"Estamos muy afectados como víctimas. ¿Cómo puede
obtener el premio Nobel alguien que defiende a los criminales y, sobre todo, a
quienes cometieron el genocidio?", dicen las 'Madres de Srebrenica'.
Peter Handke, Premio Nobel 2019 de Literatura, posa en
Chaville, a las afueras de París. ALAIN JOCARD AFP- El solitario irritante
Polémica. Handke renuncia al dinero del premio Ibsen
por su postura en la guerra de los Balcanes
Galardonado. Peter Handke y Olga Tokarczuk ganan el
doble Premio Nobel de Literatura
Entrevista. "El proyecto de Cataluña da
miedo"
Balcanes.
Una herida abierta al costado de Europa
La principal asociación de víctimas del genocidio en la
ciudad bosnia de Srebrenica en 1995 ha anunciado hoy que pedirá la retirada
del Nobel de Literatura a Peter Handke, al acusarle de defender
a responsables de crímenes de guerra.
Munira Subasic, presidenta de la asociación Madres
de Srebrenica, declaró al portal bosnio Klix que la petición será cursada
al Comité Nobel.
"El hombre que defendía a los carniceros balcánicos
no puede obtener ese premio", declaró Subasic.
"Estamos muy afectados como víctimas. ¿Cómo puede
obtener el premio Nobel alguien que defiende a los criminales y, sobre todo, a
quienes cometieron el genocidio?", dijo.
En Srebrenica milicias serbobosnias asesinaron en 1995 a
8.000 hombres musulmanes durante la guerra en Bosnia, un acto que la Justicia
internacional ha calificado de genocidio.
La posición proserbia de Handke ha reabierto viejas
heridas en los Balcanes occidentales, un territorio todavía traumatizado
por las consecuencias de las guerras de desintegración de la antigua
Yugoslavia.
Para unos, Handke es un apologeta de los crímenes
cometidos en nombre del nacionalismo serbio, mientras que para otros es un
intelectual que se atrevió a luchar contra la demonización de los serbios
como causantes de todos los males de las guerras en la antigua Yugoslavia.
Sefik Dzaferovic, miembro musulmán de la Presidencia
tripartita bosnia, también consideró una vergüenza premiar a Handke, al que
calificó de un admirador del autoritario ex presidente serbio Slobodan
Milosevic (1941-2006).
"Es vergonzoso que el Comité Nobel pase por alto el
hecho de que Handke justificase y defendiese a Slobodan Milosevic y sus
ejecutores Radovan Karadzic y Ratko Mladic quienes fueron
condenados por los crímenes de guerra más graves, incluido el genocidio",
dijo Dzaferovic.
También el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, ha
criticado la concesión del premio a Handke.
"El genocidio en Bosnia-Herzegovina tuvo un autor.
Handke optó por apoyar y defender a esos autores. La decisión acerca del Premio
Nobel ha traído inmensa pena a las innumerables víctimas", escribió Thaci
en Twitter.
El primer ministro de Albania, Edi Rama, escribió en
la misma red social: "Nunca pensé que sentiría ganas de vomitar por
un premio Nobel, pero la desvergüenza se está convirtiendo en parte normal del
mundo en el que vivimos".
"¡NO, no podemos ser tan insensibles con el racismo
y el genocidio!", agregó el jefe de Gobierno.
"ALEGRIA EN SERBIA"
Numerosos intelectuales de Bosnia, Kosovo y Albania han
criticado la decisión calificando a Handke de apologeta y negacionista de
los crímenes cometidos en nombre del nacionalismo serbio.
En la plataforma de peticiones en internet Change.org se
han recabado ya unas 12.000 firmas para exigir la retirada del Nobel a Handke
por ser admirador de Milosevic, el "carnicero de los Balcanes".
En Serbia, donde Handke es ampliamente reconocido y
galardonado, el premio ha sido recibido con alegría.
El ministro de Cultura, Vladan Vukosavljevic, destacó que
el escritor estuvo con "el pueblo serbio" en sus momentos más
difíciles.
El cineasta serbio Emir Kusturica también
celebró el premio y dijo que la "lucha política (de Handke) ha sido la
continuación de su literatura".
Desde que publicara en 1996 Un viaje de invierno a
los ríos Danubio, Sava, Morava y Drina, o justicia para Serbia la polémica
por sus posiciones políticas lo han acompañado siempre.
Los críticos han considerado esa crónica de su viaje a
los Balcanes un panfleto proserbio y algunos sostienen que llega a poner en
cuestión el genocidio de Srebrenica.
Handke negó que cuestionara o minimizara esa matanza y
dijo que pretendía solo matizar la maniquea imagen ofrecida en la prensa
internacional de que los serbios eran "malvados" y los
bosniomusulmanes "buenos".
Durante los bombardeos de la OTAN en 1999 contra la
entonces Yugoslavia -justificados por los excesos en Kosovo- Handke
aseguró que la Alianza pretendía crear "un nuevo Auschwitz", en
referencia al Holocausto desarrollado por la Alemania nazi. Handke después se
disculpó por usar esa expresión.
La polémica creció años después con su defensa del
autoritario Milosevic, a quien incluso visitó en su cárcel de La Haya en 2004 cuando
era juzgado como criminal de guerra y en cuyo entierro tomó la palabra en 2006.
Destacados intelectuales austríacos como la nobel Elfriede
Jelinek y el escritor Robert Menasse, defendieron el derecho a la disidencia de
Handke y criticaron como censura los intentos de acallarlo.
Para otros, como la fallecida escritora
estadounidense Susan Sontag, que estuvo en Sarajevo durante el asedio
serbobosnio, o el italiano Claudio Magris, la posición de Handke
minimizaba el ultranacionalismo serbio y sus acciones agresivas.
El Mundo
15 de Octubre del 2019
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