domingo, 25 de junio de 2023

Las cifras acaban con la narrativa - Por: Germán Rodríguez Bustamante..





 

Las narraciones son configuradoras de la realidad social y cultural. Ha sido necesario siempre revisar lo que se sabe y se teoriza, y contrastarlo con lo que ocurre y con lo que surge. La realidad no es estática y menos aquella que depende del comportamiento humano. Las recientes declaraciones del presidente brasileño intentan convertir una realidad en una fantasia, busca relatar con persuasión aspectos seleccionados de la realidad que a él le interesa contar. Lamentablemente con muy poca o nula argumentación racional,para que la fábula de la narrativa construida, sobre el desempeño del régimen venezolano tenga fundamento.

La realidad es concluyente a pesar del cerco mediático y el control de la difusión de información, las cifras explotan desnudando el relato del régimen. Pretende que su conducta no sea sometida a discusión, ni a crítica. La gestión económica. politica y social no consiente juicios negativos sobre ella, ni sobre sus administradores. A pesar de ello ACNUR y OIM documentan cifras concretas de la realidad de la migración venezolana. Hasta el momento se evidencia que más de 7 millones de personas han dejado Venezuela, buscando protección y una vida mejor. La mayoría, más de 6 millones han conseguido acogida en países de América Latina y el Caribe.

En los últimos tiempos muchas de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, que llegan a países vecinos son familias con hijos, mujeres embarazadas, personas mayores y personas con discapacidad. Con frecuencia, estas personas se ven obligadas a tomar rutas irregulares para llegar a lugares seguros, lo cual las hace vulnerables frente a traficantes, tratantes y grupos armados irregulares. El número de familias que llega con cada vez menos recursos va en aumento, por lo cual requieren con urgencia documentación protección, albergue, alimentos y medicamentos. Esto no es una narrativa construida, es una realidad interna que obliga a los ciudadanos a abandonar su tierra, independientemente de los riesgo y peligros que tengan que enfrentar.

Aunque los países y las comunidades de acogida en la región tienen el compromiso de ayudar a las personas de Venezuela y les han dado generosa acogida, la presión para ellos incrementa. Algunos países han dado inicio a procesos de regularización a gran escala para garantizar que las personas refugiadas y migrantes tengan acceso a servicios y derechos. Sin embargo, el éxito de estos esfuerzos y gestos de solidaridad requieren apoyo financiero, con el que también es posible garantizar que nadie quede atrás. Desafortunadamente en los últimos tiempos, los tratan como delincuentes, rechazados y muy poco comprendidos, convirtiendo a la migración en un delito, y no en un derecho humano.

 

Por otro lado, envejecer en Venezuela es uno de los desafios más cuesta arriba para cualquier ciudadano, la adultez mayor es una de las etapas con mayores vulneraciones en el ciclo de la vida en el país. Es un panorama desolador marcado por un sistema de seguridad social inexistente, decrecimiento del indice Global de Desarrollo Humano, inflación, precarización de servicios públicos, entre otros factores. Los adultos mayores se enfrentan a un conjunto de dificultades que incrementan la desigualdad, terminando con el sueño de retirarse y descansar. Esta es otra realidad inobjetable, dificil de esconder con relatos fantasiosos. Son más de 4.5 millones de adultos mayores que pasan hambre en el país. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU reporto que, a pesar de que algunas mejoras económicas habian ayudado a frenar la hiperinflación, la situación de seguridad alimentaria en Venezuela seguía siendo alarmante.

Las investigaciones en la corte penal internacional continúan. Las supuestas violaciones de derechos humanos y delitos de lesa humanidad, siguen documentándose. Recientemente los jueces de la CPI, argumentaron que una respuesta debe limitarse a las nuevas cuestiones planteadas y recuerda que solo se puede evaluar la pertinencia de otorgar cualquier permiso para responder en relación con cuestiones específicamente identificadas. En otras palabras, las victimas y sus declaraciones seguirán protegidas. El régimen se limita a señalar que el informe presenta hechos relativos a presuntas victimas, que podrían ser objeto de investigaciones penales internas o incluso los perpetradores podrían haber recibido sanciones efectivas, o podrían ser hechos que nunca fueron denunciados en el sistema judicial interno venezolano. Intentan construir un relato, para justificar la impunidad total con la cual se han cometido abusos y arbitrariedades.

La recuperación ocurrida en el 2.022, tras una pérdida del 80% del PIB del 2.013 al 2.021, calificada como la peor en la historia, sin la presencia de una agresión bélica, no permeo la estructura social. El pequeño crecimiento en consumo no fue distribuido homogéneamente en todos los sectores, con lo cual la recuperación fue ilusión temporal. La inestabilidad cambiaria, y la inyección de dinero inorgánico termino de liquidar a los trabajadores jubilados y pensionados. Por ello la burbuja estallo y vemos la caida desastrosa del primer trimestre de este año. Estas son realidades de políticas económicas y sociales fatales, que han condenado a la miseria general del país. No es una narrativa, de cerco financiero y ni sanciones económicas, es posible que las misma tengan impacto, pero mucho hay de negligencia, incapacidad y fundamentalmente de corrupción. La realidad muestra dos Venezuela: una famélica, enclenque y desnutrida fotografiada en las marchas de los maestros, jubilados y pensionados; y otra holgazana, obesa y trajeada retratada en los eventos sociales y politicos del régimen.

 

Profesor Faces-ULA

gguillermorb@yahoo.com

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