Mutatis mutandi, como dicen los abogados, la situación de
los venezolanos hoy en día se podría comparar, aunque muy de lejos, con lo que
se vivió en Venezuela, especialmente en Caracas, entre junio y diciembre de
1814, cuando el terror se apoderó de los partidarios de la Independencia y
parecía que todo se había perdido. Boves había derrotado a los patriotas, y se
esperaba que en cualquier momento entrara a Caracas.
Sus antecedentes eran
brutales, se sabía que sus huestes, formadas no solo por llaneros, sino también
por negros y zambos que hasta poco antes eran esclavos, anunciaban que matarían
a los blancos que se les atravesaran, independientemente de su tendencia
política. En Valencia habían dado una clara muestra de su maldad, en el célebre
baile en el que ejecutaron a una cantidad indeterminada de blancos, especialmente
patriotas, no sin antes hacerlos bailar al son de una orquesta (según Pancho
Pepe Herrera la música que tocaban era un “piquirico”). Hasta a los músicos los
masacraron después del baile.
Boves era un aventurero, audaz y valiente, además
de desalmado y resentido. También era un auténtico usurpador. El Capitán
General era Cajigal, sucesor de Miyares, pero Boves se autodesignó jefe supremo
del país que debería haber recuperado para el Rey de España y como tal hizo una
verdadera revolución, dándoles el poder y el mando a los canarios y los
esclavos liberados. Por eso varios autores, entre los que destacan Laureano
Vallenilla Lanz y Juan Uslar Pietri, hablan de Boves como el primer caudillo
democrático de Venezuela. Yo preferiría considerarlo el primer caudillo
socialista de Venezuela, y por eso he sostenido que el tal Chávez, a quien
realmente se parece, es a Boves. En verdad, Boves lo que hizo fue aprovechar el
resentimiento de los preteridos, en especial de los esclavos negros y mestizos,
para construir una auténtica revolución que llevara la igualdad al pueblo de
Venezuela, luego de asesinar a un alto porcentaje de los venezolanos. Los
mantuanos, incluido Bolívar, habían sido egoístas y mezquinos. No querían la
independencia como tal, sino el monopolio de los negocios, y por eso querían
apartar a los españoles. Esa fue la realidad de 1810 y 1811.
Y los
revolucionarios del momento, incluidos Bolívar y Rivas, fueron muy
irresponsables. Querían una revolución como la francesa, y por eso quitaron del
medio a Miranda, que venía de regreso y sabía que la revolución había llevado a
Francia al reino del terror. Pero volvamos a los hechos de 1814. Bolívar,
claramente derrotado por Boves, se refugió en Caracas, ofreció su renuncia, y
con urgencia trató de convencer a los ingleses de que defendieran a los
asediados caraqueños, porque no se trataba de los realistas contra los
independentistas, sino de los negros y mestizos contra los blancos, lo que
sería un pésimo ejemplo para las colonias inglesas del Caribe. Terminó
organizando la Emigración a Oriente, en la que un altísimo porcentaje de los
habitantes de Caracas, más de veinte mil entre hombres, mujeres y niños,
tomaron el camino de Guarenas, Guatire y Barlovento y tras indescriptibles
penalidades lograron llegar a Cumaná, diezmados y famélicos.
Después de eso los
pleitos internos de los patriotas, no muy distintos a los de los demócratas
actuales, causaron el exilio de Bolívar, mientras en Caracas las hordas de
Boves asesinaban a diestra y siniestra a los blancos, en especial a los
mantuanos, pero también a los realistas. Boves, alzado contra todo y contra
todos, hizo una auténtica revolución y puso a mandar a los canarios y los
esclavos, que de alguna manera se cobraban siglos de afrentas y de abusos
cometidos por los españoles y los mantuanos. El país estuvo a punto de sufrir
lo mismo que había pasado en Haití, en donde los antiguos esclavos masacraron a
sus antiguos amos y sus familias y eliminaron a todos los que no provinieran de
África.
En aquel momento Venezuela se salvó gracias a que, en diciembre de ese
mismo año de 1814, el valiente Pedro Zaraza mató de un lanzazo a Boves en
Urica, y no hubo quien lo sucediera en el mando. Después, España cometió un
grave error al mandar a Venezuela un ejército realmente español (que
inicialmente iba a ser enviado al Río de la Plata), con lo que la guerra dejó
de ser guerra civil o guerra de clases (de colores, como se decía entonces) y
se convirtió en una verdadera guerra entre naciones, entre españoles y
venezolanos. Bolívar, que tal como Rómulo Betancourt en 1958, había aprendido
la lección, dejó de ser “revolucionario” y se convirtió en el verdadero jefe de
los venezolanos. Afortunadamente para su causa, los llaneros, ya sin Boves,
dejaron poco a poco de ser realistas y siguieron a un nuevo “taíta”, José
Antonio Páez, que estuvo siempre en el bando patriota. Luego de muchos ires y
venires, pocos años después del momento del terror, Bolívar y Páez derrotaron
del todo a los españoles en el campo de Carabobo y terminó de nacer Venezuela.
Ahora bien, ¿por qué digo que en estos momentos hay una situación que, mutatis
mutandi, podría compararse, aunque de lejos, a la de 1814? Simplemente porque
en medio de la incertidumbre por el Coronavirus, el hambre amenaza, no hay
gasolina, no hay gas, no hay comida ni medicamentos, los apagones desordenan la
vida de la mayoría de los venezolanos, las hordas chavistas amenazan con hacer
de las suyas, y nadie sabe lo que va a pasar. La incertidumbre es enervante, y
el desorden del régimen también. Desde luego, no es del todo justo comparar a
Boves con Chávez y Maduro.
Boves fue cruel y demagogo, Chávez y Maduro también.
Boves usó las hordas de resentidos como instrumento de lucha, Chávez y Maduro
también. Pero Boves no fue corrompido como Chávez y Maduro, y cuando tomó
Caracas en 1814, dio muestras de ser un gobernante hasta competente. Organizó
el gobierno y la audiencia, supo mandar y hasta frenó la anarquía. Por muy poco
tiempo, pero lo hizo. Chávez y Maduro han sido los peores gobernantes de la
historia de Venezuela. Y no solamente eso, sino que además han entregado la
patria a los cubanos. Por lo tanto, es injusto con Boves compararlo con esos
dos felones. Ojalá que la gente no se deje vencer por el miedo. Ojalá el terror
no se apodere del país. Las medidas de USA y sus aliados están surtiendo
efecto, y los chavistas, con sus bravuconadas, no hacen más que atrasar por
poco tiempo su salida. Pero de que salen, salen. Como Boves.
06 de Mayo del 2020
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