Macri pide que
Maduro libere a los presos políticos y Caracas lo acusa de injerencia
Pocas
veces en 24 años de existencia de Mercosur
(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) una cumbre había sido tan tensa como
la de este lunes en Asunción. El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri,
aprovechó su debut en estas reuniones, que se celebran cada seis meses, para
reclamar la “libertad de los presos políticos” de Venezuela.
Su homólogo
venezolano, Nicolás Maduro, faltó a la cita por supuestos compromisos en su
país, pero su ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, asistió y
respondió a Macri acusándolo de “injerencia” en asuntos internos de su país.
Hasta la llegada del liberal Macri al poder, reinaba en Mercosur cierta
homogeneidad política, pero eso se ha acabado.
Con
Macri, en cambio, los conflictos comerciales internos podrían atemperarse. Por
un lado, promete acotar a partir del 1 de enero las barreras proteccionistas
que tenía Argentina bajo el Gobierno de su antecesora, Cristina
Fernández de Kirchner, contra todo tipo de importaciones, inclusive
las que provenían de dentro de la unión aduanera de Mercosur. Por el otro, el
nuevo jefe de Estado aboga por un tratado de libre comercio del bloque con la
Unión Europea, al que Kirchner se resistía. Habrá que ver en qué medida se
concretan esas promesas. Pero en el ámbito político se quebró el predominio de
la variopinta izquierda que representan Maduro y sus homólogos de Brasil, Dilma
Rousseff, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Bolivia (país en proceso de
adhesión), Evo Morales. Ahora el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha
encontrado un aliado en Macri para arremeter contra Venezuela.
El
jefe de Estado argentino pidió a Venezuela "la pronta liberación de los
presos políticos". "No puede haber lugar a la persecución ideológica
y la privación ilegítima por pensar distinto", inquirió Macri. El Gobierno
de Maduro sostiene que los casos de Leopoldo López, Antonio Ledezma y otros 70
no son de "presos políticos" sino "políticos presos”. El
presidente argentino destacó que el Gobierno de Maduro reconociera la victoria
opositora en las últimas elecciones legislativas de Venezuela, pero le pidió
que "consolide la cultura democrática".
La ministra de
Exteriores venezolana le
contestó a Macri. "Usted está haciendo injerencismo. Usted está
defendiendo a esta persona (López), este tipo de manifestaciones, esta
violencia política, bazucas fueron usadas en estas manifestaciones, según esta
foto de la agencia AFP", exhibió Rodríguez una imagen de las protestas por
las que fue condenado López. La ministra ya estaba preparada para la crítica de
Macri y por eso había juntado varias fotos de aquellas manifestaciones para
exhibirlas en su discurso. "Fueron las protestas pacíficas de 2014,
incendiaron el Ministerio Público, los servicios públicos esenciales, tuvimos
que evacuar una institución educativa para niños de tres a cinco años,
incendiaron camiones de basura, de comida, 19 universidades fueron incendiadas.
Ante esta situación actuó el Poder Judicial. Si vamos a hablar de derechos
humanos, tenemos que hacerlo sin doble estándar y sin doble moral",
continuó la ministra.
"Entiendo
que el presidente Macri esté a favor de liberar a estos violentos", dijo
la ministra Rodríguez. Lo acusó de liberar en el inicio de su gobierno a los
criminales de la última dictadura militar (1976-1983), algo que no ha ocurrido.
Después manifestó su "sorpresa" poque la justicia imputó la semana
pasada a la líder de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, "por llamar a manifestarse pacíficamente en contra de
su gobierno". Es verdad que un fiscal ha acusado a Bonafini por
"incitación a la violencia". La madre de Plaza de Mayo en realidad
dijo: "Ahora que volvió el enemigo (al poder) hacemos una marcha para que
cuando venga a la Casa de Gobierno, nos encuentre al pueblo repudiando su
presencia".
La
Argentina de Macri y el Paraguay de
Cartes querían instar
a los países de Mercosur a firmar el Protocolo de Asunción por el que los
integrantes del bloque se comprometieron en 2005 a la protección de los
derechos humanos. De los cinco miembros de Mercosur, solo Venezuela no lo ha
rubricado aún porque se incorporó al bloque en 2012. Brasil había puesto
reparos en un principio, pero finalmente aceptó la mención del tratado en la
declaración final. Así fue que Rousseff, Macri, Cartes, Vázquez y hasta el
propio Maduro, representado por su ministra, “alentaron a los Estados que aún”
no han firmado ese protocolo de protección de los derechos humanos, es decir, a
Venezuela, “a adherirse a la brevedad posible”, según el documento final de la
cumbre.
Los
cinco países miembros de Mercosur, incluida Venezuela, también se
comprometieron en un documento aparte a la creación de una comisión de
seguimiento de los derechos humanos, según anunció la ministra de Relaciones
Exteriores de Argentina, Susana
Malcorra. Su homóloga venezolana abogó por que también se
consideraran los derechos a la educación, la salud, la vivienda, la
alimentación y la libertad de expresión “de los pueblos, no de las
corporaraciones”.
Venezuela y
Uruguay aprovecharon
la cumbre para apoyar a la mandataria brasileña, que enfrenta una petición de
juicio político. La ministra Rodríguez repudió “todo el acoso” contra Rousseff.
“Estamos con vos”, le dijo Vázquez a su homóloga brasileña, que se marchó
apresurada a Brasilia para tomarle juramento a su nuevo ministro de Hacienda en
medio de la crisis económica.
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