estudio comparativo y su aplicabilidad
En primer lugar,
saludamos su invitación a dialogar sobre el tema, sobre bases sólidas,
científicas. Empezando con eso, no es cierto que si usted encuentra uno, dos, o
pocos contraejemplos, logra hacer falsación de la teoría respectiva. Eso es
falsación lógica. Pero no científica. Incluso en ciencias naturales se sabe lo
que se sabe en econometría: no puedes usar dos datos para hacer una regresión.
En segundo lugar,
Magdaleno afirma que si encuentras 34 casos; no solo uno, que contradicen la
afirmación de que “dictadura no sale con votos”, la falsación científica es
sólida. Es usualmente cierto que si creas condiciones idénticas para un
experimento, y logras contradecir una afirmación, o “hipótesis nula”, con una
muestra de tamaño 34, invalidas la teoría en cuestión, con un pequeño margen de
error. Pues el número 30 es un número mágico como tamaño de muestra para
lograr, en bastantes casos, una distribución similar a la de Gauss (la llamada
“normal”) para muestras poblacionales que te permiten hacer inferencia
estadística, basándote en el inmenso poder de la ley de los grandes números.
Ahora bien, si la
muestra es de tamaño 70, como se dice del estudio, y son 34 los casos que
contradicen la teoría en cuestión, no se puede hacer inferencia estadística, no
solo lógica. Menos de la mitad de los casos obedecen al criterio que niega la
teoría sujeta a prueba. En estos casos no rige el criterio de mayoría
democrática, por cierto, de manera que incluso si hubieran sido 40 los casos
exitosos de la muestra de 70, tampoco se podría contradecir la teoría que
Magdaleno está criticando. Debes hacerlo con un margen de error muy pequeño, y
el número debe estar más cerca de 70 que de 35 (por arriba, no por debajo, además),
que es la mitad de la muestra. Así que Magdaleno parte de criterios que no son
científicos para hacer sus afirmaciones, cuando empieza diciendo que se trata
de refutar científicamente las afirmaciones que critica.
2. La
comparabilidad de los casos estudiados con Venezuela
Por si esto fuera
poco, es clave, además, que el experimento sea el mismo. Que la población,
estadísticamente hablando (no fácticamente, claro, como cuando hablamos de un
país), de la que salen las muestras sea la misma. O debes definir la diferencia
entre las poblaciones, y hacer comparaciones poblacionales a través de análisis
de muestras respectivas.
En el caso que nos
ocupa, la inferencia no es posible, pues en esos países de estudio, la
contradicción es entre gobierno (o coalición de gobierno) y oposición. En
Venezuela es entre los caza-renta, y el resto de los venezolanos. El enemigo es
distinto al de los casos estudiados. De hecho, Venezuela es un caso único,
porque también es único en demasiados otros respectos, empezando por el que
estamos adelantando, que es el fundamental, pues es el modelo que explica su
comportamiento económico, político y social: el rentismo petrolero.
En el siguiente
artículo hago un resumen sustancioso de la literatura especializada, que sí que
ha hecho estudios econométricos rigurosos que permiten inferir efectos, y
también remedios a los países que padecen o han padecido esta enfermedad,
denominada con frecuencia “maldición de los recursos, o de la abundancia”
(página 17). Y las particularidades de Venezuela:
El efecto que más
nos interesa, pues, es el de la existencia en los países en cuestión de un
cartel de mafias que se constituye para apropiarse la renta respectiva, y de
los negocios relacionados vertical y horizontalmente, como tráfico de drogas, de
armas, trata de blancas; conexiones geopolíticas. Ese cartel captura,
sistemáticamente, tanto a los gobiernos de turno, como a parte importante de
las dirigencias opositoras de turno, medios de comunicación, analistas, etc. En
conclusión, la existencia del cartel de mafias caza-renta impide una
comparación entre países que no padecen esta enfermedad.
Es claro que si el
estudio de Magdaleno no filtra su muestra para comparar países similares, no
puede usar las mismas teorías para recomendar la acción estratégica en
Venezuela, pues no se trata de la misma población estadística. Hacer falsación
usando teorías buenas y evidencia apropiada para otros contextos, no es un
ejercicio científico válido. Y sus conclusiones no se siguen para nuestro país.
Esto, en el mejor
de los casos. Dando el beneficio de la duda sobre si tiene algún valor positivo
en nuestro contexto, y no más bien negativo, que perjudica las decisiones
políticas en nuestro país, y desorienta a los venezolanos que quieren salir de
este régimen, y hasta sus líderes, pues el estudio no ha sido publicado, como
debería haberlo sido, dado el peso de las afirmaciones que se han hecho en
público, en un contexto en que esas afirmaciones potencialmente tienen
consecuencias de vida o muerte para millones de personas, y no podemos ver los
detalles, para poder hacer lo que se llama una réplica científica respectiva
del experimento, del ejercicio investigativo.
3. El uso del arte
para combinar teorías científicas e informaciones en nuestro caso
Lo dicho nos pone a
considerar el caso venezolano como único, realmente. Por si fuera poco, no solo
tenemos el caza-rentismo como diferenciador determinante. Hay otros factores
que, por su peso, separan a nuestro país de los otros casos de análisis, como
el dominio de Cuba en el gobierno desde 2003. El boom petrolero desde el 2004.
La caída del precio y el ingreso petrolero durante Maduro. La debacle de la
política económica en términos de hiperinflación, hiper escasez, somalización;
la emigración indeseada, el tráfico de drogas desde el gobierno, y las pugnas
internas de los caza-renta.
Seguiremos entonces
el análisis sobre el carácter único de la realidad nuestra, sobre informaciones
que manejamos, lo mismo que las élites, que no siempre son públicas, pero que
son determinantes; y sobre las teorías que se pueden aplicar con más propiedad
a nuestra situación, sobre todo de cara a la estrategia óptima para salir de la
crisis. Una combinación de ciencia social, con el arte del análisis, la
práctica, y las propuestas ajustadas; y en aprendizaje racional, afinando el
modelo a medida que se dan los acontecimientos en medio de la complejidad que
vivimos.
La implicación
geopolítica, por ejemplo, implica una solución geopolítica. No necesariamente
de una intervención armada de los EEUU. Pero sí un involucramiento de la
comunidad internacional en la solución, como proponemos abajo. La debilidad
económica después del boom petrolero tiene también implicaciones
diferenciadoras definitivas, pues la salida desde un totalitarismo fortalecido en
lo económico no es lo mismo que desde uno debilitado en esa materia, y en
franca implosión, como en nuestro caso. Tendremos en cuenta todas estas
características diferenciadoras en nuestro diagnóstico, y nuestro remedio.
4. La unidad de la
oposición y el enemigo a vencer
En teoría de la
guerra, la guerra política en particular, es básico identificar a tu enemigo, y
a sus aliados, así como los tuyos. En la gran mayoría de los países analizados
por Magdaleno, es adecuado separar la oposición, en un solo bloque, del régimen
gobernante. Y abogar por su unidad. Ahora bien. En el caso nuestro, criticar, y
hasta descalificar, como lo hacen Magdaleno y los analistas famosos en
Venezuela, a quienes “promueven la división”, a “los radicales”, “los guerreros
del teclado”, denigrando con frecuencia de la opinión de los venezolanos por
las redes sociales, es inadecuado. Cuando la opinión de las redes sociales, en
general, ha estado más acertada que la Magdaleno y la de dichos analistas.
En efecto, en
Venezuela, parte importante de la “oposición” está capturada por el cartel
caza-renta. Es algo realmente incuestionable por la teoría adelantada, por la
evidencia empírica (además de que personalmente, por cierto, lo viví con varios
intentos de corromperme, cuando estuve en el gobierno), y por las señales
inequívocas en Venezuela.
El enemigo en
nuestro país, pues, no es solo el gobierno. Son los caza-renta, y su modelo. Y
el enemigo captura a parte importante de la oposición; no solo al gobierno, lo
cual los convierte a ambos en enemigos, al ser agentes del enemigo. Maduro, por
ejemplo, es un títere. Si analizamos a quiénes beneficia más la política
económica, y quiénes se perjudican, nos daremos cuenta claramente de que la
cúpula militar corrupta es el grupo jefe del cartel mafias caza-rentas en
nuestro país, en que participa Cuba como una de las mafias respectivas en el
ámbito geopolítico del cartel. Si quitas al títere, y los caza-renta también lo
quieren quitar, y poner otro, en una operación gatopardiana, no haces mucho, cuando
el abismo en que estamos metidos ha producido, paradójicamente, la oportunidad
de salir de los titiriteros, y de su sistema mismo.
Es de recalcar que
prácticamente todos los analistas políticos famosos han errado, como Magdaleno,
en la caracterización apropiada del enemigo, y los ha llevado a insistir en la
unidad de la oposición. La unidad, al contrario, como hemos establecido, no
debe ser la de la “oposición”, simplemente. Es la unidad de quienes quieren
salir del gobierno, y de los caza-renta y su modelo. Es la oposición, sin
comillas, a los caza-renta y sus aliados. De hecho, la división es buena en la
“oposición”, y ya se está dando, sobre todo después de los fracasos de los
diálogos, de las elecciones, y de los mecanismos “unitarios” que ha ideado la
dirigencia política opositora, como la MUD, y ahora el Frente Amplio. Si te
unes a tu enemigo, pierdes la guerra, de entrada, como nos ha estado
ocurriendo, hasta ahora.
La solución,pues,
va por otro lado, y de eso hablaremos aquí, contrastando con la de Magdaleno y
otros analistas similares, como Luis Vicente León, Ángel Oropeza, José
Virtuoso, Fernando Mires (especialmente equivocado en su análisis sobre nuestra
situación, detrás del ropaje de ilustrado de sus afirmaciones), entre otros,
cuyos análisis y remedios han formado parte del establishment cultural que no
nos ha permitido salir de esta situación.
5. La pugna interna
de los caza-renta: radicales y moderados
Un elemento
importante a identificar para comprender la situación nuestra, y para trazar la
estrategia y la tácticas óptimas, se refiere a las pugnas internas de los
caza-renta, algunas de las cuales han sido tan grandes, que se han hecho
públicas. Otras de esas pugnas han trascendido en los círculos informados
(públicas en esos ámbitos). Lo que hemos visto refleja lo que predice la
teoría, y la evidencia empírica, para casos en los que el negocio que sustenta
al cartel se deteriora notablemente, al punto de que su existencia misma se
pone en peligro, surgiendo pugnas internas entre las mafias componentes. Se
pone así en peligro también el cartel mismo, pues los desvíos de la cooperación
que lo mantiene funcionando, son más atractivos que mantener el acuerdo, que se
hace muy inestable y sin medios de reproducirse como tal. Ese resquebrajamiento
del cartel en nuestro caso viene desde la caída de los precios petroleros, y de
la caída de la renta, por la misma razón. Pero el deterioro posterior de la
economía, y del gobierno mismo, que ha devenido en desgobierno, ha hecho que el
conflicto interno se exacerbe a grados explosivos.
Sobre lo más
reciente, es ya bastante conocida en los círculos informados que en varias
ocasiones Maduro fue considerado como un lastre inconveniente e insoportable
para un sector de los caza-renta. Pues era un agente de las mafias radicales
tan adictas al poder, que estaban poniendo en peligro el modelo mismo que los
alimenta a todos, y no tiene capacidad de resolver, incluso si se lo propone,
la situación económica, por su incapacidad de generar confianza, y por las sanciones
a las que está sometido.
Recientemente se
produjo una pugna para tratar de sustituirlo, por ejemplo con Falcón,
considerado un peón alternativo que podía implementar una política económica
más moderada. Resolver los equilibrios básicos de la economía para parar la
inflación, liberar controles, e impulsar así el aparato productivo. La idea era
permanecer en el poder, a cambio de ganar menos renta mediante la eliminación
del control de cambios, los CLAP, el subsidio a Cuba, aumentando el precio de
la gasolina; haciendo un refinanciamiento de deuda, e incurriendo en nueva
deuda para reactivar la economía. Ese cambio lo iba a dirigir Francisco
Rodríguez, con un plan económico bien concebido y formulado desde el punto de
vista técnico, y acoplado para que en materia política permanecieran en el
poder los caza-renta, a través de sus nuevos y viejos títeres (como el caso del
TSJ, la ANC, parte de la oposición, etc).
Se planteó
seriamente la posibilidad de dilucidar esa pugna entre los moderados y
radicales en las elecciones del 20 de Mayo. La pugna dependería del control
sobre el CNE: el que contaba los votos era el que decidía la contienda, no el
número de votos. Jorge Rodríguez, con importante incidencia sobre el CNE,
estuvo inclinado hacia los moderados. Pero los radicales, cuyo títere más
sobresaliente es Maduro, como dijimos, apoyado por Cuba y la cúpula militar
corrupta, entre otros, se impusieron. Argumentando que ellos podían hacer las
reformas. Con el resultado, como ya sabemos, de que el intento de reformas fue
mal concebido, mal planificado y mal implementado, con las consecuencias
desastrosas que tenemos, y que ponen en peligro aún más el modelo caza-renta,
si las fuerzas contrarias se organizan y aprovechan la oportunidad, como
explicaremos abajo.
Ante ese fracaso,
en todo caso, ahora se plantea de nuevo un nuevo cambio gatopardiano, que sería
instrumentado a partir de un nuevo proceso de diálogo, para sacar
definitivamente a Maduro, y permitir un gobierno de transición moderado, como
el propuesto por Magdaleno, otros analistas, y los partidos cohabitadores, que
deje en el poder político y militar a los caza-renta, con control de algunas
cosas claves en lo económico, como el arco minero.
La pregunta que
debemos hacernos, entonces, es si es posible sacar a los caza-renta de cuajo, o
aceptar una transición en la cual conserven el poder para mover los hilos, y
haya reformas que pongan parches a la situación. Que siga el modelo rentista,
cambiante de ropaje ideológico, que viene de la cuarta república, y que se
exacerbó en la quinta, ahora rebautizado como “una nueva democracia”, que “dejó
atrás el socialismo del siglo XXI”.
La pregunta no es,
pues, si entrar a una negociación sin más ni más, como plantean analistas como
Magdaleno, León, Virtuoso, Oropeza y otros, además de los partidos de la
cohabitación, sin distinguir a quién estamos favoreciendo. Sin saber qué juego
estamos jugando. Es claro, a estas alturas, que la “oposición” capturada por
los caza-renta, los cohabitadores, actúan como agentes de esta solución
“moderada”, escondiendo al resto de los venezolanos qué es lo que está pasando
en realidad. Afortunadamente los estamos identificando.
6. La
caracterización correcta del régimen venezolano
Desde que Chávez
cayó directamente en manos de Fidel Castro, por los años 2003, y este
caracterizó al enemigo del gobierno como la burguesía y el imperialismo, estaba
claro que no iban a entregar el poder mediante “elecciones burguesas”. Ahí
empezó la guerra política y económica que nos ha llevado hasta hoy. A pesar de
tener cierta independencia al principio de los caza-renta, estos capturaron por
completo el gobierno de Chávez, sobre todo a partir del boom petrolero. Y
facilitó la jefatura militarista del cartel en cuestión. Pero este fue un
período en que aceptaban algunas derrotas electorales, para dar la apariencia
de democracia.
Ahora, con Maduro,
luego de la baja del precio y el ingreso petrolero, el régimen
cuasi-estalinista, capturado como nunca por mafias caza-renta, se quitó por
completo la careta, y ha quedado claro que no va a entregar el poder a sus
enemigos por medio de votos en un régimen electoral administrado por ellos. Ha
quedado claro que se trata de un totalitarismo delincuencial, capturado por
mafias delincuenciales especialmente voraces.
Es claro que el
cartel de mafias mutó de piel ideológica y terminó capturando, como nunca, al
gobierno de Chávez hacia mediatos y finales de su mandado, y sobre todo con
Maduro. Lo que dijimos sobre el posible cambio de Maduro, nos debe llamar a
alerta, de posible aceptación de elecciones, para que cambie el títere, pero
siga su dominación mediante unas votaciones en las que no puedan perder. Habría
elecciones, pero no para entregar el poder a sus enemigos. Sería para entregar
el poder a otros títeres controlados por ellos. La pregunta es realmente
entonces, si los venezolanos debemos transarnos con un cambio gato-pardiano.
Para cerrar este
apartado, para afinar las definiciones, diremos que este no es un autoritarismo
competitivo; es un régimen de vocación totalitaria (o pretotalitario) con
aristas mafiosas, que vienen de su carácter de títere del cartel de mafias
caza-renta con sus negocios relacionados. Es la caracterización más acertada
que he visto, usada por Alejandro González, abogado experto en la disciplina del
derecho de la política (derecho constitucional).
No está demás decir
que en la radicalización de Chávez para echarse a las manos de Fidel Castro
tuvo que ver la oposición y el empresariado capturados por los caza-renta,
cuando promovieron el paro petrolero. Tienen parte importante de la
responsabilidad de lo que está pasando hoy. Son los mismos que hoy tratan de
cohabitar con el régimen, y conservar el caza-rentismo. Pero esa es otra
historia, que es interesante en sí misma, pues nos muestra cómo actúan quienes
mueven y han movido los hilos en Venezuela, por demasiado tiempo ya,
perjudicándonos, y hasta poniéndonos a pelear entre nosotros, para ellos
reinar.
7. La disyuntiva:
salir o no salir del modelo caza-renta y sus agentes
Una vez
establecido, pues, que esto es un juego de facto, más que de jure, está el
asunto de qué estrategia adoptar frente al enemigo y sus aliados. A estas
alturas las opciones son si vamos a un cambio gato-pardiano, o si vamos a un
cambio de modelo, pues Maduro no puede seguir por mucho tiempo más, y sería
para los caza-renta, un chivo expiatorio, si es que van a seguir mandando. En
efecto, un cambio gatopardiano vendría de un diálogo en que se acordaría
cohabitar con los caza-renta, con Maduro fuera del escenario. Liderado por sus
aliados que posan como oposición política. Un cambio de modelo, por otro lado,
implicaría una derrota del cartel de mafias, y de sus aliados que posan como
oposición.
De qué depende la
estrategia óptima? Evidentemente del diagnóstico. Si el gobierno es más fuerte
en términos relativos que nosotros, lo óptimo es cohabitar. Si, por el
contrario, somos más fuertes nosotros, como estamos convencidos, la estrategia
óptima es la del coraje.
Por cierto que en
los dos casos se requiere negociación, y elecciones, como veremos abajo. Así
que no es cierto que esas son las disyuntivas. Tampoco la disyuntiva es si
votamos o nos matamos, pues las dos son pacíficas, como también ilustraremos.
8. Fuerzas
relativas, el aparato represivo y las rupturas internas del gobierno
Magdaleno habla de
rupturas internas al gobierno como requisitos en muchos procesos que
posibilitan la transición. Es cierto. En nuestro caso, hemos hablado de la
contradicción entre moderados y radicales, aunque hay más facciones internas de
los caza-renta que esas, en las cuales no nos adentraremos ahora. Pero hay otra
crucial: la de las fuerzas armadas.
Es sabido hoy por
hoy, en particular entre los expertos, y las élites, que más del 80% del
personal del estamento militar está contra Maduro. Las fuerzas leales están
entre la cúpula corrupta, la mafia dominante, y sus seguidores relacionados. La
razón básica es que ahí pasa lo mismo que pasa en el resto del país,
básicamente, en términos de penurias económicas y sociales. Eso es un polvorín
que ha estado a punto de explotar desde hace por lo menos dos años en varias
ocasiones, lo cual es reflejado en el hecho de que hay más militares que
civiles presos por razones políticas.
Y no se ve un fin a
esto, como tampoco hay un fin en el horizonte a la hiperinflación, ya que el
gobierno, y el G2 cubano, optan por la misma solución en los dos casos: frenar
los efectos, en vez de corregir las causas. En vez de cerrar la brecha fiscal,
y parar la monetización del déficit, se pretende controlar los precios y penar
a quien no cumple el control. En vez de corregir las causas del descontento
militar, se trata de acallarlo encarcelando a quien se queja. Lo cual produce
más enojo al interior del estamento armado, y exacerba el conflicto, como en el
caso de la hiperinflación.
Es claro que el
gobierno domina el aparato represivo. Es cierto. Pero lo que no se examina, en
particular los “expertos”, es que eso es natural, y predecible, en un juego
como este. En el que el jugador débil, en trance probable de perderlo todo,
trata de aparentar que es fuerte. Es lo que se llama “bluffing” en teoría de
juegos, o alardeo falso de fuerza. Fanfarroneo.
Otra cosa que dicen
los “expertos” es que el gobierno es fuerte. Que no hay que subestimar al
enemigo. Pero lo que no se dicen es que eso no es lo determinante para un
desenlace en un juego como este. Lo determinante es la fuerza relativa. No la
fuerza absoluta. Claro que tienen fuerza. Pero no tienen más fuerza que los
venezolanos que quieren salir de este modelo y sus agentes.
Además de la
mencionada fuerza, la militar, las otras fuerzas determinantes son la calle, la
voluntad ciudadana, los partidos políticos del coraje, y la comunidad
internacional. No es que en neto tengamos más fuerzas. Lo paradójico, que hace
prácticamente inexplicable que Maduro siga en el poder, es que en todos y cada
uno de esos ámbitos, excepto en materia de partidos políticos, hemos tenido más
fuerza desde hace mucho tiempo. Por lo menos hace dos años y medio.
No hay porqué
detallar que el gobierno no tiene calle, ni apoyo popular, porque es obvio: Ni
siquiera para defender a Maduro salió la gente a la calle cuando trataron de
asesinarlo. Y en materia internacional? Pues Trump neutralizó en Siria las
armas químicas, sin que Rusia actuara, luego de amenazar con una cuarta guerra
mundial. No hay discusión sobre quién es más fuerte en esa materia aquí en
Venezuela. Está conformándose una fuerza internacional para la cohabitación,
como sabemos, en la que participan Pedro Sánchez, primer ministro de España
(hasta hace poco con Zapatero), pero incluso esa es mucho más débil que la
nuestra, obviamente.
Potencialmente,
pues, tenemos más fuerza en cada ámbito determinarte. Pero son fuerzas
potenciales. Hay que activarlas, por un lado, y coordinarlas, por el otro.
Ahora, en materia de partidos políticos? Es precisamente eso lo que ha impedido
que se activen y coordinen las fuerzas potenciales hasta ahora, y todavía
veamos a Maduro en Miraflores. Los partidos de la cohabitación, y sus
analistas, han estado trabajando hasta ahora, con todo ahínco, sea porque están
comprados, o porque están equivocados, a favor de la cohabitación. Para que
Maduro continúe. En particular luego de la Consulta del 16 de Julio del año
pasado. Han prevalecido, sin duda, frente a los partidos del coraje. Y en ese
frente nuestros enemigos tendrían más fuerza relativa que nosotros.
Pero ahora la cosa
ha cambiado incluso en ese sentido. Las encuestas desde hace un tiempo dan como
ganadora a María Corina Machado, quien ha estado jugando coraje por todo ese
tiempo, por sobre los otros líderes partidistas. Y los tradicionales, como
Ramos Allup, Rosales, Falcón, Capriles, todos cohabitadores, tienen un alto
porcentaje de rechazo. Así que en este momento, a diferencia de hace unos
cuantos meses, también en esa materia somos más fuertes que el enemigo: los
caza-renta.
Aquí podemos ver
claramente, de paso, que la tesis de Magdaleno de la “coalición dominante” no
es apropiada aquí. Primero, que realmente el gobierno está implosionando, en
términos relativos, y en términos de apoyo interno, por los grandes conflictos
que hemos descrito, y que podríamos detallar más. Segundo, porque realmente lo
que los ha hecho dominantes es la alianza con los partidos y líderes opositores
que le han dado oxígeno. Como explicamos abajo, eso se ha roto. En resumen. La
tesis de la coalición dominante es válida para regímenes autoritarios o
totalitarios puros que tienen solidez política, militar y económica, además de
geoestratégica. Pero no para países colonizados por clanes mafiosos, en situaciones
de conflictos internos notables y debilitamiento en todos los ámbitos como los
descritos.
En conclusión, la
estrategia correcta es la del coraje. No la de la cohabitación. No solo debemos
salir del modelo que nos tiene postrados dese la cuarta república. Podemos
hacerlo. Sobre todo porque ahora se están cayendo las caretas: estamos en
capacidad de definir al enemigo, y a sus colaboradores, que no pueden ahora
pasar como amigos. Como se verá, esto no implica un desenlace violento. Y
también implica negociación. Y elecciones, por si fuera poco.
9. El equilibrio
separador. Juzgar por resultados
Un hecho histórico
ocurrió recientemente durante la votación contra Zapatero en la Asamblea
Nacional. Por primera vez, desde que tenemos memoria, hubo un claro deslinde
entre partidos cohabitadores, aliados de los caza-renta, y los del coraje, que
quieren salir del gobierno y del modelo. Estos últimos fueron Vente Venezuela,
Alianza Bravo Pueblo, Voluntad Popular, Primero Justicia, y Causa R. Entre los
cohabitadores, están los partidos de Ramos Allup, Rosales, Timoteo Zambrano y
Falcón.
Un equilibrio
separador ocurre en juegos dinámicos con con información asimétrica cuando los
“malos” no son capaces de incurrir en el costo de una señal que los “buenos” sí
pueden enviar al observador. Los del coraje emitieron una “señal costosa” que
los diferenció. Los cohabitadores no fueron capaces de emitir esa señal,
demasiado costosa para ellos por sus compromisos. Por su rabo de paja.
De manera
importante, lo camaleones no pueden mimetizarse en situaciones como estas, y
los observadores los identifican claramente. En este caso, la mujer del César
no solo es honesta (en este caso, consecuente con el pueblo venezolano), sino
que pareció serlo. En política, como en gerencia, y hasta en religión, se juzga
por desempeño, por las señales costosas: por sus frutos los conoceréis, como
decía Jesús de Nazaret.
Esto establece una
nueva base para predecir lo que puede pasar. Una nueva dirigencia opositora
está surgiendo, y se está diferenciando. Es cuestión de tiempo antes de que Soy
Venezuela se agrupe con la parte del coraje del Frente Amplio. Este, por su
lado, está paralizado mientras tanto, pues acoge en su seno a liderazgos con
estrategias opuestas e incompatibles: coraje y cohabitación.
Por cierto que,
hablando de la separación por las señales, la correlación entre corrupción y
cohabitación es casi de 100%. No solo en la teoría, como hemos dicho, pues
están capturados. Sino por la evidencia empírica. Si no lo creemos de entrada,
pensemos en Ramos Allup, Rosales, Timoteo, Florido, Capriles. Para mencionar
solo algunos. De manera que la estrategia de la cohabitación es una buena
variable proxi para identificar a los partidos y dirigentes opositores aliados
del enemigo. Y la del coraje lo es para los que están con los venezolanos
interesados en salir no solo del gobierno, sino del modelo caza-renta y su
actual ideología y ropaje cuasi-estalinista.
10. Salida
electoral: paralela, tipo 16J. Activación y coordinación de las fuerzas
opositoras
Sobre las tácticas
para la estrategia del coraje, hay básicamente dos. La que esa siguiendo Soy
Venezuela es la de la guerra de desgaste: las fuerzas espontáneas de la calle,
la comunidad internacional, y la de la rebelión armada, siguen su curso, mientras
el gobierno implosiona. Y María Corina surge como la líder más descollante
luego de un quiebre. Esta táctica tiene su base teórica: desgaste relativo
superior del enemigo, con una criticalidad auto alcanzada (self-achieved
criticality) que determina el quiebre tarde o temprano.
Pero esta táctica,
a pesar de que está enmarcada dentro de la estrategia del coraje, no es óptima.
Porque un mecanismo de activación y coordinación de todas las fuerzas, está
disponible: una elección presidencial tipo Consulta 16J. También suma todas las
fuerzas de la base opositora, al servir simultáneamente de primarias que define
el liderazgo opositor. Hemos analizado los tiempos políticos, que incluyen la
aceptación de todos los candidatos disponibles, incluyendo los del gobierno, y
los cohabitadores.
Así que la salida
es electoral, con votos. Es el detonante que Magdaleno ha identificado en sus
estudios. Pero no con el CNE. Sino en una elección paralela. Su poder de
convocatoria fue demostrada el año pasado.
Ahora bien. Debemos
hacer un balance de la Consulta del año pasado, y corregir sus fallas y
aprovechar sus bondades. Las fallas fueron la dirigencia: la MUD y la AN. No
deben ser quienes dirijan esto ahora, por la falta de confianza que generan en
la población.
La otra falla es la
falta de coordinación entre todos los jugadores. Deben coordinarse
pronunciamientos de todos los actores para que expresen que el electo en la
Consulta es el nuevo presidente. Y Maduro ya no lo es. Por ejemplo, la fuerza
armada en rebelión para restituir la constitución, obedeciendo el artículo 333
Constitucional. El gobierno de Trump y Almagro. Los sectores sociales.
Es claro que las
fuerzas armadas lo harían, porque lo han estado pidiendo hace tiempo. No
quieren jugar a perdedor, si actúan solos. Óscar Pérez lo pedía a gritos. Llegó
el tiempo de hacerlo, y jugar a ganador: coordinados. Lo mismo la comunidad
internacional, que lo ha estado pidiendo a gritos también, y es coadyuvante, en
los casos citados por Magdaleno. Si nos activamos aquí, ellos apoyarán. No
quieren actuar unilateralmente. Los sectores sociales? Desde luego. Habría
pronunciamientos de los trabajadores, estudiantes, líderes sociales de todo
tipo, reconociendo al electo, y desconociendo a Maduro.
El secreto de esto
es actuar todos a la vez: la coordinación de esas fuerzas activadas. Focaliza
el poder de fuego político. Es lo que se llama un “sun spot equilibrium”, o
equilibrio de mancha solar, pues es un evento público, que al verlo todos,
motiva que se auto-coordinan mediante su activación simultánea, y en la misma
dirección; no solo los que están programados, sino todos los demás que no lo
están, porque sus intereses los llevan a hacerlo de manera espontánea, una vez
que ocurre el disparador, que hace de coordinador de todas esas fuerzas.
Ahora bien. Quién
debe convocar esa elección para generar confianza?
11. La confianza,
el banco; el pacto republicano
No se puede culpar
a un banco de que no dé crédito a un inversionista que haya malgastado el
dinero prestado. Porque no le tiene confianza. No se puede culpar a los
venezolanos de que no acudan a las convocatorias de la MUD, ni del Frente
Amplio, su nueva versión que usa a la sociedad civil organizada. El
inversionista que pida el crédito debe ser uno que haya sido consecuente. O uno
que haya reconocido sus errores de manera creíble (como con el equilibrio
separador), y tenga un plan para reivindicarse.
El plan debe ser
uno que tenga capacidad de sacar a Maduro, y a resolver los problemas de la
gente. Pues un banco sin inversionistas quiebra. El pueblo venezolano en esta
situación, y sin líderes, sin una estrategia ganadora de esos líderes para
salir del foso, se muere. Evidentemente no quiere eso, y reaccionaría para dar
el crédito si ve al inversionista que cumple con esos requisitos. La confianza
viene, pues, con esos dos elementos: el equipo confiable, y el plan ganador.
Un pacto, similar
al de Punto Fijo corregido, lo lograría: partidos del coraje, de amplio
espectro, democráticos, sociedad civil (incluyendo iglesia, rectores, estudiantes,
profesores, trabajadores, comunidades, ONG, campesinos, etc), fuerza armada
institucional, y comunidad internacional, deben hacer la convocatoria para
generar confianza. Y deben garantizar el éxito del gobierno de transición, con
apoyo para la gobernabilidad. El plan ganador sería táctica de la elección
presidencial en Consulta tipo 16J.
12. La negociación
y la transición: el salvoconducto
Es correcto que
debes negociar, como dicen Magdaleno y el resto de los analistas que apoyan la
cohabitación. Ahora bien. No es cierto que la estrategia del coraje niega el
diálogo para llegar a eso. Pero la teoría básica del conflicto y la negociación
te dice que debes negociar cuando tienes algo qué ofrecer. Una negociación no
es más que una subasta bilateral con información asimétrica. El contendiente
debe creer, y hasta saber, que tienes algo qué ofrecer, pues.
En el caso nuestro,
no negocies cuando estás débil. Negocia cuando tengas fuerzas activadas. No
cuando lo único que tienes que ofrecer es entregar la lucha. Ofrecer
convertirte en esclavo domesticado, que es lo que pasó, realmente, en las
negociaciones pasadas, en que los representantes no tenían legitimidad, por un
lado, y por otro, representaban a los caza-renta.
La propuesta
nuestra es negociar cuando puedas hacer una calibración de fuerzas que muestre
que eres superior en esa materia. Y la salida no es violenta. Ni siquiera en el
reino animal se predice muerte en una confrontación de medición de fuerzas.
En todos los casos
de confrontación de este tipo, sea en el reino animal, o entre los humanos, lo
que se calibra en una confrontación fáctica es la fuerza relativa. En los
humanos es mucho más fácil hacerlo. Con llamadas telefónicas de los jefes
militares en conflicto para evaluar, porque se sabe quién es quién como
comandante, el tamaño de la tropa, de los tanques, de la aviación y los barcos.
Hay amenaza
creíble, pues, que no se pone en práctica si el jugador contrario acata el
ultimátum. Una guerra en caliente no está en el camino del equilibrio en este juego
dinámico, porque se predice que el jugador débil no se va a confrontar a muerte
con uno fuerte, pues sería suicida. Solo necesita que la amenaza esté ahí como
una posibilidad.
Además, está la
oferta de salvoconducto. En presencia de la amenaza creíble. Pedir que Maduro
renuncie, sin estar rodeado, es iluso. Pero en una situación así, aceptaría
irse. Con la banda de los siete. Con árbitros aceptables por ellos, como la
iglesia católica, por ejemplo. Lo del salvoconducto alguna gente lo cuestiona.
Pero no te conviene acorralar a una rata. Pues te puede sacar un ojo. Te
conviene recuperar tu espacio, no matar a la rata. Y para eso negocias, y
garantizas que se vayan, y que no haya muertos, que son innecesarios, de tu
lado.
Por cierto que lo
que Magdaleno critica, sobre la afirmación de que “con delincuentes no se
negocia” no aplica aquí. Es al contrario en nuestro caso: por muy delincuentes
que sean, van a rendirse. Porqué? Porque gente con principios es más probable
que estén dispuestos a morir por su causa. Pero estos no son ningunos Allendes.
Son especialmente cobardes, por su carácter de abusadores agavillados. Tampoco
aplica lo de que son de “izquierda”, pues, como sabemos, se guían más por su
bolsillo que por su ideología a la hora de las chiquitas. Incluso los cubanos,
por cierto.
13. El nuevo
equilibrio dinámico: punto fijo estable. Conclusión
En procesos
dinámicos, un equilibrio es un punto fijo, en el sentido de que si en el
período inmediatamente anterior estabas en el equilibrio, en el siguiente lo
estarás también. Es estable si, al salirte de él, vuelves a él en un proceso
iterativo de convergencia. Es inestable si, al salir de él, diverges del mismo.
El modelo del
rentismo ha sido un modelo estable por demasiado tiempo ya. Se ha transformado
en inestable en esto momento, solo por la avaricia sin medida de los caza-renta
radicales, por su adicción a la droga del poder político, y sus mieles
económicas, en momentos en que la renta petrolera se fue al piso, y no tuvieron
una forma inteligente de adaptarse a la situación.
La oposición
caza-renta quiere actuar inteligentemente, para que vuelva a ser un equilibrio
estable, y converger a él de nuevo, con condiciones más o menos aceptables para
la población, en un remedo de democracia. Y los analistas políticos como
Magdaleno, en el mejor de los casos, no se dan cuenta de que el modelo rentista
es un atractor: por diseño vuelves a él si no lo cambias, si no pones el
remedio para la enfermedad. Y no son los beneficiarios del sistema los que
pueden hacer el cambio. Tienen que ser enemigos del sistema quienes lo hagan.
Los analistas que
se han beneficiado de este estatus quo, por otro lado, no quieren salir de él.
En él han encontrado un modus vivendi en el que ganan mucho dinero, y no les
preocupa lo que pase realmente con el resto de los venezolanos. No tienen el
incentivo para el cambio, realmente, pues son parte del sistema, consciente o
inconscientemente.
El resto de los
venezolanos queremos aprovechar y que ese equilibrio rentista sea inestable,
porque nos desviamos sistemáticamente de él, hacia otro equilibrio estable: el
del desarrollo sustentable y armónico, con democracia verdadera. Hacia una
verdadera república, en el que el soberano sea el que mande, y los partidos y
el gobierno le sirvan, y no se sirvan de él.
Por el artículo
citado en el que analizo la enfermedad del rentismo, y su remedio, pues, si
salimos del equilibrio rentista, y no ponemos el remedio, que consiste en
quitar la carne para que no haya zamuros, nunca saldremos de él, sino que volveremos
a él. Si ponemos a zamuros a cuidar la carne, nunca la van a quitar.
Debemos poner a
venezolanos que no estén comprometidos con ese modelo para que pongan el
remedio, y converjamos, en un proceso de aprendizaje, en que la cultura va
cambiando con la nueva estructura, a un nuevo equilibrio estable caracterizado
por lo que realmente queremos, la verdadera república desarrollada que
mencionamos. Se sabe por teoría de juegos, que si cambias el juego, cambias el
comportamiento de los jugadores. La cultura cambiará con el tiempo.
La participación de
los ciudadanos en esto es crucial. A diferencia de lo que dice Magdaleno, y
otros analistas como León, Mires, las redes sociales son imprescindibles en
esta tarea. Los ciudadanos que las han usado no se han equivocado, en general,
sino que han sido muy acertados en diagnosticar lo que ha pasado con la
complicidad de cierta oposición con el enemigo. Cosa que los analistas
referidos, a pesar de sus estudios, y su trabajo, no han sido capaces de
identificar.
Más ha podido la
intuición de los venezolanos, que los estudios de los expertos, pues se han
atado a modelos que no son los nuestros, y han pretendido hacer una traslación
poco inteligente, y sin rigor alguno, a nuestra realidad, que es única.
Esperemos que rectifiquen. Y que todos estemos abiertos al aprendizaje
racional, con la inteligencia del venezolano, que también es única, por cierto,
y nos puede llevar a niveles de relieve mundiales en materia de desarrollo
humano, económico, social, cultural y espiritual.
Depende de nosotros
que vayamos a este nuevo equilibrio, para salir de esto de una vez por todas, y
lanzarnos a la modernidad, con humanidad y armonía con la naturaleza.
Estoy seguro de que
lo lograremos.
Cordialmente y
pendientes,
Felipe Pérez Martí.
22/11/2018 | TEXTO: FELIPE PÉREZ MARTÍ. EL ESTÍMULO @elestimulo
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