Se marcha en pocos días el 2019 cerrando un ciclo de 20
años que deja un país sumido en una emergencia humanitaria profunda y compleja,
un proceso que abarca todos los órdenes de la vida de los venezolanos y que ha
sido capaz de impactar al resto del continente latinoamericano.
Luego de lidiar por tanto tiempo con las mismas
calamidades, de escuchar una y otra vez las historias de inenarrable dolor por
el cual atraviesan las familias venezolana, presenciar todas las limitaciones
existenciales que padecen quienes habitan hasta en las capitales más
importantes del país como Maracaibo, sin agua, sin luz, sin comida, sin
gasolina, sin transporte colectivo el riesgo es que todo pase a formar parte
del “decorado”, que surja una habituación en la que el ciudadano se adapte por
la fuerza a las condiciones abyectas a los que los ha reducido la yunta
cubano-venezolana, enceguecida por su obsesión de apropiarse para siempre de
esta tierra y sus riquezas.
Sin embargo, en esta Venezuela adolorida y devastada,
donde lo que fueron grandes empresas, públicas y privadas, producto de la
inversión y de años de esfuerzos de generaciones de venezolanos, no hay asomo
de rendición. Cada jornada nos convence de que este es un país hecho de héroes.
Así lo vemos: desde las humildes madres que luchan todos
los días por garantizarle la alimentación, la salud y la educación a su hijos,
hasta el empresario que debe enfrentar la escasez y el encarecimiento
exorbitante de los insumos, mantener su personal y no ceder ante el asedio del
hampa, la común y la institucionalizada. Desde los maestros y profesores con
salarios de hambre hasta los médicos que atienden a sus pacientes en un entorno
de escasez de instrumental, ayuda tecnológica y medicamentos y hasta sin
desinfectantes para las instalaciones hospitalarias.
Desde los trabajadores que ven las industrias básicas del
petróleo, el hierro y el aluminio reducidas a escombros hasta los periodistas
que viven un verdadero apartheid en el cual se les estigmatiza, persigue
judicialmente y se les pone toda clase de obstrucciones a su labor informativa.
Todos entregan día tras día una valiosísima cuota de
sacrificio en la cruzada colectiva de impedir que Venezuela se hunda en un
abismo sin regreso y quede convertida en un país inviable por un período incierto.
Todos aspiran no a otra cosa que vivir en un país donde haya normalidad, donde
las familias puedan satisfacer sus necesidades fundamentales y prosperar en un
territorio donde reine la paz y la convivencia.
A estas alturas, más del 80 por ciento de los venezolanos
tenemos claro cuál es el obstáculo que nos separa de la recuperación de
Venezuela: un grupete de civiles y militares que no sólo implantaron el modelo
que ha llevado al país a la ruina y degradaron todo el quehacer político,
económico e institucional, sino que hicieron de la corrupción su modus vivendi
y la incrementaron exponencialmente, sin paralelos regionales.
El 2020 marcará el último año del presente período
legislativo de la Asamblea Nacional, único poder legítimo y que por eso mismo padece
el cerco oficialista en lo político, lo judicial y lo económico. Es la tabla a
la que se ha aferrado en su lucha la sociedad democrática con el apoyo de los
países más importantes del mundo. En esta etapa final del año la dictadura
arrecia sus embates contra la AN y su presidente Juan Guaidó. Enorme la
responsabilidad histórica que descansa sobre los hombros de esa dirigencia que
debe hablarle con claridad a la gran mayoría que la respalda sobre la ruta que
seguirá durante el año que está por comenzar.
La primera meta es obvia: garantizar la reelección de
Guaidó en la presidencia de la AN y en la presidencia interina de la república.
Y la otra mantener la AN bajo el control de la mayoría opositora cuando se
realice el proceso electoral que pauta la Constitución Nacional. Sin parpadeos
ni vacilaciones.
Esas son las importantes victorias que forzosamente debe
conseguir el pueblo venezolano en su lucha contra la tiranía. Un liderazgo,
claro, firme y transparente que unifique más aún al pueblo y potencie su
capacidad de lucha para salir de la dictadura.
Tal cual digital
Digalo ahi digital
24 de Diciembre del 2019
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