Respecto a las elecciones rusas: El hecho más
importante es que la oposición democrática logró por primera vez un alto grado
de unidad. Alexei Navalny, líder nacionalista de la oposición, demostró poseer
inteligencia política y aceptó pasar de la acción simbólica y testimonial a la
lucha electoral.
Queda demostrado así – y esta es una lección muy importante para la oposición venezolana- que la unidad no se logra con declaraciones sino a través de la acción. Y no hay nada que una más a un pueblo que elecciones en las cuales no solo es espectador sino un actor privilegiado.
Las elecciones comunales y regionales rusas del domingo
08.09 habrían sido ignoradas en cualquier país del mundo. Pero en Rusia no.
Bajo las dictaduras electoralistas del siglo XXl cada elección adquiere un carácter
plebiscitario, de aprobación o reprobación al líder. Y cuando la aprobación al
líder baja de un 60%, lo más probable es que se producirá una conmoción dentro
de las fuerzas que apoyan al régimen. Lo decisivo – todavía estamos en la hora
de los recuentos - es que el partido del presidente Putin ha
bajado muchísimo con respecto a sus porcentajes anteriores. Sus
mayores derrotas las ha experimentado en las zonas urbanas. La oposición logró
vencer al partido putinista Rusia Unida en 19 de los 45 distritos de Moscú.
Si además sumamos el hecho de que la abstención fue
muy grande, hay que considerar que el desencanto con Putin es mayor de lo que
es posible imaginar. En términos breves: el régimen muestra grietas. Grietas,
no fracturas. Pero para un gobierno como el de Putin que aspira a ejercer
liderazgos globales, las grietas pueden ser vistas como verdaderas fracturas
El hecho más importante es que la oposición democrática logró
por primera vez un alto grado de unidad. Alexei Navalny, líder nacionalista de
la oposición, demostró poseer inteligencia política y aceptó pasar de la acción simbólica
y testimonial a la lucha electoral. Queda demostrado así – y esta es una lección
muy importante para la oposición venezolana- que la unidad no se logra con
declaraciones sino a través de la acción. Y no hay nada que una
más a un pueblo que elecciones en las cuales no solo es espectador
sino un actor privilegiado.
Tan buen líder electoral resultó ser Navatny
que, dejando de lado todo egoísmo partidario, llamó a votar por los opositores
que tuvieran mejores condiciones para reunir votos. Aunque fueran comunistas.
De tal modo, por los comunistas no solo votaron los comunistas sino
muchos anticomunistas que se oponen a Putin. Una unidad en fin que hizo
recordar al 6D venezolano, cuando todos los partidos opositores unieron sus
fuerzas para derrotar a Maduro.
El segundo hecho importante es que la oposición rusa fue
a las elecciones atravesando un terreno minado por trampas y tribunales
electorales putinistas, enfrentando un ventajismo sin límites y,
por si fuera poco, con sus mejores candidatos (más de sesenta)
inhabilitados. Esa es otra lección para la oposición venezolana. A las
elecciones no solo se va a ganar. Cuando estas tienen lugar bajo
condiciones dictatoriales, su objetivo es denunciar al régimen ante
la opinión pública internacional.
En un punto están de acuerdo todos los
periodistas. Putin no solo salió con un ojo morado del proceso electoral. Además
quedó desprestigiado, nacional e internacionalmente. No es poco para un
gobernante que intenta presentarse en Europa como un demócrata
intachable.
El 08.09 en Rusia fue un día de
"nuevo comienzo".
12 de Septiembre del 2019
La Ruta
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