“A Francisco Vicent López Quien celebraba cada Ronda”.
Me confieso uno de los 25 millones de venezolanos que no
conoce Barinas. Antes de Chávez pasamos un día por allí rumbo a Mérida y en la
bomba donde repostamos gasolina dos morochas estudiantes de medicina en la ULA,
sonrisas en ristre indagaron nuestro destino y nos acompañaron hasta la Ciudad
de los Caballeros. Muy bellas ambas, amigas del Rector de Rectores y fraterno
nuestro Perucho Rincón Gutiérrez y de su ataché para el momento Pedro Alberto Velásquez
Martinez, margariteño e hijo pródigo del muy famoso “Negro Velásquez”,
regente-propietario, administrador y novio de la madrina de la farmacia de San
Juan, extraordinario voceador de rumores y mejor libador del buen escocés. Este
personaje se despidió tempranamente en contra de su voluntad.
Las gemelas de la anécdota son barinesas pero una vez con
el pergamino de papel cebolla de alto gramaje en sus dos pares de manos, el
título de Médico-Cirujano estampado en letra gótica negri-roja y la rúbrica del
también médico Perucho Rincón con la auctoritas de su caligrafía doctorada,
ambas prefirieron migrar hacia derroteros de mejores perspectivas que su natal
Barinas, aunque previamente hicieron “el rural” en un pueblito cerca de
Barinitas que complementaban con visitas a Mérida y rumbas encapilladas.
Infatigables estas bellas morochas.
En ajustada síntesis es todo lo que recordamos de
Barinas. Y una invitación que nunca tuvo ocasión de cumplirse (olvidamos las
razones) formulada por el colega José Ignacio Garrido Gilly, barinés escapado a
la capital del país y luego a la Isla de Margarita donde se hizo fundamentoso,
tuvo familia y granjeó amistades pa´tirar pa´rriba. Nos preguntaba Manuel
Millán si no será pariente del candidato que hoy pudiera resultar electo
gobernador de Barinas aunque con muy alta probabilidad de ser esquilmado por el
camuflaje que sufrió Freddy Superlano luego de haber derrotado nada menos que a
Argenis Chávez. Procede comentar que vimos un video donde una ristra de
autobuses rojos con identificativos de la gobernación de La Guaira, llevaron a
Barinas a unos 400 efectivos de la Guardia Nacional, imaginaos que no para
votar. ¿Esperan una contienda si manipulan las actas? Eso pareciera y se
alistan para el combate.
Y Rafael Simón Jiménez es el otro barinés que nos place
haber conocido cuando fue vicepresidente del parlamento y ocupaba una
oficinota, puerta franca, en el Congreso Nacional. Y decimos que Rafael Simón
es “el otro barinés que conocemos” porque aún ponemos en duda esa
“nacionalidad” barinesa de Claudio Fermín dado que nos aseguró en diciembre del
2020 que había visto la primera luz en Sucre “accidentalmente” ya que su padre, margariteño, estaba en
Barinas ejecutando un contrato con una petrolera mientras la señora madre de
Claudio, embarazada la doña del ahora neo barinés, había quedado en Carúpano.
Pero aceptemos este voluntario gentilicio de Claudio y así contabilizamos a
otro barinés en nuestra agenda.
Ahora bien; para ingresar en honduras sin pasaporte ni
visa, asegura Rafael Simón que no hay posibilidad alguna de que Jorge Arreaza,
cordero para el sacrificio que ofrece Maduro entre zarzas y pencas de tuna a
los Chávez y al madurismo en ciernes, pueda derrotar en mediana lid al
candidato de oposición y del sentimiento barinés, Jorge Garrido. Y abunda el
Dr. Jiménez en razonamientos valederos para la matemática del cubano Aurelio
Baldor que tantas cefaleas ocasionó, pero que no necesariamente se corresponden
con la numerología política del Psuv. Ciertamente todos los indicadores,
incluido el de la oficialista Hinterlaces (el no publicado, claro) dan por
muerto al portaestandarte del chavismo, pero él se aferra a la mítica frase del
popularísimo y siempre sonriente “careta” de los Yanquis de Nueva York, Yogi
Berra: “El juego no se acaba hasta que se acaba”, apostando, eso creemos, al
“extra inning” que en cada evento electoral ordena Jorge Rodríguez para que su
matarife en el CNE, un tal señor Quintero, parodiando la célebre encíclica de
Luis Alfaro Ucero (acta mata votos) maquille los números y convierta a Arreaza
en “triunfador” de Barinas. De lo contrario Maduro tendrá que idear otro
ministerio porque su objetivo fue deslastrarse del último mohicano de los
Chávez en su entorno y de ello está consciente el ex canciller y esposo de una
de las hijas de Hugo Chávez. Además, se comenta que Cilia no lo quiere.
Pues bien, hoy se define (o debería) todo ese berenjenal.
La duda nos acomete porque hay un general en Barinas con instrucciones precisas
de evitar que los testigos de mesa opositores se lleven sus copias de las
actas, en especial si favorecen a Garrido (ergo: casi todas). Ya ese general
retuvo los tres listines del pasado proceso que fungieron de excusa a los
rectores del. CNE, opositores incluidos, para no proclamar a Superlano, aun
sabedores de que agregando
el 100% de las
tres actas a favor de Argenis Chávez de igual manera resultaba derrotado. Tanto
así, que Argenis Chávez, reconociendo su derrota, en gesto que lo ennoblece,
renunció al cargo de gobernador aunque Rafael Simón asegura que fue obligado a
ello, infiere uno que por Maduro y Diosdado.
En un mal camuflado escarceo, el TSJ, no aforado para
ello, declaró nula la elección porque a Superlano el Contralor Elvis Amoroso lo
había inhabilitado, aunque resultó beneficiado por Maduro y rehabilitado para
competir (pero nunca ganar: ¡cómo se atreve!) y por ello pudo inscribirse en el
mismo CNE que sumisamente aceptó el veredicto del TSJ. Tanto los rectores, como
el TSJ y ahora todo el país conocen que solo puede ser inhabilitada una persona
tras sentencia firme en su contra por un tribunal. Pero igual al procedimiento
de los 7 jueces venales…perdón penales, que sacó Diosdado de su chistera
(fábrica de chistes) para que la bufona y ahora ministra Tibisay Lucena
abortara el revocatorio contra Maduro, la Sala Electoral ordenó al CNE realizar
nuevos comicios hoy domingo 9 de enero del 2022, y luego de más de un mes con
el Psuv repartiendo bolsas Clap, lavadoras, televisores, neveras, dinero y
otros componentes del botín, usurpando funciones del Niño Jesús, de Santa
Claus, de San Nicolás y de los Reyes Magos, hoy pudiera ser que la trama
seriada llegue al capítulo final y sin más obstáculos en su camino pueda Maduro
anunciar ¡por novena vez! que este sí es el año de la recuperación económica
(El Señor lo escuche) y alentado por ciertas cifras que pregonan Asdrúbal
Oliveros, Luis Vicente León y alguno que otro tipo serio, se decida Maduro a
encontrar las vías (que existen) para lograr que el país se encamine raudo,
presto y sin ambages al progreso que germina todo desarrollo bien
conceptualizado y mejor ejecutado. (En esa de progreso y desarrollo nos
anotamos).
Maduro sabe que Diosdado Cabello le está ladrando en la
cueva y que solo ofreciendo una buena satisfacción al pueblo (según
condicionante de Simón Bolívar) podrá ser candidato del Psuv, lo que dentro de
un escarceo no contaminado tampoco le garantiza el éxito electoral.
Aunque, pensándolo bien, Maduro no necesita hacer trampas
(el 2024) porque el G4 tiene seis personajes que serán candidatos todos. (Ramos
Allup, Julio Borges, Manuel Rosales, Juan Guaidó. Henrique Capriles y Leopoldo
López). Leopoldo se rehabilitará mediante indulto presidencial a lo que
posteriormente, de ser necesario, el TSJ declarará la nulidad de la dispensa
mirafloriana porque Leopoldo no reconoce a Maduro como presidente.
Estas últimas líneas resumen todo el guion de esta
opereta de exigua coreografía cuyo (posible) desenlace y (posible también)
capítulo final estaremos presenciando hoy ¡desde Barinas para el mundo!
Está tan confiado Maduro de su éxito el 2024 que solo le
preocupa Barinas que podría significarle el rompimiento con el chavismo y la
obligada adopción de nuevo numen. ¿Fidel tal vez?
(No es un supuesto el divorcio de Maduro con el chavismo.
Aseguran lenguas descarriladas aguas abajo, que Argenis Chávez aúpa el abstencionismo
dentro de las filas pesuvistas, aunque no ha cruzado la línea roja de invitar a
votar por Garrido).
Jose Angel Borrego
10 de Enero del 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario