sábado, 14 de julio de 2018

Incrementos de salarios a tropas y oficiales de la FANB superan 2400% en lo que va de año



Los nuevos salarios con bono de alimentación para los efectivos van desde 17,1 millones para un sargento segundo hasta 90 millones para general de división, según detalla un documento filtrado por fuentes militares. Los ajustes salariales oscilan entre 2455 % y 2989 %, respecto a enero.


Caracas. El aspaviento del Gobierno por liquidar el descontento en los cuarteles cobra vigor. En medio de la hiperinflación y la crisis institucional que desborda las bajas en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el gobierno de Nicolás Maduro desliza su carta más recurrente, pero esta vez sobre el tablero castrense: un nuevo aumento de salario. Se trata de una estrategia con la que, probablemente, el mandatario espera disipar cualquier “plan de conspiración”, como lo denunció recientemente en una alocución en la que exigió al sector redoblar la guardia frente a un posible conflicto detonado por Colombia.

El ajuste de los tabuladores que, a decir verdad, fue oficializado el 15 de junio, incluye a la tropa profesional, oficiales de comando, asimilados y técnicos. Los nuevos salarios con bono de alimentación oscilan entre 17,1 millones de bolívares para un sargento segundo, y superan los 72 millones para un sargento supervisor, con dos años de antigüedad y más de 20 en formación, según detalla un documento filtrado por fuentes militares.

Un sargento mayor de segunda, con cuatro años de antigüedad, devengará, grosso modo, 50,4 millones de bolívares, lo cual se traduce en un incremento de 2455 % si se compara con la remuneración que tenía en enero de 1,9 millones. Mientras un general de división, que ostenta uno de los grados más altos de la institución, tendrá un ingreso mensual mayor a los 91,8 millones de bolívares, un aumento de 2485 % con respecto al primer mes de 2018.

En Venezuela se estima que existen 165.000 efectivos militares y 25.000 en reserva, fuera de los integrantes de la milicia, un componente que infla la cifra a 489.497 funcionarios, según el Presupuesto Nacional 2017.

El ajuste ocurre en un contexto de crisis económica generalizada que embiste a todos los sectores del país, con un cuadro vertiginoso de hiperinflación del que no escapan los militares. De acuerdo con cálculos de la Asamblea Nacional, en los últimos 12 meses la tasa de variación de precios fue de 24.571 %, una cifra gruesa que resume una economía en ruinas.

Solo en mayo la canasta alimentaria aumentó 83,7 % y alcanzó los 72,7 millones de bolívares, según el reporte mensual del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda). Frente a ello, el Gobierno responde con una estrategia de aumento, que luce limitada. Hoy casi todos los bienes superan el millón de bolívares y este año Nicolás Maduro ha oficializado cuatro incrementos de salario que, en lugar de producir calma y seguridad, inquietan a la población.

Para el analista militar y catedrático de la Universidad Simón Bolívar, Luis Alberto Buttó, los incrementos están al margen de la Constitución, que establece el costo de la canasta básica como punto de partida para los ajustes. Si se coteja con otros sectores, añade el también doctor en Historia, el incremento anunciado para el sector castrense abre una brecha odiosa con respecto a los médicos, maestros, enfermeras y profesionales de Protección Civil. A juicio de Buttó, el Gobierno desliza su desprecio hacia otros gremios importantes.

Para entender el aumento podría considerarse una fórmula matemática. Si multiplicas nada por N te va a dar igual: nada. En un contexto de hiperinflación, donde los precios crecen de manera exponencial todos los días, no hay aumento que pueda responder a la necesidad, matiza el experto en seguridad y defensa.

El hambre, que desprofesionaliza a la FANB, se interna en los cuarteles y desata la huida de militares. Quienes hacen el trámite de la baja son, en su mayoría, sargentos y oficiales de menor grado que huyen de la peor crisis que asedia a la institución.

En enero de este año, el caudal de solicitudes era tal, que algunos militares dormían en los predios de la sede de Seguros Horizonte en la Torre La Primera, en Chacao, para ser los primeros en la fila y solicitar la solvencia de la financiadora de Primas Horizonte.

La crisis económica que permea a la FANB se torna contradictoria en un contexto nacional en el que los militares ejercen un rol estelar en el cuadro Ejecutivo.

En 12 meses los gastos básicos en alimentación, según el Cenda, subieron 9660 %, mientras que el salario entre mayo 2018 y mayo 2017 tuvo una variación de 1149 %.

No hay ningún sector de la sociedad que pueda atender de manera digna, decorosa, satisfactoria sus necesidades elementales de alimentación, transporte, salud y recreación, insiste Buttó. Sin embargo, en el país, un asalariado apenas cobrará 10 % de lo que recibirá un sargento mayor de segunda, cuyo sueldo supera los 50 millones con el último aumento.

En torno a los oficiales de comando, destacados en diferentes áreas, el aumento es notable. Un teniente con dos años de antigüedad cobrará 33,3 millones de bolívares, lo cual representa 2989 % de aumento si se compara con los 1,08 millones que recibía en enero. De acuerdo con el tabulador de la FANB, en enero un capitán con cuatro años en ejercicio percibía 1,8 millones de bolívares, con el ajuste de junio los ingresos para este rango quedaron en 53,1 millones, lo que indica 2716 % de incremento.

En el caso de un mayor, cuyo ingreso será de 63 millones, el alza de sus ingresos es de 2659 %. En la tropa profesional, el sueldo más bajo será el equivalente a 5 salarios de 3 millones de bolívares, sin incluir el bono de alimentación. En esa categoría, un sargento de segunda, con dos años de formación, devengará 20,7 millones, lo que es igual a decir 2620 % de incremento; mientras un sargento mayor de tercera cobrará hasta 40,5 millones, 2492 % de alza.

Los beneficios otorgados al sector militar, coinciden con el ajuste general anunciado por el Jefe de Estado este miércoles cuando el mínimo pasó de 1 millón de bolívares a 3 millones y el bono de alimentación subió de 1,5 millones de bolívares a 2,19 millones de bolívares.

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