Apreciado profesor Mires:
Leí con sumo interés su más reciente
artículo, titulado, La trampa antielectoral de Nicolás Maduro del pasado 4 de
agosto del presente año. Quien escribe es un asiduo lector de todos sus
escritos. La mayoría de las veces he estado de acuerdo por completo con su
análisis agudo y critico. Pero he de indicar, con el debido respeto y
consideración, que no comparto en lo absoluto la visión que usted tiene frente
a la decisión de algunos partidos de la MUD de participar en las venideras
elecciones regionales, programadas por el CNE para la primera semana del mes de
diciembre de 2017.
He de aclarar, ante todo, que no soy
abstencionista. Tampoco soy AntiMud. He participado en todos los procesos
electorales que hemos tenido en los últimos 20 años, en algunas ocasiones como
candidato, y en la mayoría de las veces como un simple elector. Siempre creí
que la vía electoral era el mejor camino para salir de este desastre de
gobierno que preside Nicolás Maduro. Siempre aposté por el camino de los votos
y no el camino de las balas. Al igual que la gran mayoría de los venezolanos,
me la jugué, ingenuamente, por encontrar una salida pacífica, democrática y constitucional
para poner fin al peor gobierno que hayamos tenido en los últimos 50 años. Pero
después de haber visto lo ocurrido el pasado 30 de julio de 2017, con el CNE
presidido por Tibisay Lucena y las restantes reptoras oficialistas, he
terminado por convencerme de que el camino electoral está cerrado. Aquí no hay
salida electoral con un CNE como el que tenemos.
Profesor Mires: usted alega en su
artículo, que en la Venezuela actual hay tres grupos muy bien diferenciados
dentro de la oposición: 1) los que creen que la vía electoral está enterrada;
2) los que estiman que la elecciones no se pueden llevar a cabo con Tibisay
Lucena y sus 40 ladrones dirigiendo el CNE, y 3) los que piensan que hay que
participar en los comicios regionales para no regalar a Maduro 23
gobernaciones. Debo decirle, con todo respeto, que yo no estoy dentro de uno de
esos grupos. Es mucho más que eso. Estoy dentro de DOS de los grupos, porque
soy de quienes cree que la vía electoral está rezada, veloriada, cremada,
enterrada y que con la tramposa de Lucena presidiendo el CNE, aquí no se puede
participar ni siquiera en una elección para una Junta de Condominios.
Voy a explicar mi posición, apreciado
profesor Mires, respondiendo las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué sentido tiene inscribir
candidaturas y llamar a votar en las elecciones regionales que ha convocado el
CNE para la primera semana del mes de diciembre de 2017?
En mi modesta opinión, los partidos
políticos que integran la MUD ni siquiera deberían estar pensando en elecciones
regionales. Pareciera que la dirigencia política venezolana todavía no ha
entendido (o no quiere entender) lo que ocurrió el pasado 30 de julio de 2017.
Lo primero es comprender que el 30J no hubo una elección. Lo que hubo fue un
Golpe de Estado aplicado con vaselina revolucionaria. El circo romano montado
por Maduro y sus 40 ladrones el pasado 30 de julio acabó de un solo golpe con
una Asamblea Nacional elegida democrática, pacífica y constitucionalmente en
diciembre de 2015 por poco más de 7 millones de venezolanos.
La instalación de la Junta Criminal
Cubana (la llamo así porque pienso que ni es asamblea, ni es nacional, ni es
constituyente) es un Golpe de Estado puro y simple. Y como tal debe ser tratado
por todos y cada uno de los venezolanos.
En Venezuela se viene dando un Golpe
de Estado continuado por parte de Maduro y sus compinches desde el mes de enero
de 2016 y tal parece que hay dirigentes opositores que todavía no se han dado
cuenta o no quieren darse cuenta. El primer golpe fue anular la elección de los
3 diputados de amazonas para arrebatar la mayoría absoluta a la nueva AN; el
segundo golpe fue declarar a la AN en desacato para no reconocer su trabajo
legislativo; el tercer golpe fue imponer una Constituyente Cubana, por la
vía del fraude electoral, para aniquilar al Poder Legislativo que estaba en
manos de la oposición democrática. Y hay un cuarto golpe: destituir de manera
ilegal a la Fiscal Luisa Ortega Díaz.
El quinto golpe viene en camino y lo
dará en los próximos meses la Constituyente Cubana: eliminar las gobernaciones
y alcaldías para poder imponer, por la vía de la fuerza, un estado comunal y
dejar en manos de Maduro la designación a dedo de presidentes regionales y
alcaldes provincianos cuyo único requisito será estar inscrito en el PSUV y
atender a los lineamientos de Raúl Castro.
2.- ¿Votar en elecciones regionales
con el mismo CNE que construyó el mega fraude del pasado 30 de julio de 2017?
Estimado profesor Mires: ¿usted cree
que los venezolanos van a acudir a las urnas electorales con un CNE presidido
por la funcionaria pública más odiada y despreciada en todo el país, como lo es
la señora Tibisay Lucena?
Pues permítame decirle que no será
así. Tómese un tiempito para revisar las encuestas. Vaya al mercado de Quinta
Crespo y pregunte. Móntese en un taxi y escuche a quien conduce. Métase en un
hospital, en una bodega, en el abasto de la esquina, en la farmacia o en
cualquier cafetería y oiga lo que el ciudadano de a pie está diciendo: la gente
no va a votar nunca más mientras la señora Lucena sea presidenta del CNE y las
señoras Damelio, Hernández y Oblitas formen parte de ese directorio.
Nadie en su sano juicio puede creer
que aquí habrá elecciones transparentes con un CNE dirigido y comandado por esa
mafia. Mucho peor que eso: nadie cree que las elecciones anteriores hayan sido
transparentes. Todo el mundo cree que aquí nos hicieron trampa, desde 2004
hasta nuestros días.
No es que al venezolano no le guste
votar. No es que el venezolano se volvió abstencionista. Es mucho más que eso:
el venezolano no quiere seguir haciendo el papel de pendejo.
3.- ¿Votar en elecciones regionales
con las mismas máquinas de Smarmatic, que según Antonio Mugica Mugica
presidente de la empresa, fueron manipuladas el 30 de julio?
Apreciado profesor Mires: no sólo la
vía electoral quedó enterrada. Las elecciones automatizadas también quedaron 3
metros bajo tierra. Y todo gracias al señor Mugica, el presidente de Smarmatic,
quien con su cara muy lavada, dijo que "estimamos que la diferencia
entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón
de electores".
Mugica, el dueño de la empresa que
hizo elecciones en Venezuela desde el año 2004 asegurando que teníamos el
sistema electoral más blindado del mundo, acaba de admitir que sus máquinas
fueron alteradas y que alguien, no se sabe quien, le metió de contrabando un
millón de votos al proceso del pasado 30 de julio.
En lo personal, creo que Mugica está
mintiendo. El presidente de Smarmatic ha dicho una verdad a medias. Mugica sabe
que no fue un millón de votos lo que le metieron a sus máquinas, sino que muy
probablemente fueron 5 millones de votos (y hasta más que eso) de un solo
plomazo. Todos los venezolanos lo vimos en la calle: en el fraude del 30 de
julio no participaron ni siquiera 2 millones de personas. Pero de repente, como
por arte de magia, Tibisay Lucena anunció que había 8 millones de votos. Eso
quiere decir, simple y llanamente, que las famosas y costosísimas máquinas de
Smarmatic son vulnerables y que cualquier hacker puede meterle los votos que le
de la regalada gana para hacer que un candidato gane en 5 minutos, tal cual
como pasó con los comicios del 14 de abril de 2013, cuando en fracción de
segundos aparecieron los 230 mil y tantos votos que le dieron el “triunfo” a
Nicolás Maduro frente a Henrique Capriles.
Por lo tanto, las elecciones bajo la
tutela de SmartMatic, que dio soporte a los procesos electorales venezolanos
entre 2004 y 2015, incluida la elección de Maduro en 2013, que “ganó” por
estrecho margen sobre Capriles, también quedaron enterradas para siempre. Aquí
no puede haber nunca más una elección automaizada, y menos con unas máquinas
cuya vulnerabilidad ha sido suficientemente demostrada. "Para conocer con
exactitud la participación debería hacerse una auditoría más extensa del
sistema de recuento", Mugica, en una rueda de prensa en Londres.
Vale la pena recordar, que entre 2004
y 2015 Smartmatic participó en 14 elecciones, instalando más de medio millón de
máquinas para votar, y procesando más de 377 millones de votos en Venezuela,
según información provista por la empresa. ¿Cuántos de esos 377 millones de
votos fueron reales y cuántos fueron fabricados gracias a la tecnología
cubano/ruso/china que manejó el gobierno de Chávez y luego el de Maduro? Si fue
posible hacer trampa en las elecciones de EEUU gracias a los amigos de Vladimir
Putin, ¿no podría haber trampa en las elecciones venezolanas en las que también
meten las manos los rusos y los cubanos?
4.- ¿Votar en elecciones regionales
no es legitimar a la Constituyente Cubana que preside Delcy Rodríguez?
Finalmente, hay que decir que si la
MUD y los partidos que la integran aceptan ir a las elecciones regionales,
estarían aceptando como válidas las fraudulentas elecciones que dieron origen a
la Junta Criminal Cubana que preside Delcy Rodríguez. Ese ha sido,
precisamente, uno de los graves problemas de la MUD: su falta de coherencia. Se
acusa al CNE de cometer fraude, pero se acepta ir a un proceso de legitimación
de partidos organizado por el CNE. Se denuncia al CNE por violar las leyes,
pero se acepta participar en un proceso de elecciones organizado por el mismo
CNE. Se denuncia que las reptoras del CNE están vendidas y entregadas al
gobierno de Maduro, pero se acepta ir a elecciones regionales patrocinadas por
el CNE.
Profesor Mires: no se trata de
regalar 23 gobernaciones a Maduro. Se trata de entender y comprender que el
grave problema que vive Venezuela y los 30 millones de personas que vivimos
dentro de este país, no se resuelve con una gobernación o con una alcaldía. Se
puede tener 10 gobernaciones y 200 alcaldías. Pero Maduro seguirá allí. Se puede
tener 23 gobernadores y 335 alcaldes opositores, pero a todos le aplicarán el
método Capriles (dejarlo sin dinero e inhabilitarlo) o el método Ledezma
(dejarlo sin recursos y meterlo en la cárcel). Y ahora que tienen en sus manos
una Constituyente Cubana, todo indica que la cosa se pondrá peor.
En conclusión, estimado profesor
Mires: aquí no hay ninguna trampa anti electoral. Aquí lo que hay es un golpe
de estado, un dictador llamado Nicolás Maduro y una banda criminal del PSUV
convertida en ANC (que ni es asamblea, ni es nacional, ni es constituyente) que
pretende convertir a Venezuela en una Curuco (mezcla de Cuba con Rusia y Corea
del Norte). La MUD y los partidos que la integran están llamados a hacer
otra cosa que no sea ir a elecciones para salir de este desastre. Ellos verán
si terminan de enterrarse, tal como ya se enterró la vía electoral.
SC. 8 de agosto de 2017 Twitter:
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GUSTAVO AZOCAR ALCALÁ MSc en
Comunicación Política y Gobernanza Estratégica
The George Washington University,
EEUU
Profesor Titular Universidad de los
Andes/Venezuela
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