Durante la tarde
del domingo y la mañana de este lunes se realizaron reuniones del Consejo
Universitario para tratar la situación de la cuota presupuestaria de la Universidad
de Los Andes, como ya se ha hecho costumbre por parte del Gobierno Nacional, se
envía siempre con mucha urgencia el monto que corresponde a la precuota asignada
para la ULA y le dan un tiempo de 24 horas para que se carguen en los sistemas
toda la distribución presupuestaria exigida por el gobierno.
“Esto en realidad
es una falta de respeto, ya que no puedes planificar ni desarrollar las cosas si
no se piensa y se hacen con la calma debida. Todos los años es lo mismo y nos
vemos obligados a salir corriendo a resolver y convocar por 24 y hasta 48 horas
seguidas a la gente de Presupuesto, Finanzas, DAP, Dirección de Personal, prácticamente
todo el Edificio Administrativo se revoluciona por esta situación, razón por la
que el equipo de presupuesto, encabezado por el vicerrector administrativo,
Manuel Aranguren, y el director de Finanzas, Víctor Molina, presentaron unas propuestas
al CU”, indicó José María Andérez, secretario de la ULA.
En este caso el
presupuesto de ingresos para el ejercicio fiscal del año 2017, va a quedar
ajustado por la ULA, en un monto de 30 mil novecientos millones de bolívares
aproximadamente, de los cuales el Gobierno Nacional va a aportar 29 mil
millones de bolívares y más del 90 por ciento, corresponde al gasto de personal
en sueldos y salarios y lo que queda para gastos de funcionamiento es muy poco.
“En cuanto al pago del personal están aportando un 50 por ciento de lo que la ULA
había solicitado, pero la situación se vuelve más dramática en dos áreas, la
primera de los gastos de funcionamiento de la universidad, ya que se solicitaron
19 mil millones y solo aprobaron 1,9 millones, es decir el 10 por ciento y en
esas condiciones la universidad le va a tocar hacer lo que ha hecho en los últimos
años, como lo es cerrar programas, así como no abrir otros nuevos, pedirle a
los estudiantes que lleven las hojas y el tóner para que les impriman los
exámenes, el material de oficina solicitarlo al mismo personal si requieren
alguna constancia de personal, entre otras cosas. Todo esto nos ha llevado a
una intervención por la vía administrativa de la universidad y el
conculcamiento de su autonomía administrativa”, resaltó el profesor Andérez.
El CU aprobó bajo
protesta, como la ha hecho en los últimos años, esta cuota presupuestaria, ya que
no responde a las necesidades de la universidad y tampoco responde a la alta
función universitaria en las áreas de la docencia, extensión e investigación. A
pesar de que el equipo de trabajo del Vicerrector Administrativo hizo un esfuerzo
muy importante, el año 2017, manifestó el profesor Andérez estará plagado de
necesidades, por lo que no alcanzará el dinero aportado para pagar sueldos y salarios
todo el año, como tampoco está garantizado el bono vacacional y aguinaldos, ya
que hay que presupuestarlo aparte, se restringe el ingreso de nuevo personal
para sustituir el personal que se está jubilando, el proyecto de inversión y
equipamiento de laboratorios desaparece, así como el mantenimiento de la planta
física y nuevas obras de la universidad. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP
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Foto
El CU aprobó
bajo protesta, como la ha hecho en los últimos años, esta cuota presupuestaria,
ya que no responde a las necesidades de la universidad (Foto Ramón Pico)
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