Cuando usted sale de su casa, la primera impresión en
cualquier lugar de la ciudad, son las largas e interminables colas de gente
buscando productos para el “buen vivir”.
Ya esa es la primera forma de violencia que ejerce el régimen sobre usted. Otra
impresión cotidiana, son las noticias sobre la delincuencia o, la escasez de
todo, aunado a los altísimos costos de los productos de toda índole.
La
hiperinflación galopando sobre el diablo rojo de la revolución, perseguido por
la muerte como vocación. Se comienza a pensar y repensar; ¿en qué momento
perdimos el país, y por qué tenemos que seguir sobreviviendo y escuchando las
mentiras de un régimen de forajidos? Simple; algo pasa en la sociedad civil, y
es la sumisión psicológica del terror por miedo a la muerte. Miedo que es
propiciado por el régimen en sus propagandas políticas y en su actuar. Por
ejemplo: la complicidad total con los grupos delincuenciales, con los grupos de
milicias, con los grupos de corruptos en las empresas del Estado, con los
grupos de jueces y fiscales prestos al régimen bajo el manto protector de un
TSJ hincado a la bota militar, más un CNE que viola los preceptos de la
constitución y las leyes. Sumisión psicológica que promueve el régimen
aprehendida y puesta en práctica con el G2 cubano para maniatar a todo un país.
No por casualidad están pasando las cosas que pasan. Es un libreto escrito ya
en la historia de los regímenes de corte totalizante como éste.
En tal sentido y
para ilustrarlo haré referencia a un clásico libro de Hannah Arendt sobre los Orígenes del Totalitarismo. Bajo una gran reflexión de lo que
significó el nacionalsocialismo Alemán y el Bolcheviquismo Ruso, Arendt
advertía que el totalitarismo es una nueva forma de gobierno que difiere
sustancialmente de otras formas de gobierno como las tiranías y dictaduras,
principalmente por la forma particular en que utilizan el terror. El análisis
de dicha pensadora se limita y se centra en el nacionalsocialismo sobre todo a
partir de 1938 y en el bolcheviquismo a partir de 1930.
Por tal sentido,
en todo gobierno-régimen totalitario concurren las siguientes características:
1) Concentración del poder en un líder; Chávez, luego sus hijos políticos
Maduro-Cabello, 2) sustitución del
sistema de partidos por un movimiento de masas, 3) el terror total como
mecanismo de dominación; la delincuencia desatada, 4) la progresiva abolición
de las libertades y derechos de la persona humana; presos políticos, 5) el
desplazamiento constante del centro del poder, 6) la coexistencia del poder
real y el ostensible, 7) uso de la propaganda y del sistema educativo para
adoctrinar; las UBECHE, la destrucción de las universidades autónomas, 8) la
supervisión centralizada de la economía, y 9) la utilización del Derecho,
leyes, normas y reglamentos a través de la manipulación de la legalidad con el
propósito del logro de sus objetivos. Es decir, la judicialización de todo acto
político opositor al régimen. Son varios los ejemplos.
Lo que va
significando la destrucción de cualquier forma partidista no pro-régimen, o
movimientos opositores que busquen la legítima, y por cierto constitucional
opción de poder, para salir del conflicto social permanente; una y mil veces
más promovido por el régimen. Porque de eso se trata, de mantenerse en el poder
desgobernando a la mayoría de la sociedad. Es el desgobierno en sus funciones
de desinstitucionalizar el sistema republicano, desconociendo el legado
histórico de la república. Porque si de algo debemos estar claros, es que el
ataque de los milicos-corruptos es al sistema republicano antes que a la
democracia. La democracia fue su escusa para hacerse del poder, luego la violan
a su gusto. De eso no cabe la menor duda. Es el aislamiento lo que
caracteriza al hombre-masa, y la familia totalitaria del partido es la que le
da cobijo. De allí se establece el primitivo partido de pensamiento y actuar
PSUV, casi exclusivamente integrado por “desgraciados, fracasados y
aventureros, que representa, y representó desde luego, a los bohemios armados, o políticos armados, que eran y son, sólo el reverso de la sociedad
burguesa”.
Para ir concluyendo en
la destrucción del todo en su conjunto, haciendo hincapié en la toma del poder
por vía de la dominación total. El verdadero objetivo del totalitarismo no es
solamente gobernar, sino dominar cada aspecto de la vida de los individuos,
eliminando así su libertad y su espontaneidad.
No cabe duda que lo de
la OEA es un llamado de atención diplomático y muy simbólico, pero que llama
poderosamente la atención, porque 21 países de la región están claros sobre la
grave crisis venezolana, y es un deber de injerencia intervenir en Venezuela por la clara violación
a los derechos humanos en la nación. Claro, lamentablemente es sumamente lerda
la comunidad internacional en aplicar la Carta democrática al flagelo propinado
a la democracia venezolana por el régimen de Nicolás Maduro y su nomenklatura.
Se le da aires al régimen en el tiempo, bajo la escusa del Diálogo. Los
totalitarismos usan el tiempo… Se debe actuar ya, y con firmeza. El norte de la
oposición venezolana, bajo las riendas de la MUD debe estar encaminado al
revocatorio de mandato presidencial, y las venideras elecciones para las
gobernaciones. O, como lo escribió
y advirtió en el año 1999 desde Marbella Mario Vargas Llosa: “Una siniestra noche ha caído sobre la tierra
de donde salieron los ejércitos bolivarianos a luchar por la libertad de
América, y mucho me temo que tarde en disiparse”. Diecisiete años después,
la historia le da la razón. El día es de noche, y las noches son más oscuras. Y
eso hay que repetirlo una y mil veces más, hasta que la sociedad política y
civil, lo comprendan en su conjunto.
Quizás sea esto, el terror y
la dominación, lo que caracteriza más a la experiencia totalitaria que presidió
el siglo XX y comenzamos a sentir en la Venezuela Tórrida de nuestros días en
pleno siglo XXI, que cualquier otra característica. No se trataba de eliminar
físicamente a humanos, eso ya le viene implícito, se trataba y se trata de
eliminar “su espíritu”. Juzgue usted
entonces bajo qué régimen político vivimos y explíqueselo a las futuras
generaciones…
Dr. Francisco Roberto García Samaniego.
(CIPCOM-ULA) @franciscocipcom
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