Ninguna
persona se sostiene en una sola expresión, en un solo sentimiento, en una sola
máscara.
¿Cuándo
una persona se transforma en un personaje? Antes de indagar y hallar la
respuesta que parece imposible, habría que preguntarnos, quizás, lo más
inquietante: ¿cuándo una persona deja de ser lo que parece, con una supuesta
identidad propia, para, en un instante, transformase en aquél desconocido sin
nombre que creía haber olvidado o extraviado en la selva de la niebla
impenetrable, desde el inagotable misterio del ser?