sábado, 12 de diciembre de 2020

La Hoja Morada informa - Por ABSALÓN MÉNDEZ CEGARRA

 







COMBUSTIBLE ROJO ROJITO SIGLO XXI                                                                                

AÑO 6.  NÚMERO 64. MES NOVIEMBRE 2020

ORGANO DE DIVULGACIÓN Y OPINIÓN DE LA COMUNIDAD BAILADORENSE

 

EDITOR RESPONSABLE: ABSALÓN MÉNDEZ CEGARRA

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EDITORIAL

No nos cansaremos de denunciar por La Hoja Morada la situación a la que han sido sometidas las ciudades y pueblos de los Estados Mérida y Táchira por parte del gobierno nacional. La calidad de vida de los pobladores del territorio merideño y tachirense se ha deteriorado de tal manera que hemos regresado a la época de las cavernas.

Es posible que en otros lugares del país esté ocurriendo algo similar o parecido; pero, el ensañamiento contra los pueblos andinos no tiene parangón alguno. Es preocupante lo que nos sucede. Tenemos Gobernadores electos por sectores adversos al gobierno nacional, aunque, en el Táchira, al parecer, no tanto. Por haber tenido tal osadía nos montaron gobernadores paralelos, los llamados “protectores”; pero, por Dios, qué tipo de protectores, mejor, vamos a denominarlos por sus verdaderos nombres, malhechores, destructores, de una región y un país.

Táchira y Mérida quedarán grabados en el imaginario popular como dos entidades federales condenadas por el chavismo-madurismo a una muerte lenta; pero, segura. Es más, por obra y gracia de un mal gobierno, podría decirse que el Táchira y, en menor proporción Mérida, han sido separados del territorio de Venezuela y cedidos a Colombia, pues, a juzgar por las actividades comerciales, ocupación del territorio y moneda de curso legal, miramos más hacia Colombia que hacia otras partes del territorio nacional.

Táchira y Mérida carecen desde hace tiempo de los más elementales servicios básicos. No hay electricidad, gas, telefonía, internet, gasolina, transporte automotor e instituciones dispensadoras de salud. Es frecuente conocer que la leña es el combustible utilizado para la preparación de los alimentos, como ocurría en el siglo XIX y comienzos del XX.

Don Mariano Picón Salas, ese ilustre escritor merideño, dijo, que, Venezuela había entrado tarde al siglo XX, lo había hecho en el año 1936, durante el gobierno del tachirense General Eleazar López Contreras. Contrariando a Don Mariano Picón Salas, hoy, podemos decir, que, de ser cierta la afirmación, Venezuela, en el siglo XXI, ha regresado al siglo XIX. No hemos avanzado. Hemos retrocedido a pasos agigantados.

El gobierno nacional, en sus desafueros bien asesorados, está convocando a unas elecciones para el día 6 de diciembre, cuyo propósito encubierto o abierto es hacerse de una Asamblea Nacional dócil y sometida a su imperio. Militares, hasta hoy, serviles al gobierno, han sido postulados por el PSUV como candidatos a diputados, con la expresa intención de hacerse de una patente de corso llamada inmunidad parlamentaria. Otros señores, que nadie conoce ni de lejos, acompañan la comparsa electoral. El proceso electoral está viciado de irregularidades, al parecer, ocultas para muchos venezolanos, quienes siguen obnubilados por las migajas que deja caer de la mesa los señores del poder, con las cuales se engaña, nuevamente, a la gente.

Nadie que ame la tierra donde nació, independientemente de banderías y de compra de voluntades, debería salir a votar el 6D, cuyos resultados fraudulentos ya han sido cantados de manera irreversible. En un pueblo como el nuestro, donde todos nos conocemos, quien acuda a votar el 6D es un traidor a la patria, un vende patria, un enemigo del pueblo. No es un venezolano.

Sí, producto de un nuevo fraude electoral, entregamos la Asamblea Nacional, no debemos quejarnos de nada. Tendremos y tenemos lo que nos merecemos como pueblo.

 

RETRATOS DE MI PUEBLO: AGUA CALIENTE

El sitio denominado “Agua Caliente”, es un hermoso paraje de nuestro Municipio Rivas Dávila. Está localizado en la carretera que conduce a la Aldea Las Tapias. Al tomar el desvío, seguimos hacia El Hato y, antes de empezar a subir la pendiente que nos acerca a Las Tapias, en el margen izquierdo, subiendo, al borde derecho del río Las Tapias, afluente del Zarzales y, éste, del Mocotíes, tenemos, una “mina” de agua caliente, sulfurosa, que brota del subsuelo. Las aguas termales tienen diversidad de usos y aplicaciones en el campo de la medicina y en la rehabilitación. En tiempos ya lejanos, en el lugar, se construyó un balneario, una casa de madera, con dos plantas, pozos y regadera, nos parece que había, inclusive, pernocta. El sitio era muy visitado por personas de la localidad y lugares circunvecinos. Progresivamente, cambió de uso, la casa se derrumbó y, hoy, luce como un paraje abandonado, por el que se pasa para subir la empinada cuesta que nos lleva a La Hoja Morada. Otro lugar de encanto.

Sería interesante que la Municipalidad o un inversionista privado recuperaran este espacio y, si todavía fluye agua de la “mina”, se construya un nuevo y moderno balneario, atracción turística del Municipio, y, sitio para el descanso y fines terapéuticos. Manos a la obra.

 

OCTUBRE EN BAILADORES

El recién pasado mes de octubre fue despiadado con el Municipio Rivas Dávila. Enlutó a varias familias bailadorenses: Familias Carrero, Aranda, Useche, Moreno y otras. La muerte les arrebató seres queridos. La pandemia covid-19 o “peste china”, ocasionó el mayor número de muertes. De un total de 8 fallecimientos en un mes, la “peste” ocasionó 6 de ellos. Un dato sumamente importante sobre la pandemia en Venezuela. El Municipio Rivas Dávila no sobrepasa los 30 mil habitantes. Y, este dato de fallecidos en un mes en un Municipio de poca población, pone al descubierto el engaño y el enorme sub registro que tenemos en el país sobre la pandemia. Las autoridades de salud del Municipio y regionales deberían llamar la atención sobre este particular y tomar medidas urgentes, inmediatas, aunque resulten impopulares. Esto es un problema de salud pública.

La “peste china” acabó con una familia completa. La familia Ramírez Belandria. Dio cuenta de la vida de Doña Felicita, Don Rosalino y su hijo Lino.

Un joven médico bailadorense, Miguel Enrique Carrero Rosales, promesa de la medicina venezolana, en ejercicio de su carrera profesional, con entrega total a sus pacientes, en un Hospital de San Cristóbal, se contagió con el virus y perdió la vida.

Nuestra amiga Xiomara Moreno Rosales, educadora de varias generaciones como su querida madre Doña Orfelina Rosales, recientemente fallecida, también, resultó víctima de la “peste”. Lilia Aranda, otra educadora, hija de distinguidos amigos, falleció por contagio con tan peligroso y mortal virus.

Luis Alberto Useche Ramírez, integrante de nuestra generación, amigo de infancia y juventud, nos dejó, anticipó su partida, víctima de una terrible enfermedad.

 

PÁRROCO DE BAILADORES

Felicitamos al señor Cura Párroco de Bailadores por haber ideado un obituario que enaltece la memoria de la feligresía bailadorense. Hemos visto dos de esos obituarios con unos mensajes que dan paz y serenidad a las familias que han perdido a sus seres queridos.


12 De Diciembre del 2020

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