“A Francisco Vicent López Quien celebraba cada Ronda”.
Me confieso uno de los 25 millones de venezolanos que no
conoce Barinas. Antes de Chávez pasamos un día por allí rumbo a Mérida y en la
bomba donde repostamos gasolina dos morochas estudiantes de medicina en la ULA,
sonrisas en ristre indagaron nuestro destino y nos acompañaron hasta la Ciudad
de los Caballeros. Muy bellas ambas, amigas del Rector de Rectores y fraterno
nuestro Perucho Rincón Gutiérrez y de su ataché para el momento Pedro Alberto Velásquez
Martinez, margariteño e hijo pródigo del muy famoso “Negro Velásquez”,
regente-propietario, administrador y novio de la madrina de la farmacia de San
Juan, extraordinario voceador de rumores y mejor libador del buen escocés. Este
personaje se despidió tempranamente en contra de su voluntad.