Lo que se observa los fines de semana y otros días de guardar en Mérida, con respecto al mal comportamiento de algunos ciudadanos en torno a la pandemia del coronavirus, es realmente alarmante.
Las fiestas que se publicitan, descaradamente por las redes sociales, donde grupos de personas sin conciencia, mujeres y hombres de diferentes edades, comparten animadamente, entre bailes, risas y alcohol, como si no existiera un virus que está desatado, contagiando a su paso a todo el que se descuide. Ellos, en su afán de “divertirse” se olvidan de las medidas de protección, explicadas hasta el cansancio por los medios de comunicación responsables, por los médicos, por las organizaciones sanitarias. Nada vale para estos personajes que no toman en cuenta su salud y lo fácil que le resulta al virus hospedarse en ellos y continuar su ciclo evolutivo, pero lo peor, es que no se detienen a pensar que, por culpa de esas conductas irreverentes y perniciosas, están infectando a inocentes. A esos grupos no les duele en lo más mínimo la situación de vulnerabilidad que tiene el personal de salud, que debe atenderlos cuando presenten los síntomas, y entonces, sí, asustados acuden al hospital.
A ellos, nos les da la cabeza para pensar que, al llegar de esas celebraciones, pueden contagiar al adulto mayor que viva con ellos, o cerca de ellos. Tal vez, si algunos de estos “parranderos de oficio” tiene un buen sistema inmunológico y su juventud la ayuda, no tendrán mayores consecuencias, pero a otros, más frágiles, con enfermedades de base o edades avanzadas pueden ocasionarles hasta la muerte.
Conductas absurdas ante el coronavirus
Es una actitud temeraria y hasta absurda no utilizar adecuadamente las medidas de protección que han sido probadas y que disminuyen significativamente la posibilidad de contagiarse con coronavirus. Este virus no hace distinciones, hemos visto como presidentes, ministros, gente de la farándula, científicos, médicos han sucumbido ante la enfermedad. Llama poderosamente la atención que todavía a estas alturas de la pandemia y habiendo observado su estela de contagios y de víctimas asociadas a la Covid, 19, todavía existan sujetos que crean que la pandemia es una mentira inventada por los gobiernos, y que no hay que protegerse, sino seguir la vida normalmente. Pensar así, es un craso error. El coronavirus es la realidad más letal, desconocida y peligrosa que ha vivido la humanidad en mucho tiempo.
Las personas que ignoran la existencia de la pandemia, están más expuestas a contraer la enfermedad, entonces nos preguntamos por qué algunas actúan de esa forma indolente ante la amenaza que representa este virus?
Una vez realizadas las conductas irresponsables, señala la psicóloga María Paz García- Vera, la gente busca justificaciones para seguir manteniéndolas, como puede ser decir: “fui a la fiesta y no me pasó nada, por lo tanto el riesgo no es tan grande”; “conozco muchos amigos que han ido a celebraciones, han bailado sin guardar distancias, sin llevar mascarillas… y no les ha pasado nada. “A la hora de buscar justificaciones que inician o mantienen conductas irresponsables, un mecanismo psicológico muy habitual, estas personas las usan.
¿Sirven las campañas?
Sí. Sin duda alguna, el esfuerzo realizado para hacer campañas de información y prevención, ha tenido buenos resultados porque la mayoría reflexiva, inteligente y con amor propio y hacia el prójimo han acatado las medidas y las han puesto en práctica. Sabemos, que esa ha sido la respuesta de los oyentes de La Ciudad en la Radio y los lectores de Comunicación Continua, por solo poner un ejemplo que tenemos a la mano, pero falta mucho todavía. El número de contagiados está aumentando de forma alarmante en todo el país, y estás semanas de flexibilización y cuarentena, 7X7 son un vedaron desastre social.
La doctora Sonia Araujo coordinadora del área de Triaje de Pacientes Sintomáticos del IHULA, en una entrevista para La Ciudad en la Radio hizo un llamado a la población para que se cuide y no olvide las medidas probadas de protección en contra de los contagios. Me impresiona- dijo- ver ciudadanos sin tapabocas, sin guardar el distanciamiento social. Tenemos una mortalidad del 4.7 por ciento y, si no hay prevención, las personas pueden contagiarse y desarrollar la enfermedad.
De igual manera, invitó a los ciudadanos a estar pendientes “ante el mínimo síntoma: dolor de garganta, fiebre, cefaleas, tos, dificultad para respirar, deben acudir a nuestro hospital centinela para ser diagnosticado a tiempo, recibir el tratamiento adecuado y salir victorioso de la enfermedad.
Quiera Dios que estos individuos, según ellos “invulnerables ante la pandemia”, no tengan que sufrir las consecuencias de una enfermedad que puede ser letal, pero además que se percaten de que sus malas conductas afectan a los demás.
Es cuestión de responsabilidad social, de sentido común, de ser buenos ciudadanos.
Y… mucho cuidado con las fiestas de Halloween porque el coronavirus no le tiene miedo a los fantasmas y ni siquiera a las brujas.
Comunicacion Continua
https://comunicacioncontinua.com/las-malas-conductas-no-cesan-y-lo-peor-es-que-contagian-a-los-demas/
02 de Noviembre del 2020
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