Según encuestas de Aula Abierta, de 21 casas de estudios superiores del país, más del 90% de los docentes que cuentan con ingresos adicionales afirmó que no pueden prescindir de sus actividades económicas extras.
Según encuestas de Aula Abierta, de 21 casas de estudios superiores del país, más del 90% de los docentes que cuentan con ingresos adicionales afirmó que no pueden prescindir de sus actividades económicas extras.
Ayer miércoles 23, la Ministra de Educación Universitaria, informó ante el Consejo Nacional de Universidades, que el martes 22, fue presentado a la Inspectoria del Trabajo
El Vicerrectorado Académico de la ilustre Universidad de Los Andes, su cuerpo directivo, personal Administrativo, Técnico y Obrero, expresan su sentimiento de FELICITACIONES
La historia es cosa viva. La historia no es un programa, ni metafísico, ni científico, y mucho menos, ideológico. La historia no está causalmente determinada pues se reproduce a sí misma de modo interactivo (Las causas no existen, escribió Hannah Arendt). La historia, en fin, esta hecha por seres imprevisibles, como todos nosotros, los humanos. Por eso la historia nos sorprende cada día. Nunca el mañana sera la repetición del hoy, ni en nuestra vida ni en la del universo. En un momento todo puede cambiar y de hecho, en la guerra invasora desatada por Putin en contra de Ucrania, todo ha cambiado en un par de días.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este domingo convocar una sesión de emergencia de la Asamblea General de Naciones Unidas para votar una resolución en condena a la invasión armada emprendida por Rusia en contra de Ucrania.
El
orden global, tal y como lo conocemos, está en vilo.
En
la madrugada del jueves, Rusia lanzó una invasión masiva contra Ucrania, en una
escalada de agresiones militares que no se veían en el mundo desde 1945.
Cuando los tanques y los misiles de Rusia cruzaron hacia suelo ucraniano, mientras Naciones Unidas imploraba a Putin no iniciar el ataque, los principios del derecho y las relaciones internacionales que costaron dos guerras mundiales e innumerables vidas parecieron echados por tierra.
Se calcula que entre los años 1932 y 1933, entre 1,5 y 4 millones de personas murieron de hambre y enfermedades derivadas en la antigua República Socialista Soviética de Ucrania. La cifra se eleva a 12 millones si se suman otras regiones de la URSS afectadas.
Solo después de la anexión de Crimea en 2014, la OTAN rompió la cooperación con Rusia. Hasta entonces, los propios ucranianos estaban en gran medida en contra de la pertenencia a la alianza atlántica. Presentar a la OTAN como una amenaza para la seguridad de Rusia es una forma de hacer propaganda del Kremlin.