La desigualdad social de Venezuela se ha agudizado hasta
convertirla en un país dual donde coexisten dos realidades contrastantes. Una
se caracteriza por la proliferación de emprendimientos especializados en
delicateses orientadas a satisfacer las necesidades de una minoría de
privilegiados, que tienen la capacidad de compra para pagarlas. Con esta
realidad coexiste otra, que involucra al 80% de la población, con una capacidad
de compra menguada que le impide satisfacer sus necesidades
básicas.
Como profesor jubilado, la gastronomía y la cocina se han
convertido en un pasatiempo que ocupa parte de mi tiempo, aún en época de
crisis. En este contexto escucho desde hace tiempo un programa de gastronomía
que se transmite por Unión Radio los fines de semana. Buena parte de las
ediciones del programa citado se focalizan en la entrevista a emprendedores en
el área de la gastronomía que desarrollan sus actividades en la ciudad capital
o en el interior del país.
En una de las ediciones más recientes del programa
mencionado se entrevistó a un emprendedor cuya actividad se focalizaba en la
elaboración de hamburguesas gourmet. Me llamó la atención que una de las
hamburguesas que se incluía en el menú era una con queso azul
Otro de los emprendedores entrevistados era un
profesional especializado en el arte del corte de jamones de pierna curados,
que llamamos también serranos. Es necesario acotar que a pesar de la crisis
sobrevive al menos una empresa de calidad reconocida productora de piernas de
jamón serrano. En la entrevista mencionada, el conductor del programa señaló
que en épocas previas se acostumbraba traer de España a profesionales
especializados en el corte de piernas de jamón a fin de realizar su tarea en
fiestas familiares o de empresas. En la actualidad no es necesario hacer esto
pues existen en el país profesionales especializados como el entrevistado. El
emprendedor mencionado manifestó que normalmente cuando lo llaman para una
reunión a practicar su arte, él lleva la pieza de jamón, pero puede darse el
caso de que la persona pague el servicio del corte solamente.
En otro programa del mismo canal, especializado en
tecnología, entrevistaron a un emprendedor que elaboraba ensaladas gourmet, las
cuales ofrecía a través de los medios digitales ahora en boga y que pueden
solicitarse a través de los mismos medios. Ellos garantizan que la ensalada
llega en tiempo récord y en una estado de frescura como si estuviera recién
elaborada. El conductor del programa señaló que él había solicitado una y esta
llegó en media hora, en condiciones de frescura que lo impresionaron. Algunas
de estas ensaladas van acompañadas de quesos madurados como parmigiano reggiano
y otras delicateses similares.
La gran mayoría de los emprendimientos señalados se
concentran en Caracas obedeciendo a un fenómeno de reciente data donde la
capital es la que protagoniza el grueso de estos eventos. A pesar de ello en
Maracay pueden encontrarse algunos de estos productos sin mayor esfuerzo.
En la charcutería donde suelo hacer mis compras me
sorprendió ver una pierna de jamón serrano, de una marca de reconocida calidad,
que en los buenos tiempos consumía con regularidad. Actualmente es un producto
prohibitivo para un profesor universitario, ya que su precio asciende a 800.000
Bs el kilo, equivalente al sueldo de un mes de un profesor con categoría de
titular.
Además de los emprendimientos citados existen otros en el
área de las delicateses, la mayoría de ellos concentrados en la capital y que
proliferan cada día mas. El economista Asdrúbal Oliveros, de la firma
consultora Ecoanalítica, señaló en unas declaraciones recientes que la apertura
de nuevos bodegones especializados en exquisiteces es una de las cosas que
llama la atención en la actualidad. Según Oliveros estos bodegones se orientan
a satisfacer las necesidades de un 20% de la población que tienen la capacidad
de compra para pagar el precio de estas exquisiteces (Noticiero Digital.
2019).
La desigualdad social se ha agudizado en Venezuela hasta
convertirse en un país dual donde coexisten dos realidades contrastantes. Por
un lado observamos la proliferación de emprendimientos especializados en
delicateses, como los que hemos descrito, orientados a satisfacer las
necesidades de un grupo minoritario con capacidad de compra para pagar las mismas.
Esta realidad coexiste con otra que involucra al 80% de la población con una
capacidad de compra menguada que no le permite satisfacer sus necesidades
básicas, llegando al extremo en algunos casos, de verse obligados a hurgar en
la basura en procura de los alimentos que requieren. Además de ello deben
enfrentar la crisis de los servicios públicos lo que hace más precaria su
situación, en particular en el interior del país.
España y Ponce (2018) constataron esta situación en un
trabajo publicado en Prodavinci. Es necesario destacar que Pedro Luis España
dirige desde hace tiempo el laboratorio de pobreza de la Universidad Católica
Andrés Bello, centro reconocido por su experticia en esta materia y que forma
parte de las organizaciones universitarias que llevan a cabo la Encuesta de
Condiciones de Vida (ENCOVI). El trabajo citado se focaliza en el
análisis de la desigualdad social en Venezuela en el periodo reciente. En el
mismo los autores señalados constatan que la desigualdad social en nuestro país
se ha agudizado hasta convertirse en un país dual donde coexisten las dos
realidades contrastantes que hemos expuesto en párrafos anteriores.
Referencias
España, P. L. y Ponce, M. G. 2018. Venezuela es el país
más desigual del continente ¿Que pasará con la desigualdad social después del
17A?. Prodavinci, 22, 08, 2019.
Noticiero Digital. 2019.Asdrúbal Oliveros: tenemos un
terrible sistema de desigualdad que cada vez se profundiza más. 16 de
octubre.
Profesor UCV
Digalo Ahi Digital
08 de Noviembre del 2019
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