jueves, 22 de marzo de 2018

La nueva “rapiña” partidista nacional - Luis Montilla



Hemos dicho que construir escenarios en política, nos sirven para ayudarnos a reducir la complejidad que supone el tener que estar decidiendo permanentemente sobre cuál debería ser nuestra posición en cada opción que se presenta o ante cada enfrentamiento político y social. Es decir, dónde estamos frente a la realidad y hacia dónde vamos o deberíamos de ir.


Los escenarios son como “mapas”, que nos permiten orientarnos en política, nos ofrecen criterios más o menos razonados sobre como evaluar lo que ocurre y poder descifrar lo que pudiera suceder. Para hacer un ejercicio sobre los posibles escenarios políticos que tenemos en el país, podríamos decir, que en el contexto y de parte de la oposición democrática, tenemos un gran malestar, desorientación, fragmentación y división; donde prevalecen muy bajos índices de confianza y credibilidad, sin haber podido lograr una candidatura única que construyera un discurso de inclusión y esperanza para las grandes mayorías, que entusiasmara a la gente a participar masivamente en el proceso electoral presidencial.

Una oposición partidista que ha contribuido a desvalorizar el voto como instrumento de los ciudadanos para el cambio político pacifico. Esto nos ha colocado frente a una realidad política, donde nos encontramos con unos candidatos presidenciales inscritos ante el CNE, en una especie de acuerdo entre el Gobierno y 3 partidos políticos nacionales (MAS, COPEI, AP), que no representan a la amplia y plural oposición democrática del país. El Gobierno, en su estrategia de “obligar” a la participación y competencia del resto de los partidos de oposición la ha convertido en una “megaelección”, buscando darle legitimidad a ese proceso. A esto se agrega, que los candidatos inscritos hayan tenido cercanos vínculos con el partido de gobierno PSUV, el proceso revolucionario o el comandante-presidente Hugo Chávez Frías. Así la situación planteada, nos encontramos ante una gran mayoría opositora alineada en la abstención electoral y una minoría en la participación, aún sin las condiciones necesarias para unas elecciones competitivas y democráticas.

Estos 3 partidos nacionales, que asumieron la inscripción como candidato presidencial de Henri Falcón, y que pretenden imponerse como la nueva conducción político-partidista, han actuado con la misma exclusión y sectarismo político que la MUD, para la integración y conformación de las planchas a los Consejos Legislativos y Concejos Municipales, convirtiéndola en una nueva “rapiña” partidista de los cargos políticos de elección popular, desmotivando aún más, el esfuerzo organizativo de la estructura electoral. No han entendido, que de lo que se trata es de reconstruir el espacio político, y que la oposición partidista pudiera presentarse con una unidad de criterio, organizada con una estrategia clara de lucha democrática, donde se impongan los intereses generales del país, por encima de los intereses partidistas, de grupos o personales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario