Los rohingya desplazados a finales de 2017, huyeron
principalmente a Bangladesh.
Más de 35.000 personas al día se vieron obligadas a huir
de sus hogares en 2018. Una cada dos segundos.
Estos datos han llevado la cifra de la población
desplazada en el mundo a un récord: ahora mismo hay alrededor de 71
millones en todo el mundo.
Un total de 26 millones de personas han huido a través de
las fronteras, 41 millones están desplazadas dentro de su mismo país de origen
y al menos 3,5 millones han solicitado asilo en un país diferente del suyo.
Son cifras de la agencia de la Naciones Unidas para los
refugiados (ACNUR).
¿Por qué tanta gente se ve obligada a dejar atrás a su
familia, amigos y vecindario?
Las guerras han contribuido claramente al aumento.
Los conflictos armados y la violencia, la
persecución y las violaciones de los derechos humanos están expulsando
cada vez a más hombres, mujeres y niños de sus hogares.
De hecho, el número de personas desplazadas se ha
duplicado en los últimos 10 años, según muestran las cifras del organismo.
Las devastadoras guerras en Irak y Siria han provocado
que muchas familias abandonen sus comunidades.
El conflicto en la República Democrática del Congo
(RDC), Yemen y Sudán del Sur, así como el flujo de refugiados rohingya de
Myanmar a Bangladesh, también han tenido un impacto significativo
.
En Latinoamérica, el caso de Venezuela es el
más extremo.
A causa de la crisis económica en el país, hasta tres
millones personas han huido de ese país en los últimos años.
Se estima que cada día unas 5.000 personas recogen sus
pertenencias y emprenden la salida deseosos de huir del colapso económico y la
crisis humanitaria que rondan a la nación petrolera.
La gran mayoría de venezolanos viaja a otras partes de
Sudamérica. Más de un millón han escogido a la vecina Colombia como su nuevo
hogar,
Y pese a estos datos, a nivel mundial la mayoría de los
desplazados no se convierten en refugiados.
Es cierto que gran parte del enfoque internacional se ha
centrado en las personas obligadas a huir cruzando las fronteras de
su propio país debido a conflictos o persecuciones, es decir, los
refugiados.
Sin embargo, la mayoría de los desplazados en todo el
mundo en realidad terminan viviendo en sus propios países.
Se hace referencia a estas personas, que han abandonado
sus hogares pero no su patria, como "personas desplazadas
internamente", o desplazados internos, en lugar de refugiados.
Los desplazados internos a menudo deciden no viajar muy
lejos, ya sea porque desean permanecer cerca de sus hogares y sus familias, o
porque no tienen el dinero necesario para cruzar las fronteras.
Pero muchas personas desplazadas internamente terminan
atrapadas en áreas de difícil acceso para las organizaciones de ayuda.
Eso pasa frecuentemente por ejemplo en las zonas de
conflicto, por lo que al final esas personas acaban confiando en sus propios
gobiernos para mantenerlas a salvo.
Sin embargo, esos gobiernos son a veces la razón de la
huida o, debido a la guerra, se han vuelto incapaces de proporcionar a sus
propios ciudadanos un lugar seguro donde quedarse.
"Eventos climáticos extremos"
Por esta razón, la ONU describe a los desplazados
internos como "los más vulnerables del mundo".
Colombia, Siria y la República Democrática del Congo
tienen el mayor número de desplazados internos.
Además, un número cada vez mayor de personas están
abandonando sus hogares debido a desastres naturales, principalmente
"eventos climáticos extremos", según el Centro de Monitoreo de
Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés).
Este organismo mantiene un registro solo de la población
mundial de desplazados internos.
Una persona puede ser un desplazado dentro de su propio
país, un refugiado si cruza las fronteras o un solicitante de asilo.
El siguiente grupo más grande de personas desplazadas
son los refugiados.
A finales de 2018, había 25,9 millones.
Aproximadamente la mitad de ellos eran niños.
Uno de cada cuatro refugiados es de Siria.
Solicitantes de asilo
El grupo más pequeño de personas desplazadas son los
solicitantes de asilo, aquellos que han pedido refugio en otro país pero cuyo
reclamo aún no ha sido respondido.
En 2018, hubo 3,5 millones.
Suponen menos de uno de cada 10 de las personas obligadas
a huir.
Los lugares en conflictos y con violencia son los que
registran mayores tasas de gente desplazada.
A finales de 2018, los sirios eran la mayor población
desplazada por la fuerza.
Sumando desplazados internos, refugiados y solicitantes
de asilo, hubo 13 millones de sirios expulsados de sus hogares.
También Colombia
Los colombianos fueron el segundo grupo más grande,
con 8 millones de desplazados por la fuerza según las cifras del ACNUR.
Les siguen en número los 5,4 millones de congoleños que
también se vieron obligados a abandonar sus casas.
Las guerras civiles, entre grupos armados o por el
control de zonas o regiones fuerzan a los civiles a marcharse.
Si solo observamos las cifras del año pasado, 13,6
millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, nuevamente
debido principalmente a conflictos armados.
Esta cifra equivale a toda la población de Mumbai, la
ciudad más poblada de la India.
De los desplazados solo en 2018, 10,8 millones terminaron
buscando otro lugar al que marcharse dentro de sus países de origen.
En cifras totales del año pasado son cuatro de cada
cinco personas.
Otros 2,8 millones de personas buscaron seguridad en el
extranjero como refugiados o nuevos solicitantes de asilo.
Solo 2,9 millones de personas que previamente habían
huido de sus hogares regresaron a sus áreas o
La nueva población más grande del mundo de desplazados
internos son etíopes.
Casi tres millones abandonaron sus hogares el año pasado,
muchos escapando de la violencia entre grupos étnicos.
El conflicto en la República Democrática del Congo
también obligó a 1,8 millones a huir pero al mismo tiempo a permanecer en su
país de origen en 2018.
Un campamento para desplazados venezolanos en Bogotá,
Colombia.
En la guerra en Siria, más de 1,6 millones de personas se
convirtieron en desplazados internos.
Venezuela, mayor solicitante de asilo
Los venezolanos encabezaron la lista de solicitantes de
asilo en el extranjero en 2018, con 341.800 nuevas solicitudes.
Eso es más de uno de cada cinco reclamos presentados
en total el año pasado.
La hiperinflación, la escasez de alimentos, la agitación
política, la violencia y la persecución han obligado a cientos de miles de
venezolanos a abandonar su tierra natal.
La mayoría se fue Colombia y Perú, mientras que otros se
mudaron a Brasil, Estados Unidos o España.
BBC
No podría comprar ni siquiera un par de zapatos para mi
hija
Annielis Ramírez
Huyó a Trinidad desde Venezuela
Solo el año pasado, más de 7.000 solicitaron asilo
en la vecina Trinidad y Tobago, a solo siete millas de la costa de Venezuela.
Annielis Ramirez, de 30 años, se encuentra entre los
miles de venezolanos que buscan una vida mejor en las islas.
"Toda mi familia está en Venezuela, tuve que venir a
trabajar y ayudarlos", dice.
"Ni siquiera podía comprar un par de zapatos para mi
hija. La realidad es que el salario mínimo no es suficiente allí".
"Ahora estoy aquí en Trinidad. No tengo trabajo.
Trato de vender empanadas. Lo más importante es que mi hija puede ir a la
escuela"
Quienes se ven expulsados de sus países de origen en su
mayoría permanecen cerca.
Según el ACNUR, casi el 70% de los refugiados del
mundo provienen de solo cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur,
Myanmar y Somalia.Y sus naciones vecinas albergan más.
La mayoría de los sirios han escapado a Turquía.Y más de la mitad de los refugiados afganos se encuentran
en Pakistán.
Muchos sudaneses del sur van a las cercanas Sudán o
Uganda. Los de Myanmar, que en su mayoría son los refugiados rohingya
desplazados a finales de 2017, huyeron principalmente a Bangladesh.
Alemania, que no limita con ninguno de los países
que registraron más salidas, alberga a más de medio millón de refugiados sirios
y 190.000 afganos como resultado de su "cultura de bienvenida" establecida
en 2015.
Desde entonces, el país ha endurecido los requisitos para
los refugiados
.
Un tercio de la población mundial de refugiados vive en
los países menos desarrollados del mundo.
Al evaluar la carga que recae sobre los países de
acogida, Líbano tiene el mayor número de refugiados en relación con
su población.
Una de cada seis personas que viven en el país es un
refugiado, la gran mayoría llegada del otro lado de la frontera con Siria.
El éxodo de Siria también ha visto crecer el número de
refugiados en la vecina Jordania, lo que ha puesto presión en los recursos.
Según la ONU, alrededor del 85% de los sirios actualmente
asentados en Jordania viven por debajo del umbral de pobreza.
En general, un tercio de la población mundial de
refugiados (6,7 millones de personas) vive en los países menos
desarrollados del mundo.
Muchos van a vivir a campamentos temporales masivos
Un gran número de personas expulsadas de sus países de
origen terminan en abarrotadas y estrechas ciudades hechas de tiendas de
campaña que surgen en lugares de necesidad.
La ciudad más grande de este tipo en todo el mundo se
encuentra en Cox's Bazar, Bangladesh, donde ahora viven medio millón de
rohingyas, huyendo de la violencia en la vecina Myanmar.
El segundo más grande es Bidi Bidi en el norte de
Uganda, hogar de un cuarto de millón de personas.
Al campamento han llegado muchos sudaneses del sur
huyendo de la guerra civil que asola su país a solo unas pocas horas al norte.
Noviembre de 2016
Mayo de 2016
Bidi Bidi, fue originalmente un pequeño pueblo.
Desde 2016 ha ido creciendo y ahora cubre 250 kilómetros
cuadrados, un tercio del tamaño de la ciudad de Nueva York.
Pero lo que hace que Bidi Bidi sea diferente de la
mayoría de los otros campamentos de refugiados, es que sus residentes tienen
libertad de movimiento y para trabajar, además de acceso a educación y atención
médica.
BBC
Realmente puedo decir que Uganda es en este momento
nuestro hogar.
Herbat Wani
Refugiado de Sudán del Sur
El gobierno de Uganda, reconocido por su generoso enfoque
hacia los refugiados, también proporciona a los residentes de Bidi Bidi
parcelas de tierra, para que puedan cultivar y construir refugios.
Esto les permite ser económicamente autosuficientes.
Las autoridades del campamento también tienen como
objetivo construir escuelas, centros de salud y otras infraestructuras con
materiales más resistentes, con el objetivo final de crear una ciudad que
funcione.
Entre los que viven en Bidi Bidi están Herbat Wani, un
refugiado de Sudán del Sur, y Lucy, una ugandesa, que se casaron el año pasado.
Herbat agradece la bienvenida que recibió en Uganda desde
que huyó de la violencia en su país de origen.
"En el momento en que llegas, estás al límite,
todavía estás asustado, pero hay personas que te dan la bienvenida, y fue
realmente increíble", dice.
"Puedo decir que Uganda en este momento es
nuestro hogar".Herbat Wani encontró el amor en el campamento de
refugiados de Bidi Bidi Lucy dice que no ve a Herbat como un refugiado.
"Es un ser humano, como yo", dice ella.
Sin embargo, a pesar de los mejores esfuerzos de las
autoridades, aún quedan varios desafíos en Bidi Bidi.
El último informe del ACNUR señala que hay suministros
inadecuados de alimentos y agua.
Además las instalaciones de salud siguen estando
localizadas en tiendas de lona y no hay suficientes alojamientos o
escuelas para las familias numerosas que llegan.
El número de desplazados podría aumentar
Junto con los conflictos y la violencia, la persecución y
las violaciones de los derechos humanos, los desastres naturales se están
convirtiendo cada vez más en una de las causas que obliga a las personas a
abandonar sus hogares.
Al observar los datos solo de los desplazados internos,
recopilados por separado por el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno
(IDMC), los desastres naturales causaron la mayoría de los nuevos casos de
desplazamiento interno el año pasado, superando al conflicto armado como
la razón principal por la que las personas huyen.
La agricultura, la desforestación y otras prácticas sobre
la tierra son responsables de cerca del 25% de las emisiones de gases de
invernadero relacionadas con la acción humana.
Además de los 10,8 millones de desplazados internos por
conflictos el año pasado, hubo 17,2 millones de personas que se vieron
obligadas a abandonar sus hogares debido a desastres, principalmente
"eventos climáticos extremos" como tormentas e inundaciones, dice el
IDMC.
El IDMC espera que el número de personas desarraigadas
debido a desastres naturales aumente a 22 millones este año, según los
datos del primer semestre de 2019.
El desplazamiento masivo por fenómenos meteorológicos
extremos se está "convirtiendo en la norma", dice su informe, y la
directora del IDMC, Alexandra Bilak, instó a los líderes mundiales a invertir
más en formas de mitigar los efectos del cambio climático.
Los ciclones tropicales y las inundaciones derivadas del
fenómeno del monzón obligaron a muchos en India y Bangladesh a abandonar sus
hogares a principios de este año.
Mientras que el ciclón Idai causó estragos en el sur
de África, matando a más de 1.000 personas y desarraigando a millones en Mozambique,
Zimbabwe y Malawi.
Idai fue "uno de los desastres más mortales
relacionados con el clima que golpeó el hemisferio sur", dijo la
Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Este año ha llovido menos que otros años. Así que
conseguir cultivar ha sido mucho más difícil.
Phan Thi Hang Granjero de Vietnam
Aunque vincular cualquier evento individual al
calentamiento global es complicado, se espera que el cambio climático aumente
la frecuencia de tales eventos climáticos extremos.
La OMM advierte que los impactos físicos y financieros
del calentamiento global ya están aumentando.
Phan Thi Hang, un agricultor en la provincia de Ben Tre
en Vietnam, le dijo a la BBC que el clima cambiante de su país ya ha
tenido un "gran impacto" en los cultivos de arroz.
"Este año ha llovido menos que otros años",
dice. "Así que conseguir cultivar ha sido mucho más difícil".
"Ahora solo podemos recoger dos cosechas en lugar de
tres cada año, y el éxito de estas dos ni siquiera es algo seguro".
Papa, frijol, yuca y plátano son algunos de los cultivos
vulnerables al calentamiento global y es urgente desarrollar variedades tolerantes
a sequías.
Dice que él y sus compañeros agricultores ahora tienen
que emplearse en otros trabajos o diversificar su actividad para criar ganado y
ganar dinero extra. Otros decidieron dejar el campo para ir a la ciudad.
Al igual que los compañeros agricultores de Phan, muchos
desplazados internos se dirigen a las ciudades en busca de seguridad
frente a eventos relacionados con el clima, así como a mejores vidas.
Pero muchas de las áreas urbanas del mundo pueden no
ofrecer a las personas el santuario que buscan.
Las personas desplazadas en las ciudades a menudo
terminan buscando refugio en edificios inacabados o abandonados y les falta
alimentos, agua y servicios básicos.
Esto los hace vulnerables a enfermedades, dice el IDMC.
También son difíciles de identificar y rastrear.
Además de esto, algunas de las ciudades más grandes del
mundo también están en riesgo por el aumento de las temperaturas globales.
Casi todas las ciudades (95%) que enfrentan riesgos
climáticos extremos se encuentran en África o Asia, según un informe de los
analistas de riesgos Verisk Maplecroft.
Y son las ciudades de más rápido crecimiento las
que están en mayor riesgo, incluidas las megaciudades como Lagos en
Nigeria y Kinshasa en la República Democrática del Congo.
Unas 84 de las 100 ciudades de más rápido crecimiento en
el mundo enfrentan riesgos "extremos" por el aumento de las
temperaturas y el clima extremo provocado por el cambio climático.
Esto significa que aquellos que huyen a las áreas urbanas
para escapar del impacto de un mundo en calentamiento pueden terminar afectados
nuevamente por los efectos del aumento de las temperaturas.
BBC news Mundo
04 de de noviembre del 2019
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