martes, 30 de abril de 2019

Segundo Jiménez: In Memoriam. Despedida a un amigo - Mauro Briceño


SEGUNDO GIMÉNEZ, le conocí muy de cerca cuando simultáneamente cumplíamos funciones  como Decanos de la Universidad de Los Andes. Le conocí como un hombre digno y cultivador de esa cosa misteriosa, y desacreditada y casi imposible, VERDADERA AMISTAD.  SEGUNDO GIMÉNEZ fue el apoyo de amigo, tenaz en sus ambiciones para coronarse como un hombre digno de quienes tuvimos el privilegio de verdaderamente conocerle. Hombre de juerga y de alegría pero de conducta  inmaculada cuando lo requería sus deberes personales, de amigo, o de universitario;  a los que siempre selló con nobleza y humanismo. Su criterio equilibrado, su inspiración profundamente universitaria, su amor enorme por la Universidad, su palabra fácil y consecuente, todo colaboró para que hiciera de su papel, uno destacado siempre en defensa de los intereses y prístinos principios universitarios. Su inspiración fue siempre relevante, siempre necesaria en momentos difíciles con una gran capacidad para escuchar, lograr acuerdos, crear consensos y, sobre todo, creer infinitamente en la Universidad. 


Siempre aconsejaba llevar adelante a la Universidad por la vía del diálogo, del encuentro, del debate esclarecedor, lo cual hizo de mí, un fuerte creyente de su personalidad para  apoyarle en sus claras y diáfanas aspiraciones como candidato a Vicerrector Administrativo. Fue un hombre que, dentro de sus bromas, mostraba tranquilidad. Creo que sabía muy bien lo que le estaba pasando, y siempre daba lecciones de valor, de decisión, de entrega, de consecuencia como hombre íntegro, pleno, realizado en su vida, y lleno de valores humanistas y cuya  vocación de trabajo no parecía tener límites ni fronteras, ni había aspectos de la vida universitaria que le fueran ajenos o distantes.   

En fin, fue un hombre solidario que encarnaba la expresión sublime de la labor universitaria, el mayor tesón en la excelencia académico-administrativa  universitaria fue el sello de su desempeño. Defensor de la autonomía universitaria con el espíritu de libertad que reflejan los verdaderos grandes universitarios. Solidario al infinito con la Universidad, con el académico, con el amigo; siempre extendía la mano en auxilio cuando el amigo estaba en dificultades, permitiendo que la vida se tornara más simple, más bella y menos dolorosa. Un último aspecto que deseo destacar es que era generoso para subrayar las cualidades personales e intelectuales de otras personas. En esta hora de dolor vaya nuestras palabras de solidaridad, y el abrazo afectuoso y sentido hacia toda su familia, en particular a sus hijos y su compañera Arlene.

J. Mauro Briceno, Ex Decano de la Facultad de Ciencias de la ULA.

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