El 18 de octubre de cada
año, desde 1972, se evoca la responsabilidad de todos para la conservación de
los Ambientes Naturales. Debemos compatibilizar su cuidado con el desarrollo,
sobre todo en aquellos que tienen gran valor en cuanto a flora, fauna, paisaje,
o geomorfología y se encuentran amenazados por distintas causas
La preocupación por la
protección de la Naturaleza en la sociedad refleja la responsabilidad para
proteger los espacios naturales que tienen valores singulares y que actualmente
están amenazados por distintas causas, todas ellas debido a las actividades
humanas, como: contaminación química, incremento de la urbanización por aumento
de la población humana, complejos industriales mal establecidos, y además por
causas del cambio o variación climática que provoca sequías, inundaciones e
incendios forestales.
Actualmente nuestra huella ecológica supera la capacidad del planeta para
regenerar lo que se consume, hoy más que nunca, la protección de la naturaleza,
se convierte en un asunto de prioridad esencial.
La protección de la
Madre Naturaleza, no puede ser una cuestión exclusiva de los ambientalistas. Es
responsabilidad de todos los seres humanos el cuidado de los ecosistemas en
general y de la biodiversidad en particular, para ello es imprescindible
el desarrollo de correctas políticas ambientales, por parte de las
instituciones.
Actualmente193 países
forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero solo 12 son
considerados megadiversos porque albergan entre el 60 y 70% de la naturaleza
total del planeta. Entre estos países se encuentran Brasil, Colombia, Ecuador,
México, Perú, Venezuela y Estados Unidos, y esto se debe gracias a su
accidentada topografía, variedad de climas y ecosistemas, además de su compleja
historia geológica, biológica y cultural.
Ante la carencia de
políticas de población que regulen el actual ritmo de crecimiento demográfico,
es necesario no perder de vista la importancia que representa para la vida
conservar los recursos existentes, fomentando la responsabilidad de la
protección a la naturaleza entre los sectores productivos, públicos y
educativos. Estamos llegando tarde a este reconocimiento y los riesgos de un
cambio climático acelerado aumentan cada día porque los gobiernos no aceptan
todavía la necesidad de disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero
(GEI) que provienen de la industria, el transporte, la generación de energía
eléctrica, la quema de carbón e hidrocarburos, y la producción de toda clase de
satisfactores que hacen la vida más confortable pero al precio de destrucción
del planeta.
La protección de los
ecosistemas suministra mediante sus procesos ecológicos, una gran variedad de
bienes y servicios de forma gratuita, que debido a su naturaleza son
denominados como Bienes Ambientales y Servicios Ambientales. Los Bienes
Ambientales son aquellos productos (madera, semillas, frutos, extractos para
medicamentos, entre otros), que pueden ser utilizados de forma directa por el
ser humano para su consumo o comercialización.
Por otra parte los
Servicios Ambientales son beneficios intangibles y que a diferencia de los
bienes ambientales no se “utilizan” o “aprovechan” de forma directa, sin
embargo otorgan beneficios e influyen directamente en el mantenimiento de la
vida, ya que generan beneficios y bienestar para las personas, las comunidades y
todos los seres vivos. Los Servicios Ambientales son la capacidad que tienen
los ecosistemas para generar productos útiles para el hombre (Agua dulce,
Oxígeno, suelos, etc.), pero cuya cuantificación y valoración resultan algo
complicadas, sin embargo brindan una amplia variedad de bienes y servicios en
los ámbitos local, regional, nacional e inclusive mundial.
Conclusión
Es fundamental
desarrollar una educación basada en valores ambientales aplicables a cualquier
actitud social y cuyo objetivo es el de formar la capacidad de observación
crítica y juicio de valor teniendo en cuenta la protección y gestión sostenible
de nuestro entorno.
Esta es la base junto
con la educación conservacionista, que a futuro nos permitirá seguir hablando
de sostenibilidad o sustentabilidad de los recursos renovables, de lo
contrario, no pasará de ser una frase hecha y estéril, como el mismo legado que
dejaremos a las futuras generaciones.
Día de la Protección a
la Naturaleza
18/10/2016
Prof. Norberto Ovando
Presidente / Asociación
Amigos de los Parques Nacionales - AAPN -
Experto Comisión Mundial
de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN-
Red Latinoamericana de
Áreas Protegidas - RELAP –
Gpque. Adalberto Álvarez
Vicepresidente /
Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN -
Experto Comisión Mundial
de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN-
Día Mundial de la
Protección de la Naturaleza
21 agosto, 2019
El Día Mundial de
la Protección de la Naturaleza se celebra el 18 de octubre de
cada año, desde 1972. El origen de la celebración está en las palabras que el
general argentino Juan Domingo Perón pronunció el 16 de marzo de 1972, mientras
se encontraba exiliado en Madrid, y que fueron enviadas a Kurt
Waldheim, entonces secretario general de las Naciones Unidas.
En ellas Perón alertaba
sobre “la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de
la contaminación del medio ambiente y la
biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno
de la población y la sobreestimación de la tecnología” y hacía una llamada
para revertir la situación.
El objetivo básico de la
protección ambiental es anticipar los riesgos y prevenir los daños;
proteger los espacios naturales, aquellos que poseen valores singulares de
vegetación, fauna, paisaje o geomorfología y dirigiendo esfuerzos para que el
desarrollo humano sea compatible con la protección del entorno.
En un momento crítico en
el que nuestra huella ecológica supera la capacidad
del planeta para regenerar lo que se consume, hoy más que nunca, la protección
de la naturaleza, se convierte en un asunto de prioridad esencial.
Naturaleza
Si bien la tendencia
actual demuestra que la humanidad está abusando de la capacidad del planeta
para abastecernos, todavía estamos a tiempo de tomar las medidas oportunas
para construir un futuro basado en el consumo sostenible de los recursos
naturales.
La protección de la
Madre Naturaleza, no puede ser una cuestión exclusiva de los ambientalistas. Es
responsabilidad de todos los seres humanos el cuidado de los ecosistemas en
general y de la biodiversidad en particular, para ello es imprescindible
el desarrollo de correctas políticas ambientales, por parte de las
instituciones.
Cierto es que a día de
hoy la implicación ciudadana va creciendo, y no sólo entre nosotros, cada vez
son más las normativas que intentan gestionar y proteger el medio ambiente,
equilibrando el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental.
Además, en el papel de
la concienciación, es fundamental la educación ambiental. Una educación
basada en valores ambientales aplicables a cualquier actitud social y cuyo
objetivo es el de formar la capacidad de observación crítica y juicio de
valor teniendo en cuenta la protección y gestión sostenible de nuestro entorno.
Ambientum
22 de Octubre del 2019
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