Para el precandidato a la
Gobernación de Mérida, Carlos Ramos, el desarrollo del arco minero demuestra
las contradicciones y falsedades del llamado gobierno socialista del siglo 21,
pues, mientras en el 2009 el mismo presidente Hugo Chávez hacía alarde de un
discurso ecologista y criticaba a los países depredadores del ambiente en
cumbres mundiales, ya en el 2011 hablaba de desarrollar tanto la faja petrolífera y el arco minero del Orinoco, conociendo las
consecuencias ambientales que tales proyectos tenían para la región.
No se puede explicar,
continuó Ramos, como Hugo Chávez y Nicolás Maduro hablaron alguna vez de
diversificar la economía y disminuir nuestra dependencia económica del
petróleo, y ahora el régimen dio en concesiones a transnacionales y a una
empresa militar de la FANB, un total de 111.843 kilómetros cuadrados del estado
Bolívar, lo que es lo mismo, más de 46% de toda su superficie y casi 12% del
territorio nacional, para explotar las riquezas del territorio venezolano. El
Hierro, el oro, el diamante, la bauxita, el coltán, el tantalio y el niobio, forman
parte de las riquezas minerales que contiene este territorio, de valor
estratégico en el mercado mundial.
“Esto no es otra cosa que
fomentar el extractivismo -sentenció Ramos – que es la forma de organizar la
economía de un país, basada en una alta dependencia de la extracción intensiva
de recursos naturales, con muy bajo procesamiento y destinado para su venta en
el exterior. Expertos economistas, ecologistas y técnicos de todo el mundo ven
en ésta, una de las peores prácticas económicas, pues cuando se hace sin
cumplir ciertas normas y procedimientos, específicamente en cuanto a los
volúmenes de extracción de materias no renovables como los minerales, se agotan
los recursos y se devastan grandes territorios con graves consecuencias para el
ambiente. Además, la minería en esa zona de Venezuela siempre ha sido
generadora de violencia y muerte, y nada parece señalar que ahora será
diferente”.
Dijo que, dentro de los
límites del mal llamado arco minero, se encuentra una de las regiones más
importantes del planeta, cuencas hidrográficas de agua dulce vitales para
Venezuela y donde se produce más del 65 por ciento de la electricidad que consume
la nación, grandes extensiones de selvas y bosques con miles de especies de
flora y fauna, algunas únicas en el planeta, poblaciones indígenas en peligro
de desaparecer. Es una zona protegida por la Constitución y las leyes bajos
distintas figuras jurídicas.
A pesar de todo esto,
continuó Ramos, el régimen quiere suplantar un rentismo por otro, pues no supo
administrar la bonanza del alza de los precios del petróleo que se perdió en
despilfarro y corrupción, y ahora pretende obtener más dólares entregando a
transnacionales y a los militares estas
riquezas que, como lo han planteado y advertido los expertos, serán explotadas
de forma no sustentable, atentando contra una de las regiones más importantes
de Venezuela, contra nuestra soberanía, seguridad, medio ambiente y economía. (Prensa Carlos Ramos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario