Las narraciones son configuradoras de la realidad social
y cultural. Ha sido necesario siempre revisar lo que se sabe y se teoriza, y
contrastarlo con lo que ocurre y con lo que surge. La realidad no es estática y
menos aquella que depende del comportamiento humano. Las recientes
declaraciones del presidente brasileño intentan convertir una realidad en una
fantasia, busca relatar con persuasión aspectos seleccionados de la realidad
que a él le interesa contar. Lamentablemente con muy poca o nula argumentación
racional,para que la fábula de la narrativa construida, sobre el desempeño del
régimen venezolano tenga fundamento.
La realidad es concluyente a pesar del cerco mediático y
el control de la difusión de información, las cifras explotan desnudando el
relato del régimen. Pretende que su conducta no sea sometida a discusión, ni a
crítica. La gestión económica. politica y social no consiente juicios negativos
sobre ella, ni sobre sus administradores. A pesar de ello ACNUR y OIM
documentan cifras concretas de la realidad de la migración venezolana. Hasta el
momento se evidencia que más de 7 millones de personas han dejado Venezuela,
buscando protección y una vida mejor. La mayoría, más de 6 millones han
conseguido acogida en países de América Latina y el Caribe.
En los últimos tiempos muchas de las personas refugiadas
y migrantes de Venezuela, que llegan a países vecinos son familias con hijos,
mujeres embarazadas, personas mayores y personas con discapacidad. Con
frecuencia, estas personas se ven obligadas a tomar rutas irregulares para
llegar a lugares seguros, lo cual las hace vulnerables frente a traficantes,
tratantes y grupos armados irregulares. El número de familias que llega con
cada vez menos recursos va en aumento, por lo cual requieren con urgencia
documentación protección, albergue, alimentos y medicamentos. Esto no es una
narrativa construida, es una realidad interna que obliga a los ciudadanos a
abandonar su tierra, independientemente de los riesgo y peligros que tengan que
enfrentar.
Aunque los países y las comunidades de acogida en la
región tienen el compromiso de ayudar a las personas de Venezuela y les han
dado generosa acogida, la presión para ellos incrementa. Algunos países han
dado inicio a procesos de regularización a gran escala para garantizar que las
personas refugiadas y migrantes tengan acceso a servicios y derechos. Sin
embargo, el éxito de estos esfuerzos y gestos de solidaridad requieren apoyo
financiero, con el que también es posible garantizar que nadie quede atrás.
Desafortunadamente en los últimos tiempos, los tratan como delincuentes,
rechazados y muy poco comprendidos, convirtiendo a la migración en un delito, y
no en un derecho humano.
Por otro lado, envejecer en Venezuela es uno de los
desafios más cuesta arriba para cualquier ciudadano, la adultez mayor es una de
las etapas con mayores vulneraciones en el ciclo de la vida en el país. Es un
panorama desolador marcado por un sistema de seguridad social inexistente,
decrecimiento del indice Global de Desarrollo Humano, inflación, precarización
de servicios públicos, entre otros factores. Los adultos mayores se enfrentan a
un conjunto de dificultades que incrementan la desigualdad, terminando con el
sueño de retirarse y descansar. Esta es otra realidad inobjetable, dificil de
esconder con relatos fantasiosos. Son más de 4.5 millones de adultos mayores
que pasan hambre en el país. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU reporto
que, a pesar de que algunas mejoras económicas habian ayudado a frenar la
hiperinflación, la situación de seguridad alimentaria en Venezuela seguía
siendo alarmante.
Las investigaciones en la corte penal internacional
continúan. Las supuestas violaciones de derechos humanos y delitos de lesa
humanidad, siguen documentándose. Recientemente los jueces de la CPI,
argumentaron que una respuesta debe limitarse a las nuevas cuestiones planteadas
y recuerda que solo se puede evaluar la pertinencia de otorgar cualquier
permiso para responder en relación con cuestiones específicamente
identificadas. En otras palabras, las victimas y sus declaraciones seguirán
protegidas. El régimen se limita a señalar que el informe presenta hechos
relativos a presuntas victimas, que podrían ser objeto de investigaciones
penales internas o incluso los perpetradores podrían haber recibido sanciones
efectivas, o podrían ser hechos que nunca fueron denunciados en el sistema
judicial interno venezolano. Intentan construir un relato, para justificar la
impunidad total con la cual se han cometido abusos y arbitrariedades.
La recuperación ocurrida en el 2.022, tras una pérdida
del 80% del PIB del 2.013 al 2.021, calificada como la peor en la historia, sin
la presencia de una agresión bélica, no permeo la estructura social. El pequeño
crecimiento en consumo no fue distribuido homogéneamente en todos los sectores,
con lo cual la recuperación fue ilusión temporal. La inestabilidad cambiaria, y
la inyección de dinero inorgánico termino de liquidar a los trabajadores
jubilados y pensionados. Por ello la burbuja estallo y vemos la caida
desastrosa del primer trimestre de este año. Estas son realidades de políticas
económicas y sociales fatales, que han condenado a la miseria general del país.
No es una narrativa, de cerco financiero y ni sanciones económicas, es posible
que las misma tengan impacto, pero mucho hay de negligencia, incapacidad y
fundamentalmente de corrupción. La realidad muestra dos Venezuela: una
famélica, enclenque y desnutrida fotografiada en las marchas de los maestros,
jubilados y pensionados; y otra holgazana, obesa y trajeada retratada en los
eventos sociales y politicos del régimen.
Profesor Faces-ULA
gguillermorb@yahoo.com
@germanrodri
@germanoveja
https://comunicacioncontinua.com/las-cifras-acaban-con-la-narrativa/v
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