sábado, 7 de enero de 2017

La responsabilidad en la política - Luis Montilla



Hace unos días, en vísperas de la navidad, me encontré con el amigo y colega Luis Madueño, uno de los politólogos profesores mejor formados y destacados de la escuela de Ciencias Políticas de la ULA; como suele suceder cuando nos vemos, y siendo Madueño un observador y analista acucioso y agudo, nos sentamos a compartir un café y conversar sobre la situación política del país. Después de dar un repaso a los últimos acontecimientos políticos, incluida las denuncias hechas por Henrique Capriles, nos acercamos al tema de la “ética y la responsabilidad en la política”. Recordamos e hicimos referencias a la lectura de la obra de Max Weber, específicamente al libro: “LA CIENCIA COMO PROFESION. LA POLITICA COMO PROFESION”, que convine en releer para alertar sobre la necesidad de asumir la política con responsabilidad, principalmente por quienes ocupan la dirección y conducción política de la oposición partidista agrupada en la MUD. Se trata de exigirles responsabilidad a quienes asumen “la política como profesión”. 


De las ideas planteadas por Weber en este trabajo, apuntan a que siempre ha existido una falsificación muy usual, de que la ética representa un papel extremadamente penoso desde el punto de vista moral. Y nos explica, que sucede cuando el vencedor de la guerra, aspira indignamente haber tenido la razón y expresa que ha triunfado, por lo tanto tenía razón. O cuando los vencidos de una guerra, se dedican a buscar al “culpable”, en vez de asumir una actitud sobria, viril y decir al enemigo: “hemos perdido la guerra, vosotros habéis ganado. Esto ya está terminado; hablemos ahora sobre qué consecuencias hay que sacar respecto a los intereses reales que estaban en juego y, esto es lo más importante, de cara a la responsabilidad ante el futuro, que incumbe sobre todo al vencedor”. Para Weber, todo lo demás es indigno y se pagará por ello. Y esas posiciones son tomadas, producto de esa voluntad clerical de querer tener siempre la razón. 

Cuando se debe reconocer la realidad con dignidad, sobre todo, y nunca con una “ética” que signifique, en verdad una falta de dignidad por ambas partes. Si hay algo que sea “indigno” es esto, y esto es la consecuencia de ese modo de utilización de la “ética” como instrumento para  “tener la razón”. Weber se plantea algunas interrogantes, para intentar explicar si existe una acción ética para toda actuación. ¿Cuál es la verdadera relación entre ética y política? ¿No tiene nada que ver una con la otra, como se ha dicho a veces? ¿Si para la acción política vale la “misma” ética que para cualquier otra acción?. Y plantea que debemos tener claro, que toda acción que se oriente éticamente puede estar bajo dos máximas que son radicalmente distintas y que están en una contraposición irresoluble: una acción puede estar guiada por “la ética de las convicciones de conciencia” o “por la ética de la responsabilidad”.

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