miércoles, 17 de mayo de 2017

Sonetos de Adelis León Guevara: "No se mata una rosa..."



Tres sonetos del poeta, ensayista, narrador, profesor universitario, académico y Dr. en Letras por la Universidad de Los Andes Adelis León Guevara, que exponen, como diría Celan de la poesía, la tragedia política que vive el país: el asesinato de jóvenes venezolanos a manos de la dictadura de Maduro y, al mismo tiempo, el porvenir de la libertad y la democracia, en los que por la perfección formal y el pensamiento poético, resuenan el lirismo clásico y el canto profundo de Garcilaso de la Vega y  Andrés Eloy Blanco.

   I
   NO SE MATA UNA ROSA…

   JAIRO, JUAN PABLO, YONATÁN, ARMANDO,
y muchos otros muertos te dirán
que más hijos las madres parirán
para que sigan con furor luchando.

   No se mata una rosa; despuntando
saldrán otros retoños, y abrirán
otras rosas, que luego formarán
el jardín que la patria está soñando.

  Ríete, baila, mata y asesina;
aprovecha tu odio y tu barullo,
porque tu dictadura ya declina.

   Cuentas los muchos muertos, y en tu orgullo
te olvidas que una viola concertina
desde su tumba contará los tuyos.


                             II

      CANTO A LA HEROICIDAD

   Canto a la heroicidad de esos muchachos,
que burlando fusiles y ballenas,
tienen con su valor las calles llenas
de esperanza, y temblando al mamarracho.

   Canto el caleidoscopio en los penachos
que enarbolan banderas por docenas;
oigo desbaratarse las cadenas
de la opresión, y suenan los capachos.

 Canto a la dignidad; canto al honor
que aprendimos de niños en la escuela
para que no nos robaran el amor.

   Canto a la madre, flor que se desvela;
canto al niño que nace de esa flor,
CANTO A LA LIBERTAD DE VENEZUELA.


    III

   CARGO A MEDIA ASTA EL CORAZÓN…

   Cargo a media asta el corazón dolido,
 y a medio sonreír mi abecedario;
cargo este amargo paño de sudario
y esto de duelo, pero no rendido.

   Por tanto amanecer oscurecido,
por tanta primavera desflorada,
por tanta vida joven desangrada
cargo a media asta el corazón dolido.

   Este rencor que cargo reducido
a la impotencia de mi fe encendida,
me tiene el sueño ronco y dolorido.

   Pero se que el dolor de las heridas
será un eco en el suelo, convertido
EN EPITAFIO DE LOS HOMICIDAS.


  Mérida, 2017.

2 comentarios:

  1. Extraordinarios sonetos, maestro de la pluma, de la idea, del ardor patriótico, del sentimiento puro, de la palabra justa en el pentagrama justo, conciso, vital de la memoria, y en las cuerdas de esa maravillosa lira que, tañida por tus manos, derraman sones, duendes, palomas y hojas secas que el viento se encarga de reverdecer,,,Fuerte abrazo, poeta, "strong hug!

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