Donald Trump conoce el funcionamiento de los
mercados, es un empresario de larga data. Ahí consiguió la información para sus
negocios, los suplidores, compradores y el financiamiento. Hoy como político y
presidente de EEUU también los utiliza. Sabe del poder de la información en la
toma de decisiones, locales y globales.
Luego del mensaje del plesbicito del #16Jul, donde
7,5 millones de venezolanos le dijeron NO a la única voluntad de Nicolás Maduro
de instalar una constituyente cubana, al menos una docena de jefes de estado le
manifestaron a Maduro que oyera la voluntad mayoritaria del pueblo y retirara
la iniciativa.
Ese lunes, Trump, luego del comunicado de la
cancillería de su gobierno, declaró desde su oficina presidencial “Ayer,
el pueblo venezolano volvió a aclarar que representan la democracia, la
libertad y el estado de derecho. Sin embargo, sus fuertes y valientes acciones
siguen siendo ignoradas por un mal líder que sueña con convertirse en un
dictador”
Y prosiguió “Estados Unidos no se quedará parado mientras
Venezuela se desmorona. Si el régimen de Maduro impone su Asamblea
Constituyente el 30 de julio, los Estados Unidos tomarán fuertes y rápidas
sanciones económicas”
Trump puso a Maduro en un Catch 22
La frase “Catch 22” fue introducida por el novelista
estadounidense Joseph Heller en uno de sus libros con el mismo título. La frase
define una paradoja de lógica que surge de una situación donde un individuo
necesita algo que solo puede obtener al no estar en la situación en cual se
encuentra. Por ejemplo aquel que si no trabaja no obtendrá dinero para comer,
pero si no come no tendrá fuerzas para trabajar.
Se usa para señalar situaciones donde la persona
tiene conocimiento de ser en el momento o en el futuro, una víctima sin el
control para evitar que suceda
La trampa del Catch 22 se refleja en el dilema que
sufre Maduro: Al exigirle Trump que retire la constituyente o lo sanciona, mete
a Maduro en la trampa. Si la retira queda como un cobarde ante Trump, pero como
un demócrata que obedeció el mandato de 7,5 millones de venezolanos, dándole
oxígeno a que termine su gobierno mediante elecciones. Si no la retira, queda
como un “un mal líder que sueña con convertirse en un dictador”, perdiendo aún
más apoyos internos, alentando a la oposición, y promoviendo futuras
sanciones que ahora si estarán justificadas globalmente.
Trump también le habló a sus mercados
Como conocedor de los mercados, políticos y
económicos, el anuncio de Trump buscó dejar satisfecho a su mercado político
interno, a demócratas y republicanos sobre la causa venezolana. Y lo viene
logrando. Se garantiza así el soporte legislativo y popular de las acciones que
su equipo asesor le diseñe.
Y a los mercados económicos les lanzó una amenaza
creíble, que podría tomar “fuertes y rápidas sanciones económicas”.
Con eso es suficiente para que bancos de inversión, fondos de inversión,
contratistas petroleros, y una larga lista de etcéteras lo piensen dos veces
antes de verse tentados a obtener las fabulosas ganancias que la mafia en el
poder les ofrece a cambio de sus servicios. Las sanciones a Irán y Rusia y el
daño moral que ha sufrido Goldman están muy frescos. Sobre todo porque Trump no
dijo a quiénes sancionaría.
Maduro no contestó y Moncada se apresuró
Ayer, en una cadena nacional pregrabada y difundida
en diferido, Maduro estuvo dándole vueltas al asunto, sin tocar el núcleo. Se
limitó a señalar de “extraño” al comunicado de EE.UU., a apelar al patrioterismo
cuatriboleao, a decir que (por enésima vez) que revisaría
“integralmente” las relaciones con EEUU y que el Consejo de Defensa Nacional
quedaba activado de manera permanente ante las amenazas.
Previamente, el canciller Samuel Moncada,
transmutado en vidente, declaró luego de leer un
comunicado de Cancillería que repudiaba
la declaración del presidente Donald Trump, y denunció que ese país “Ya no está amenazando a individuos,
está amenazando al pueblo con sanciones económicas generales”.
Echaba así al traste la retórica oficialista
reconociendo que las sanciones hasta ahora habían sido contra individuos, y no
contra el país como lo afirmaban. Pero adivinando el futuro habló de “sanciones
económicas generales”, algo que no sucederá.
Vean porqué
Las sanciones nos las impuso la mafia inepta y
ladrona
Sancionar implica una pena, un castigo, una
restricción, una pérdida. Y todas ellas se las ha inflingido la mafia en el
poder al pueblo venezolano. Lo han hecho en muchos sectores, pero utilicemos
como ejemplo el petrolero y su empresa estatal Pdvsa.
Hoy Pdvsa es una empresa en la ruta a la quiebra.
Endeudada, sin crédito financiero ni comercial, sin capital humano, sin
inversiones, con los activos sin mantenimiento, sus reservas a la baja, y
manejada por una mafia inepta y corrupta.
Sólo en
los últimos 30 meses el país ha dejado de percibir 9 mil millones de dólarespor caída en la producción petrolera. Pdvsa debe cancelar de hoy a
diciembre más de 4.000 millones de dólares, que no los tiene, y que
posiblemente la lleve a dar un default financiero, uno más, ya que ha hecho
muchos default a proveedores comerciales.
La producción petrolera de Venezuela cae
sostenidamente desde el año 2004
En el año 1960 el país produjo 186 barriles de
petróleo por habitante, ya en el año 1998 produjo 53 barriles por habitante, y
en manos de la mafia, en el año 2015 apenas 27 barriles de petróleo por
habitante.
Después de malbaratar el súper boom de precios
petroleros -que duró una década- en un festín de proyectos inconclusos,
subsidio y corrupción, la industria petrolera nacional está agotada y sin
aliento.
Veamos cómo nos ha ido con Estados Unidos
En el año 2004, ya con una Pdvsa roja rojita, se
exportó un total promedio de 1,55 MMBD de petróleo y productos derivados a los
mercados de EEUU. Para el año 2016, esa cantidad se había desplomado a 796 MBD
de petróleo y productos derivados.
A su vez, las importaciones de petróleo y productos
derivados desde Estado Unidos comenzaron a aumentar intensamente. Incapaz de
producir localmente crudos livianos y medianos en la cantidad requerida y por
el pésimo estado de las refinarías locales que se encuentran trabajando a un
35% de su capacidad instalada, esas importaciones que fueron en promedio de 7
MBD en el año 2004, se elevaron a 75MBD en el año 2016. Sólo en combustible
diesel, se imortaron 30 MBD en el mes de abril de 2017.
¿Para qué aplicar sanciones, como no comprarle
crudo a una empresa en la vía a la ruina sin que cause grandes daños
colaterales adicionales a la población venezolana? ¿A una empresa que sus
propios administradores están quebrando?
No lo harán.
Por donde vienen las sanciones es sobre las
acciones de venezolanos que si le causan grandes daños a la población
estadounidense, como el tráfico de drogas, la corrupción y el lavado de dinero
sucio, entre otras.
Esas van contra los individuos, que han sido pocos
hasta ahora. Con Trump, que si conoce los mercados, se incrementarán y mucho. Y
los mercados lo apoyarán.
En fin, la mafia roja rojita se chacumbelizó
Por David Morán Bohórquez @morandavid
Jul 19, 2017 5:39 pm
Venezolanos buscan algo para comer en la basura
/ AFP PHOTO / Federico PARRA
/ AFP PHOTO / Federico PARRA
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