'El jardinero de Ochákov', de Andrei Kurkov, plantea un
viaje en el tiempo a la Ucrania de 1956, el año en el que el camino a la
libertad fue posible.
Andrei Kurkov, autor de 'El jardinero de Ochákov'.
Andrei Kurkov cuenta un chiste: «Llegan al infierno
Reagan, Mitterrand y Putin. Les están enseñando las oficinas y ven un teléfono
en una mesa. Reagan pregunta: '¿Puedo llamar a casa?'. Y le contestan: 'Claro.
Pero la tarifa es cara: 1.000 dólares el minuto'. Y después va Mitterrand:
'¿Y yo, puedo llamar a casa?'. 'Sí. 1.000 dólares el minuto'. Y luego Putin, lo
mismo. Y le dice el demonio: 'Sí. Pero su tarifa es un céntimo por minuto. Lo
suyo es una llamada local».
Kurkov, novelista ucraniano, tiene una larga historia con
los chistes. «Llegué a tener 3.000 anotados. Ni sabía cuáles había inventado yo
y cuáles no. Me aficioné a los chistes por mi hermano que era un disidente, un
rebelde. Yo lo acompañanba en las reuniones con sus amigos y los veía contar
chistes. Su manera de ir contra la dictadura era el humor».
El humor es un asunto en las novelas de Andrei Kurkov. Lo
era en Muerte con pingüino, el libro con el que muchos lectores españoles
descubrieron a Kurkov, y lo es El jardinero de Ochákov, la novela que
ahora rescata Blackie Books.
Sin embargo, ese humor no está basado en los
chistes sino en una perplejidad tierna y dulce y un poco absurda. Nada
tiene mucho sentido pero los personajes se apañan con lo que les viene y tratan
de ser felices.
Un poco de información: en El jardinero de Ochákov tenemos
a un chico que no es tan chico (ha cumplido 30) pero aún vive con su madre en
un suburbio de Kiev. La madre contrata a un jardinero para que le arregle el
patio y se hace amigo suyo. Le pregunta al jardinero por un tatuaje medio
desdibujado que tiene y le dice que nunca ha sabido quién se lo hizo ni qué
significa. Se ponen en la pista y viajan a un pueblo en el Mar Negro. Van
a una fiesta, se disfraza de militar soviético y resulta que el disfraz es mágico
y que lo lleva hasta 1956. Aparece la mafia, alguien se enamora de alguien...
Ese tipo de cosas.
«1956 fue el mejor año de la historia de la URSS.
Empezó
la desestalinización de Jrushchov, pusimos el Sputnik en órbita... Había
un clima de optimismo que sólo duró un rato, hasta que empezó la Primavera de
Praga», explica Kurkov.
«El viaje en el tiempo lo empleo para los lectores
jóvenes. Mire, yo este libro lo escribí cuando descubrí que la política
educativa en Ucrania consitía en contar que la Unión Soviética fue algo ajeno
que fue impuesto a los ucranianos, que nosotros no tuvimos nada que ver. Hubo
páginas muy oscuras en la historia soviética de Ucrania: las hambrunas, las
deportaciones, la represión a los poetas en lengua ucraniana... Eso la gente lo
sabe. Lo que no sabe es el papel de los comunistas ucranianos en ese
drama. Tres secretarios del PCUS eran ucranianos y hubo millones de
comunistas ucranianos fieles».
Y continúa: «Para los lectores jóvenes, es una novela de
aventuras. Para los viejos, es un relato evocador".
16 de Octubre del 2019
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