ND / 12 may 2019.- El
politólogo estadounidense John Polga-Hecimovich argumenta, en un hilo que colocó
este domingo en Twitter (en inglés), que remover a Nicolás Maduro
tras una intervención militar estadounidense es relativamente sencillo pero que
el verdadero problema comienza al día siguiente.
El día siguiente, en el caso venezolano, puede durar años con una
presencia militar de Estados Unidos, al estilo Iraq o Libia. “O tal vez peor”.
A continuación un resumen de
su argumento.
“Es tentador pensar que una
invasión militar de Estados Unidos a Venezuela resolvería la crisis venezolana
de manera eficiente y rápida. ¿La razón? Las fuerzas militares estadounidenses
son las más avanzadas y tecnológicamente más sofisticadas del mundo”, dice.
“Pero si esto es verdad, ¿por qué la mayoría de los expertos coinciden que
dicha intervención sería un desastre?”
El politólogo cita a Frank
Mora, ex funcionario del Pentágono y actual director del Kimberly Green Latin
American and Caribbean Center, quien dice: “Lo más probable es que las fuerzas
militares de EEUU tengan que permanecer en Venezuela por varios años, para
mantener la paz y ayudar en la reconstrucción del país”.
¿Y por qué los venezolanos no
pueden hacer esto?”, se pregunta Polga-Hecimovich. “Porque reconstruir un país
requiere una presencia militar fuerte que garantice orden y estabilidad”.
“Imagínense Venezuela tras una
invasión militar exitosa, con una Fuerza Armada debilitada y una presencia
fuerte del ELN y de grupos paramilitares y colectivos. La única opción para
evitar la anarquía es una presencia militar de largo plazo, tal y como ocurrió
en Iraq o Libia”.
El politólogo argumenta además que Venezuela no es Panamá o
Granada donde ocurrieron intervenciones militares de corto plazo. Y cita a Ben
Denison, PhD, politólogo enfocado en temas de cambio de régimen, quien utilizó
datos históricos para mostrar que: 1) intervenciones extranjeras generalmente
fracasan cuando el poder extranjero se ve obligado a reconstruir las
instituciones locales; 2 Gobiernos extranjeros creen que intervenciones
militares son sencillas, lo que los impulsa a no planificar detalladamente; y
3) La probabilidad de éxito aumenta con la capacidad de acción del Estado y la
fortaleza de las instituciones. En el caso venezolano, ambas variables no
pintan bien. De hecho, dice Polga-Hecimovich, “son las peores evaluadas en la
región”.
Menciona como ejemplo que “el
Estado venezolano le ha entregado el monopolio de las armas a los pranes,
colectivos y grupos criminales, y en lugares como el Arco Minero a las bandas
criminales”. Venezuela – concluye – “no es Iraq o Libia. Es peor”.
12 mayo, 2019
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